En su debut como director, Fernando Rovzar conjuntó un buen casting y creó una gran producción, para hacer la comedia de navidad más ambiciosa en la historia del cine mexicano.
El resultado es irregular. Le ocurre lo que parece un síndrome de las cintas de Lemon Films, su compañía productora: hacen excelentes producciones con historias deficientes.
Navidad S.A. se parece a las cintas que le han dado una sólida credibilidad a Lemon como Matando Cabos, Km. 31 y Sultanes del Sur. Los productores consiguen un reparto sobresaliente, presentan películas costosas, llenas de colorido y espectacularidad, pero enfrentan dificultades para mover a los personajes adentro de sus historias.
Escrita por el mismo Rovzar, Navidad S.A. parece un proyecto personal, con un guión al que le faltó trabajo.
Dirigida a los niños, pero con guiños a los adultos, la cinta contiene un mensaje ecologista sobre las consecuencias del calentamiento global y pide que sea mantenida la creencia de Santa Clós, un mito genial que mantiene vivo el espíritu navideño (y el consumismo decembrino).
Un duende renegado viaja a la tierra y convierte el festejo en un gran evento mercantil, lo que provoca que la creencia en Santa decaiga. El barrigón de barba lo sigue y se mezcla entre los mortales para rescatar lo que le pertenece, que es el festejo mismo, que debe ser gratuito, para todos y con el único objetivo de dar paz y amor al mundo.
El viaje de Santa a la tierra es un cliché. Este Santa se vuelve alternativo –como tantas otras de sus variantes en el cine y la literatura que quieren darle un giro festivo a la solemnidad del personaje– al ser ignorado, degradado, obligado a mentir, arrestado, a caer en el bote y hasta a cambiar su indumentaria por un atuendo insospechado. Es un Santa nada gringo y sí muy chilango.
Pedro Armendáriz, reconocido por su excelencia histriónica, luce comprometido con el personaje, al verse realmente divertido y disfrutando el reto de la personificación. Desafortunadamente el guión no le da oportunidad de defenderse en la pantalla.
Este Santa que interpreta sí es convincente como el verdadero y único Papá Noel, bonachón y generoso. Pero en la historia es bastante pasivo. La mayor parte del tiempo observa el desempeño de los demás, como si no supiera qué hacer.
Mauricio Barrientos es un rostro nuevo y se esmera por hacer que brille su personaje de duende fashion, ambicioso y popular que pretende acabar con la celebración de la Natividad. Adal Ramones está irreconocible en su papel de auxiliar de Santa y su trabajo es disfrutable.
La película arranca tarde. Después de la mitad, tiene una gran escena con un extraño amotinamiento de Santas, pero luego el conflicto se resuelve de una manera extremadamente sencilla, cuando la situación estaba puesta para que el Gordo diera para más, y tuviera una participación mayor.
Navidad S.A. es una cinta con una gran producción y con excelente manejo de animación. Tiene chispazos, pero pudo ser mucho mejor.
(Advertencia: al final de los créditos finales hay una sorpresa)