
Quienes tienen una gran responsabilidad histórica son los alcaldes panistas de Nuevo Laredo, Miguel Alemán y Matamoros, para unirse y taclear cualquier posibilidad del corrupto senador Cabeza de Vaca, que se frota las manos y afila los colmillos para ser candidato a la gubernatura en 2016.
Porque son políticos serios y sin negro pasado –todo lo contrario a su correligionario–, Carlos Canturosas Villarreal, Ramiro Cortez Barrera y Leticia Salazar Vázquez tienen en sus manos hacerle un bien a Tamaulipas, pensando en concretar una alianza con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) como pasó en Sinaloa, Puebla y Oaxaca.
Cabeza de Vaca ganó la senaduría enfrentando a Manuel Cavazos Lerma, cuestionado ex gobernador de Tamaulipas, pero fácilmente sucumbiría ante otros militantes del PRI como Oscar Luebbert Gutiérrez, Marco Antonio Bernal, Baltazar Hinojosa Ochoa y Felipe Solís Acero, por citar
sólo algunos.
Los tres alcaldes de Acción Nacional no pueden permitir que un delincuente de la talla de Cabeza de Vaca y sus hermanos José Manuel e Ismael, éste regidor de Reynosa, regresen para saquear a Tamaulipas, porque si lo hicieron en Reynosa, lo volverían a repetir.
El senador puede ser el más conocido en la entidad, pero también el de mayor desprestigio. Por eso Canturosas Villarreal, Cortez Barrera y Salazar Vázquez deben llamar a la unión a la senadora Maki Ortiz de Peña, actualmente convaleciendo por una enfermedad, y a otros buenos panistas.
Cambiando de tema, con los cambios de dirigentes municipales del PRI en Tamaulipas, el gobernador Egidio Torre Cantú se jugará el todo por el todo con miras al proceso electoral federal del próximo año, cuando venga la revancha por las diputaciones federales, buscando los tricolores superar los traumas que dejó 2012 cuando el PAN ganó seis de las ocho de mayoría.
El ejecutivo estatal confiará en que su alcalde de Reynosa, José Elías Leal, recupere el distrito dos, y que una campaña triunfadora pueda rebotar en el ánimo de los simpatizantes del PRI de Matamoros y Nuevo Laredo, donde Acción Nacional obtuvo sendos triunfos.
Hay que recordar que los albiazules pintaron con sus colores a Tamaulipas hace dos años, cuando la candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota, impulsó a los candidatos al Congreso de la Unión y se consumó la peor derrota para el Revolucionario Institucional en su historia.
De ocho distritos, el PRI sólo ganó en sus cabeceras de Ciudad Victoria y Mante, porque en el resto ni un pedazo bueno quedó de sus abanderados, cuestionados por su misma militancia por no contar con trayectoria y simpatía, como pasó en Matamoros con la candidata Yanín García.
Torre Cantú pondrá a prueba a Pepe Elías, quien respaldó a Heberardo González Garza para ocupar la dirigencia municipal tricolor en Reynosa, y una victoria en 2015 pondría al edil en una posición por demás interesante para la sucesión en 2016.
Pero si vuelve a perder el PRI el distrito dos, seguramente Pepe Elías vería color negro un proyecto político que no descarta que de esta ciudad salga el próximo candidato a gobernador. Pero bueno y como se dice: “Primero es lo primero”.
Por cierto, el diputado federal por Matamoros, Carlos García González, se aventó una declaración muy intrépida al afirmar que en el municipio de Hidalgo, sobre la carretera Victoria-Monterrey, hay grupos de autodefensa.
Si bien esa zona siempre ha sido de alto riesgo desde hace casi cuatro años cuando la violencia se salió de control por el divorcio de los grupos del crimen organizado, no hay confirmaciones por parte de la autoridad estatal que esté sucediendo algo similar a lo de Michoacán.
García González debe tener buena información para sostener tal aseveración en caso de que un día sea requerido por la Secretaría de Gobernación y por otras dependencias federales. Mientras, serán sólo buenos deseos del panista que en sus planes está ser alcalde de Matamoros.
Volviendo al tema de los relevos del PRI en varios municipios del norte del Estado, en Reynosa llamó la atención la presencia del ex alcalde Oscar Luebbert Gutiérrez, el mismo que cuando comenzó el sexenio de Enrique Peña Nieto era mencionado para ser director general de Aduanas, pero se quedó con la carabina al hombro.
Y como su pasión es el beisbol, seguramente se le verá toda la temporada sentado en primera fila en el Parque “Adolfo López Mateos” cuando empiece la temporada de los Broncos.
De nada ha servido a Luebbert Gutiérrez su amplio currículum, contactos de alto nivel con la cúpula del PRI a nivel nacional, y sus amistades como el senador Manlio Fabio Beltrones, para que regrese a los primeros escenarios políticos.
Pero la que puede sonar fuerte y tomar revancha por la familia es su esposa, María Esther Camargo, que estaría contemplada como titular o suplente de la fórmula cuando se acerquen los tiempos para designar candidatos a diputados federales en 2015.
La señora es un personaje muy apreciado por la sociedad de Reynosa: fue dos veces presidenta del PRI municipal, regidora y ahora directora de Participación Ciudadana en la actual administración.
Donde no están quietos y se están agrupando son los panistas de esta frontera con miras a elegir al próximo presidente del comité albiazul, una vez que la delegación perderá ese membrete.
Uno de los dos aspirantes es David Aguilar Meraz, respaldado de los grupos antagonistas encabezados por Leonel Cantú, Francisco Garza de Coss y José Ramón Gómez Leal, por citar los más importantes.
El legislador federal Humberto Prieto Herrera, por su parte, apoya al regidor José Alberto Salinas Lara. Y todo indica que quedarán solos en una isla como náufragos.
Por cierto, quien no dejó títere con cabeza y se fue a la yugular en sus críticas contra el gobernador Torre Cantú fue el dirigente estatal blanquiazul, José Alberto López Fonseca, en una visita reciente por Reynosa.
“Es insólito que tenga que acudir un gobernador. La lectura que nos da es que no han superado los triunfos que hemos obtenido y que tienen miedo”, mencionó al referirse a la presencia del ejecutivo estatal en las tomas de posesión de los dirigentes municipales en Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros.
Y eso significa, remató muy envalentonado: “Que el PRI le tiene mucho miedo al PAN”.
También en Matamoros Torre Cantú logró reunir a ex alcaldes como Baltazar Hinojosa Ochoa, Erick Silva Santos y Alfonso Sánchez Garza, por citar a los más recientes, en el evento de ungimiento del doctor Víctor Manuel García Fuentes.
Seguramente entre Silva Santos y Sánchez Garza, los alcaldes que han tenido históricas votaciones para el PRI, estará el próximo candidato al Congreso de la Unión, porque el tricolor no se permitirá experimentar como pasó hace dos años.
Mucho menos con volver a poner en las boletas a Salvador Treviño Garza, perdedor en la contienda para presidente municipal.
En la otra esquina la alcaldesa Leticia Salazar Vázquez no esconde sus preferencias para impulsar al regidor con licencia y actual secretario de Desarrollo Social, Luis Alfredo Biasi, envuelto en un caso de contrabando de alcohol y
cigarros descubierto en bodegas de su propiedad, mismo que estalló a finales de enero pasado por parte de las autoridades federales.
Pero los otros grupos no se quedarán con los brazos cruzados. Saben que ese escándalo de Biasi lo pondría en una situación vulnerable, por lo cual se fortalecerían otros aspirantes.
Los más fuertes son los diputados locales Belén Rosales Puente y Francisco “quico” Elizondo Salazar, la primera del establo del legislador García González, y el segundo obedece a las órdenes del corrupto senador Cabeza de Vaca.