
Estaba un día El Apuntador tratando de organizar el correo electrónico [email protected], por aquello de que nos han llegado decenas de colaboraciones de nuestros queridos lectores que nos cuentan la gran cantidad de novedades que hay en el hermoso y bizarro mundo de los medios de comunicación.
Así es compañeros, existen “munchas” (que es mucho más que muchas) novedades, y procedo a darles trámite para salir del paso.
De entrada y como seguramente ya lo saben, en Hora Cero nos cae muy gordo sentarnos en nuestros laureles y quedarnos quietos, por eso hemos arrancado las pruebas de un nuevo proyecto que bien podríamos decir es bastante viejo y que se llama Media Hora.
No estarán ustedes para saberlo pero nosotros sí para contarlo, pero desde la fundación de Hora Cero, hace más de tres lustros, una de las ideas que anduvo rondando por la mente de todos en esta empresa era ver qué es lo que pasaría si un día nos aventáramos con una edición diaria.
Por una cosa u otra ésto nunca cristalizó, considerando que las condiciones en Reynosa son distintas a otras ciudades en la región, pues aquí existe un líder indiscutible en los medios impresos que se llama El Mañana de Reynosa.
Sobra decir que aventarse a competir con un Godzilla como El Mañana es simple y sencillamente suicida, además de que, no es ningún secreto, hay lazos consanguíneos entre “el grande de Tamaulipas” y Hora Cero que, aclaramos, nunca han permeado a las decisiones editoriales.
Los años pasaron y Hora Cero siguió su camino, cosechando éxitos y creando un nuevo mercado en la prensa gratuita con contenidos editoriales “duros”, estableciéndose también como uno de los mandones en radio y televisión por Internet.
Fue entonces cuando sacamos del cajón de los pendientes la idea del periódico diario, y después de pensarle “muncho” (que ya les dijimos, es mucho más que mucho), nos dimos cuenta que en Reynosa el sector de la prensa popular no está explotado.
Aclaramos: no se trata de entrarle al rollo de los medios vespertinos, para eso está La Tarde que lo hace muy bien informando sobre lo más importante de la nota policiaca.
La prensa popular es la que se encarga de los temas ligeros y que son muy del gusto de la gente, ya sean los deportes o los espectáculos, con diseños vistosos y notas cabeceadas con dos pizcas de pimienta.
Eso es lo que queremos lograr con Media Hora, un producto popular, matutino y de calidad que cubra a ese sector tan importante.
En estos momentos estamos haciendo pruebas y para ello nos trajimos a Reynosa ni más ni menos que a Agustín “Tin” Lozano, quien está regresando a sus orígenes de prensa escrita.
El periodista originario de Zuazua, municipio que le debe el título de hijo predilecto, se desempeña como corresponsal de Hora Cero en Matamoros, Tamaulipas, a donde llegó hace más de una década después de editar en Monterrey el periódico Extra!, un matutino popular de Multimedios.
“Tin” sabe de aguacates cuando se trata de hacer periódicos; ha sido además director editorial de El Mañana y El Bravo de Matamoros.
En estos días está haciendo mancuerna con Gerardo Ramos Minor, subdirector editorial de Hora Cero Tamaulipas-Valle de Texas ¡Pura calidad!
Estén pendientes de los avances de Media Hora que poco a poco hemos comenzado a soltar por medio de las redes sociales.
MAS NOVEDADES
Seguramente muchos sabrán que Francisco Cobos, quien durante varios años fue gerente de Noticias de Televisa Monterrey y aún es extrañado por sus compañeros, ocupa la dirección de noticieros del Canal 40 de Telemundo en el metropolitano valle de Texas con sede en McAllen.
Cobos va a rebasar los dos meses en el cargo y ha encontrado un ambiente de trabajo envidiable, pues una vez que reporteros y editores conocieron su currículum, cualquier intento de grilla quedó para otras ocasiones.
Se sabe que después de ser corresponsal de la cadena Univisión en Monterrey, donde hizo un papel destacable pero no tenía ingresos fijos, decidió que a sus 48 años era momento de meter freno a sus ansias reporteriles y que su capacidad daba para eso y más.
Luego de analizar otras dos ofertas de televisoras de Houston y Filadelfia que se lo disputaron, Cobos optó por la más cercana a sus tres hijas que viven en Monterrey y ahora tienen la mejor excusa para ir de shopping al gabacho.
La decisión de emigrar de Nuevo León, donde seguramente era una preocupación constante para el inseguro gerente de noticias de Televisa Monterrey, Roldán Trujillo, fue lo mejor que pudo hacer aquel joven reportero que a fines de los 80 llegó a pedir trabajo al desaparecido Diario de Monterrey, hoy Milenio.
Y su destacado trabajo lo hizo en esa redacción que compartió con Ramón Rodríguez (QEPD), Sanjuana Martínez, Gerardo Rodríguez, Agustín Lozano, Alma Leticia García, Liliana González, Silvia Lidia González y el reportero gráfico Antonio Mireles, entre muchos otros de esa generación, siendo subdirector editorial Francisco “Paco” Salazar.
Como recompensa fue contratado por el periodicote de Zaragoza y Washington para la sección Local; luego incursionó en la televisión en el Canal 28, y posteriormente dejó huella en Televisa Monterrey.
Suerte a uno de los más brillantes reporteros y periodistas que ha tenido Monterrey en los últimos 25 años.
Y ya que andamos con el tema de los regios que tienen mucho que ver con Tamaulipas, no podemos dejar de comentarles el caso de Erick Muñiz, quien recientemente presentó su renuncia al periódico El Horizonte, donde inició como director de Locales y luego fue degradado a editor.
Con apenas un año en el diario propiedad de la gente de TV Azteca, Muñiz vuelve a tirarse al vacío laboral.
Nos cuentan nuestras fuentes que el motivo de su renuncia fue que nunca logró acomodarse con su jefe Luis Padua a quien, nos dicen, acusaba en voz baja de no dejarlo hacer las cosas como pensaba eran las correctas.
Y aunque nunca lo dijo abiertamente, dejó entrever a sus múltiples seguidores en el interior del matutino que Padua siempre hizo lo posible por bloquearlo.
Por ello y enarbolando la bandera de cuidar la unidad dentro de la redacción de El Horizonte, además de aquello de que su ciclo en el periódico ya había terminado (que nomás haya durado un año es otro cosa), Muñiz se decidió por la abnegada ruta del auto exilio.
Cuenta la raza que la noticia cayó como bomba entre los reporteros muñistas (hoy huérfanos), quienes hasta le organizaron una ruidosa despedida en un bar de Monterrey que se prolongó hasta el amanecer.
Hoy se estrena como el nuevo corresponsal de La Jornada en Monterrey pues, dice, quiere regresar a sus orígenes como reportero.
Y como eso de los cargos y los membretes nunca ha sido lo suyo (los sueldos que conllevan es otro boleto), a él parece no importarle que aquí y en Marte si un director de Locales un día aparece como corresponsal, aunque sea de La Jornada, el movimiento se considera un enorme retroceso.
Pero que nadie se preocupe, él no se acongoja ni se preocupa y prueba de ello es que andaba muy contento por
Reynosa durante la reunión del Gabinete de Seguridad Pública, buscando a su compañera Julia Antonieta LeDuc (pato en francés), a la que no encontró pues la chica quiso evitarse la fatiga de hacer el viaje desde Matamoros.
RETAZOS
Por este medio queremos enviarle todo nuestro apoyo y solidaridad para los compañeros puntos rojos, Edgar Quintanilla Cantú y Guadalupe Castorena Dueñas, de El Mañana de Reynosa y La Tarde, respectivamente, además de Fernando Mendoza, de La Prensa de Reynosa, quienes recientemente fueron víctimas de una alevosa agresión por parte de elementos de la Policía Federal.
Resulta que el pasado 2 de mayo una persona llamó a las redacciones de los periódicos pidiendo el apoyo de los medios, pues un grupo de colonos querían hacer una manifestación en contra de los policías quienes, supuestamente, habían detenido de manera arbitraria a un vecino.
Obviamente el hecho que parecía era una buena nota, hizo que los tres reporteros policiacos acudieran al lugar para encontrarse con la desagradable sorpresa que un grupo de federales no estaban muy contentos con su presencia.
Fue entonces cuando los azules arremetieron a patadas y zapes en contra de los comunicadores, despojándolos de sus cámaras. La cosa estuvo tan grave que hubo hasta amenazas de muerte.
Hay que decir que tras los hechos Quintanilla y Castorena hicieron lo correcto e interpusieron una denuncia en la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, es decir, ante la Procuraduría General de la República.
En el caso de Mendoza no quiso denunciar la agresión, algo que se respeta completamente.
La cosa es tan en serio que personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos se entrevistó con los dos comunicadores agredidos para tomar conocimiento de los hechos y coadyuvar con las investigaciones.
Bien por los compañeros Quintanilla y Castorena que no van a permitir este tipo de abusos por parte de la autoridad.
También hay que felicitar a sus jefes en El Mañana de Reynosa, defensores de la integridad de sus reporteros.
Pero siempre hay un prietito en el arroz, y los que se vieron muy mal en este caso fueron los diferentes organismos de periodistas que existen en Reynosa, principalmente la UPD, también conocida como la organización de las tres mentiras (no tenemos que explicar el chiste).
Uno esperaría que apenas enterándose de la agresión en contra de Quintanilla y Castorena, el pleno de la UPD iba a apersonarse en la PGR para ofrecer todo su apoyo a los compañeros agredidos, después de todo no es la única vez que lo hacen.
Los miembros de este grupo ya han marchado por las calles de Reynosa pidiendo, que decimos pidiendo ¡exigiendo! Respeto a la actividad de la prensa en la ciudad.
Y cómo olvidar todo el escándalo que armaron con el argüende de la golpiza que unos particulares (no policías) le dieron a Julio Guzmán que, por cierto, no denunció los hechos como sí lo hicieron los policiacos.
Cualquiera pudiera esperar que un grupo que mantiene una posición tan crítica contra algunas autoridades en las redes sociales (nomás chequen su perfil de Facebook para que vean lo enojados que andan con el gobierno), iba a salir en defensa de dos compañeros del gremio en desgracia.
Pues adivinen qué, queridos lectores: ¡La UPD guardó silencio y dejó solos a Castorena y Quintanilla! Y hay que decirlo, ellos tampoco necesitan del apoyo de estos grupos.
Aquí es cuando no entendemos realmente qué es lo que sucede en el interior de estas organizaciones, y cuál es su verdadera intención de existir.
¿Defender a los integrantes de la prensa? ¡No! Y eso quedó mas que claro, pues nomás levantan la voz cuando se trata de apoyar a sus cuates.
El motivo sólo ellos lo saben, aunque cualquier mal pensado podría decir que a la gente de El Mañana no la defienden por cierta envidia que puede provocar que se trata de trabajadores del periódico líder en la región.
Quién sabe que mosca habrá picado a la UPD, lo único cierto es que se vieron bastante mal.
Por cierto, las que andan por los mismos rumbos son algunas integrantes de la Red de Mujeres Periodistas de Matamoros, mejor conocidas como la Red de Mujeres Tinterillas.
¿Y por qué el feo apodo? Se han de preguntar más de dos a quienes les contestamos: desde hace algunos meses el grupo encabezado por Delia Arellano ha convertido en su prioridad defender los intereses de mujeres despedidas, ya sea de la administración municipal o cualquier otra dependencia pública, no importa si sean comunicadoras o no.
Tal es el caso de Lidia Patricia Martínez Cardiel, quien durante años fue la encargada de Relaciones Públicas (no prensa) del Instituto Matamorense para la Cultura y las Artes, y más recientemente había sido transferida a una biblioteca.
Quién sabe por qué, ahora las Mujeres Tinterillas ¡perdón! Periodistas, ahora andan de abogadas laborales, pero esta función no tiene muy contentas que digamos a algunas compañeras que de plano decidieron retirarse del grupo.
Y no nos vamos sin antes dejarlos con una notita cultural: Luciano Campos Garza, corresponsal de la revista Proceso en Monterrey, Nuevo León y colaborador de Hora Cero, acaba de sacar su más reciente novela titulada “El Cóncord Negro”, editada por la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Este es el segundo libro de Campos Garza, autor de la novela “El Anhelo de la Sombra”.
Hay que decir que “El Cóncord Negro” es una obra de corte policiaco bastante emocionante, de lectura muy ágil y muy disfrutable.
Próximamente Luciano andará por estos rumbos para presentar su nuevo libro. Mientras tanto felicidades.
Ya por último enviamos una sincera condolencia a nuestra compañera y amiga Pili García por el fallecimiento de su señor padre. Esperamos que Dios le dé la resignación necesaria tanto a ella como a su familia para reponerse de tan grande pérdida.
Esta quincena no hay pregunta nomás porque somos muy malos y queremos que la extrañen.