
Pequeños Invasores es una muestra de cómo una producción que debió ser enviada directamente al mercado del video, encontró su nicho en el mercado nacional, donde se exhibe en los cines en corrida comercial.
La cinta es una más de efectos especiales con una trama predecible, sin aportación argumental y una lamentable progresión de ideas que remite –la comparación es inevitable– a El Extraterrestre, restándole toda la magia a la clásica de Spielberg, y con efectos de computadora que parecen de los 70.
De naturaleza extremadamente cursi, con animación digital pobre, la cinta va dirigida a los niños de hasta 12 años y busca desesperadamente su simpatía ridiculizando a los mayores, presentándolos como tontos y manipulables.
Una típica familia americana, papás, tíos, primos, abuela y hasta el novio de la muchacha, viaja a la campiña a pasar un fin de semana, en una casona donde caben todos.
Esperadamente, los chicos encuentran en el ático de la casa a un grupo de pequeños extraterrestres que necesitan ocupar el sótano de la casa para conseguir sus malévolos planes de conquista. Pero uno de los invasores se coloca del lado de los humanos y comienza el juego de lealtades.
El futuro de la humanidad se decide en esa casa, mientras los mayores se la pasan alelados con la televisión, indiferentes con sus problemas de adultos, sin percatarse de nada de lo que ocurre a unos metros de sus cabezas.
Las películas de terror sugieren el encuentro de creaturas que se encuentran escaleras arriba o en el ático. En esta ocasión, los monstruillos son ocasiones para la comedia, con situaciones propias para pequeños en una batalla que se repite para llenar tiempo.
Mark Burton, guionista de la excelente Wallace y Gromit en La Batalla de los Vegetales, y Madagascar, ofrece un trabajo menor enfocado a los pequeños, con buenos diálogos, pero sin respaldo de la dirección, con escenas que se prolongan demasiado y aspirantes a actores que, pese a ello, hacen un trabajo decente.
Incluso hace 30 años esta película hubiera pasado como una decepción.
Pequeños Invasores es una comedia inofensiva y trivial, que no será recordada.