• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral primaria
  • Saltar al pie de página

Edición Impresa

Hora Cero Tamaulipas

Hora Cero Tamaulipas

Periódico con las noticias mas relevantes de los sucesos en Tamaulipas

  • Local
  • Regional
  • Nacional
  • Internacional
  • Deportes
  • Espectáculos

Un campeón llamado ‘El Bebo’

13 de diciembre de 2013 por Gerardo Ramos Minor

Aunque tampoco se podría decir que ha tenido una vida sencilla, Andrés Barraza Canales –“El Bebo” para sus amigos–, tiene perfectamente identificado el peor momento de su existencia: Cuando un médico le advirtió que estaba condenado a morir, a menos de que cambiara radicalmente sus hábitos.
Con apenas 24 años de edad, este joven comprendió en carne propia lo que quiere decir la frase de que la vida puede cambiar en un segundo.
Para Andrés, ese segundo fue un breve momento en el año 2009, cuando su doctor le informó los resultados de unos exámenes que se había practicado, y que revelaban que su cuerpo registraba alarmantes niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos, además de presión alta e hígado graso.
El motivo: la obesidad que padecía y que lo llevó a pesar hasta 160 kilos.
A partir de ese momento, Andrés comenzó a vivir los años más duros de su vida, que lo llevaron a embarcarse en una verdadera lucha por una supervivencia, en la que tuvo que combatir los que llamaba “sus demonios internos”, que casi acaban con él.
Porque además de pelear con su obesidad, Andrés tuvo que enfrentar una seria depresión que en ocasiones lo encarcelaba a la soledad de su habitación, sin ganas de levantarse de la cama.
Tuvieron que pasar cuatro años para que este joven programador en una estación de radio en Reynosa, pudiera cantar victoria cuando, contra todos los pronósticos, compitió y completó el Reto X-Fit, un salvaje y extenuante circuito de obstáculos de seis kilómetros de extensión.
A partir de entonces no sólo demostró la voluntad para darle vuelta a su vida para bien, sino que también comprobó que cuenta con la fuerza interior para vencer cualquier obstáculo que se le ponga enfrente.

TENIA DE TODO
Quienes lo conocen saben que “El Bebo” es un tipo alegre, adorable y cariñoso con sus amigos.
Para cumplir con el perfil, Andrés andaba por la vida con una figura que siempre fue gruesa, algo que durante años no pareció importarle.
Su gordura no venía por ser un comedor compulsivo, sino por sus malos hábitos
alimenticios y una verdadera adicción a la Coca Cola.
Era tanta la necesidad por consumir esta bebida, que Andrés reconoce que llegó a tomar cinco o más botellas al día.
A esto había que agregarle un desmesurado consumo de alimentos chatarra.
“Podía pasar toda la mañana sin almorzar bien y entonces me comía una papitas y una coca”, relató.
Durante mucho tiempo su obesidad no le representó un problema, pues nunca interfirió con su vida, algo que cambió en el año 2009, después de un viaje familiar a Guadalajara, Jalisco.
Recordó que tras bajar del avión sintió los oídos “tapados”, al principio esto no le preocupó, pues consideró que era un efecto normal por el viaje.
Sin embargo, esta condición prevaleció durante tres semanas, por lo que atendiendo las recomendaciones de su familia, decidió irse a checar con un médico.
Tras unos análisis que pensó eran rutinarios, el doctor le informó que su salud estaba seriamente comprometida, pues además de sufrir de una altísima presión arterial, registraba inicios de diabetes, colesterol alto, triglicéridos y el hígado graso.
Tan mal estaba, que el doctor le ordenó que de inmediato iniciara un tratamiento con el que esperaba controlar el problema de la presión que, de no atenderse, podía generarle hasta un infarto.
A partir de este momento inició una rutina de citas con médicos, pastillas, exámenes, dietas y tratamientos encaminados a, primero, controlar sus problemas de salud y, después, ayudarlo a perder algo de peso.
Y aunque al principio intentó atender las recomendaciones de sus doctores, Andrés recayó en sus malas costumbres.
“La verdad es que no me cuidaba, en ese entonces nunca seguía las dietas y las recomendaciones de los doctores, las hacía durante un mes, mes y medio y luego las dejaba”, expresó.
Con el paso de los años la salud de Andrés fue empeorando, hasta que un fuerte dolor en el estómago y algunos episodios de reflujo de nueva cuenta lo llevaron con el doctor.
Tras una endoscopía el médico encontró que además de todos los problemas que ya le había diagnosticado y seguían en niveles alarmantes, ahora padecía de úlceras gástricas, una bacteria estomacal, problemas con el ácido úrico y hasta retención de líquidos, generado por el excesivo consumo de sal.
“La verdad es que tenía un combo de enfermedades, era un verdadero buffet de males”, indicó.
Ante la gravedad de su condición, el doctor le ordenó hacer algo por su salud, pues su vida estaba al borde del precipicio.
“Recuerdo mucho que el doctor me preguntó: ‘¿te quieres?’ Ahí fue cuando me di cuenta que ya no podía estar así, que necesitaba hacer algo o de lo contrario me podía morir, pues el médico me dijo que si seguía igual no iba a durar un año”, relató.

LUCHA CONTRA LA DEPRESION
Era julio de 2012 y Andrés se encontraba en una encrucijada: o cambiaba sus hábitos alimenticios o se resignaba a empeorar su salud con la posibilidad de perder la vida en menos de un año.
Fue entonces cuando se decidió a iniciar una de las dietas más agresivas de su vida, donde las harinas, la carne roja, las grasas y comidas irritantes estaban proscritas.
Sin embargo, la tarea se complicó cuando Andrés se dio cuenta que estaba seriamente deprimido.
Aún desconoce cómo fue que cayó en la tristeza, sólo recuerda que era incapacitante.
“Mi mente estaba muy débil, me sentía solo y mi único refugio eran las redes sociales; no salía de mi casa, estaba desanimado pues al estar enfermo no podía sentirme a gusto”, expresó.
Poco a poco, Andrés fue sintiéndose peor, pues durante los primeros días de su dieta comenzó a notar más los efectos de la obesidad en su vida.
“No podía ir a ninguna fiesta pues no encontraba ropa que me quedara bien, salía a buscar a las tiendas y no encontraba nada que me quedara cómodo, andaba con los tenis desabrochados porque tenía los pies tan hinchados que no podía amarrar las agujetas”, indicó.
La tarea no era nada sencilla, pues en ese entonces Andrés usaba pantalones talla 48 y camisas XXXL.
A partir de entonces, comenzó a sufrir por la opinión de otras personas, algo que anteriormente nunca le interesó.
“La verdad hacía como que no me afectaba pero la verdad me sentía hecho una miseria, cuando estaba solo llegué a llorar por eso, pensé que podía mostrar hacia afuera que estaba bien, sin embargo, por dentro estaba muy triste”, dijo.
Fue en ese momento cuando su fe se incrementó.
“Nunca he sido una persona muy religiosa, pero un día comencé a rezar para pedirle a Dios que no me dejara solo, que no me quitara las fuerzas para cambiar, que me ayudara a darle un giro drástico a mi vida”, sentenció.
De no haber sido por el apoyo de sus
amigos, de los cuales muy pocos llegaron a enterarse de la gravedad de su depresión, es posible que Andrés nunca hubiera podido dar el primer paso para comenzar a superar la tristeza.
Y es que actualmente, reconoce, todavía no puede decir que ha superado la depresión, pero cada día siente que está más cerca de lograrlo.

SALIR A FLOTE
Ante la urgencia de salvar su vida y completamente derrotado anímicamente, Andrés encontró las fuerzas no sólo para seguir la primera parte de su dieta, sino acudir con médicos especialistas y una nutrióloga que lo apoyaron diseñando el tratamiento que le ayudaría a salir adelante.
“El doctor Julián Terán y la nutrióloga Lisa Reyna Guerra me ayudaron mucho en este proceso, pues me fueron diseñando un tratamiento y una dieta que primero me ayudó a superar el problema de la gastritis, después me ayudaron a encontrar alimentos que nivelaran mis niveles de azúcar”, indicó.
Conforme pasaban los días el ánimo de Andrés comenzó a mejorar, hasta que un día, mientras buscaba una forma de activar su cuerpo por recomendación de su nutrióloga, un amigo le contó sobre las ventajas del Crossfit, una nueva disciplina deportiva basada en el acondicionamiento físico por medio de diferentes disciplinas, que se practican de manera intensa y sin pausas.
Al principio Andrés nunca pensó que iba a poder practicar este deporte por lo extenuante que se veía, sin embargo, la insistencia de su amigo lo hizo acudir a Xfit Occidental.
“La verdad que fui más por la insistencia de mi amigo, que es instructor de crossfit, pues pensaba que no iba a aguantar ni un día de entrenamiento, sin embargo, gracias a su apoyo pude pasar la primer sesión”, indicó.
De hecho, esa primer experiencia se repitió una y otra vez, algo que no fue sencillo para Andrés, que nunca había realizado ejercicio en su vida.
“Fueron tres días de verdadero sufrimiento, llegaba a mi casa directamente a dormir, no me podía parar, no podía ni ir al baño (risas), lo bueno es que poco a poco me fui acostumbrando, los músculos se fueron moviendo y el ejercicio se te va haciendo un hábito”, dijo.
De nueva cuenta el apoyo de sus amigos (viejos y nuevos), le ayudaron a no dejar de hacer ejercicio, al grado que hoy, cada noche entre lunes y viernes, cumple religiosamente.
“Ya me gustó ese ambiente, a muchos de los que están ahí ya los considero mi familia pues si no puedes con un ejercicio te ayudan, te apoyan para levantar cosas, para asumir la posición correcta, te motivan mucho”, expresó.
Gracias a su rutina de ejercicios, Andrés encontró que le era más sencillo cumplir con su dieta.
“Ahora soy más ordenado con las comidas, estoy comiendo más fruta, bebo mucha agua y me siento cada vez mejor”, explicó.
Estos esfuerzos han comenzado a dar resultados, pues Andrés no sólo ha bajado más de 35 kilos desde que comenzó con las dietas y el ejercicio, sino que también ha visto cómo su figura y su condición física han mejorado. Ambas cosas las comprendió tras un reciente viaje a la Ciudad de México.
“Yo soy muy fanático del América y siempre había querido ver a mi equipo quedar campeón, así que fui al juego contra Cruz Azul. Estando allá estaba muy preocupado por la altura y la forma en la que me iba a afectar en la presión arterial, sin embargo, me sentí muy bien, no me cansaba y pude pasear por toda la ciudad.
“En ese viaje me pasó algo que me hizo que me ‘cayera el veinte’ de que estoy mejorando: Siempre había querido comprarme una camisa del América, pero la talla más grande de esas prendas siempre es XL y nunca me quedaban, pero en esta ocasión me probé una talla L ¡y que me queda! La verdad me sentí muy orgulloso”, relató.
Tras su viaje las buenas noticias continuaron siguiéndolo, pues unos nuevos exámenes le revelaron su actual estado de salud.
“El último estudio mostró que el azúcar la traigo en menos de 70 que ya es normal, el colesterol lo tengo en niveles normales además de los triglicéridos. Cuando vi los resultados la verdad se me dibujó una sonrisa en el rostro”, dijo.
Y aunque sabe que todavía no ha vencido a “sus demonios”, como le llama a todos los problemas que estuvieron a punto de costarle la vida, Andrés está optimista por el futuro, pues sabe que cada vez tiene mayores posibilidades de salir adelante.

SU MAS GRANDE TRIUNFO
Para este joven, llegar a este momento en su vida que ha logrado derrotar a sus malos hábitos es un triunfo por sí solo, aunque no ha sido la más grande de sus conquistas.
Eso sucedió hace apenas unas semanas, cuando Andrés decidió participar en el llamado Reto X-Fit, un circuito de obstáculos de seis kilómetros de extensión donde hasta los más experimentados practicantes del crossfit dudan en participar.
“La verdad lo vi como un reto personal, pensé: ‘igual puedo ir y si a la mera hora me echo para atrás no lo hago’, con eso en mente me inscribí”, recordó.
De hecho, Andrés estuvo a unos segundos de no participar en el evento, cuando se dio cuenta que para terminar el circuito había que escalar bardas de tres metros de altura, abrirse paso en fosas llenas de lodo, subir por montañas de arena, arrastrarse dentro de túneles y bajo alambres de púas y cumplir con una serie de rutinas de ejercicios.
Aún así al final inició la carrera, para encontrarse con que cada obstáculo era un demonio en su camino al que tenía que vencer.
Por ejemplo, al arrastrarse por los túneles y bajo los alambres de púas tenía que luchar con su miedo a los espacios cerrados además de que al escalar bardas de tres metros peleó con su temor a las alturas de sufrir algún golpe.
En varias ocasiones sintió que sus piernas no le respondían y que respirar era un esfuerzo supremo, pero fue entonces cuando sus amigos y compañeros de crossfit entraron a ayudarlo.
“Me gritaban ¡vamos Bebo no te rindas! Cuando tenía que hacer sentadillas varios de ellos comenzaron a hacerlas conmigo y mis instructores estuvieron siempre a mi lado checando cómo me sentía”, relató.
Contra todos los pronósticos, Andrés logró terminar el circuito y la meta se convirtió en una celebración de un triunfo pocas veces visto.
“La verdad es que en ese momento, cuando pasé la meta y todos mis amigos se acercaron a felicitarme me sentía feliz, sin embargo, cuando mi amigo Daniel Ontiveros se acercó para abrazarme sí me quebré y comencé a llorar de felicidad, posteriormente me derrumbé pues las piernas ya no me respondían”, dijo.
Hoy que el dolor físico del enorme esfuerzo que tuvo que hacer se ha ido, Andrés apenas está comenzando a entender el tamaño del logro que obtuvo.
“Mi idea era superar un reto personal y hasta ahorita no me lo creo que lo logré, veo las fotos y pienso que es como un sueño. Aún así mi plan es seguirle y mejorar mi salud, pues me he dado cuenta que si no tienes salud no tienes nada, hoy ya me quiero cuidar para que en un futuro pueda cuidar a una familia.
“Estoy contento, se qué no he logrado mis metas al 100 por ciento, que me falta corregir muchas cosas para poder estar al 100 por ciento, pero en estos momentos he logrado mucho para mejorar mi salud y verme bien, me siento como un campeón”, finalizó.

Busca más noticias

Síguenos en:

  • Facebook
  • Instagram
  • Pinterest
  • Twitter
  • Youtube

Infonavit 2.0

Martha Teresa Reséndez

Destaca México en el G7

Fortino Cisneros Calzada

Los riesgos de la democracia judicial

Neptuno

¡En esta esquinaaa…!

El Apuntador

Archivado bajo: Local Etiquetado con: Reynosa

Barra lateral primaria

Footer

Sitios de Interés

  • El Universal
  • Diario Milenio
  • El Mañana de Nuevo Laredo
  • El Diario de Laredo
  • El Norte
  • La Jornada
  • En Río Bravo
  • La Prensa

Nuestros Sitios

  • Hora Cero Web
  • Hora Cero Tamaulipas
  • Hora Cero Encuestas
  • Hora Cero Nuevo León
  • Revista TOP
  • Revista Doctors

Hora Cero Tamaulipas · Derechos Reservados 2020 ©

Síguenos en:

  • Facebook
  • Instagram
  • Pinterest
  • Twitter
  • Youtube

Periódico líder en información y noticias de hoy: política, cultura, espectáculos y más del Estado de Tamaulipas

  • Local
  • Regional
  • Nacional
  • Internacional
  • Deportes
  • Espectáculos
  • Vida y Cultura