
Estaba un día El Apuntador descansando al inicio de unas merecidas vacaciones, cuando casi nos da un infarto al ver la programación de fin de semana que están poniendo en XERV Canal 9 de Televisa con sede en Reynosa.
Para quienes no estén enterados, con aquello de que casi ni quedan personas que usan antena en sus receptores de televisión, este canal está afiliado con el Canal de las Estrellas y, aunque su base está en Reynosa, su mercado principal es el valle del sur de Texas.
De hecho podríamos decir que el 85 por ciento de su programación son los programas que se ven en el Canal 2 de Televisa, con una promoción especial a las telenovelas, algo que parece les ha funcionado como estrategia comercial.
La única producción propia que tiene este canal son los comerciales que transmiten en los cortes.
Sin embargo, cuando la cosa se pone verdaderamente patética en el Canal 9 es los fines de semana en la mañana.
Resulta que alguien en la empresa consideró que era una buena idea comercializar los espacios de ese segmento en su horario, lo que no sería malo si por lo menos fijaran unos estándares mínimos de calidad en los programas que transmiten.
La verdad sea dicha, es que al no poner ningún tipo de restricción tanto en los contenidos como la producción de estos programas, los pocos televidentes que sintonizan el Canal 9 los sábados y domingos en la mañana se ven realmente agredidos con las producciones que pasan y que están para llorar.
De entrada ahí tienen una quesque revista social cuyo nombre ni siquiera vale la pena el esfuerzo de investigar, y que es conducida por un sobrino del fallecido reportero Julio José Norméndez y una señora que, como persona, nos merece todos nuestros respetos.
El programa (por llamarlo de alguna manera), es grabado en una finca llamada Rancho La Gloria allá en la ciudad de Mission y se supone que presenta los típicos temas de una emisión de revista como lo son consejos de moda, entrevistas con personajes y cosas así.
Pero hay que decir que la producción está para pegarse un tiro y los conductores dejan mucho que desear al momento de presentar sus segmentos.
La cereza del pastel es el llamado ballet del programa, conformado por un grupo de adolescentes que merecen todos nuestros respetos como personas pero, la verdad, no tienen ni el talento o la imagen para salir en la televisión.
Pero si creen que la cosa está mal, esperen a que les contemos el otro programa que compra espacio en el Canal 9 y que es una verdadera bazofia (perdón por el término, pero es lo más amable que pudimos encontrar).
Se llama “Pulgueando en el valle” (o algo así) y como su nombre lo indica se centra en los comerciantes de la llamada Pulga de Alamo, como se le conoce al tianguis más grande del valle de sur de Texas.
La idea en sí no es mala, considerando el mercado que representan los tianguistas que se concentran en este lugar, lo que realmente insulta es la forma en la que es grabada la emisión.
De entrada los conductores no tienen la imagen para aparecer a cuadro, se visten y comportan como todo, menos los encargados de un programa de televisión.
Luego están los camarógrafos, quienes parece que acaban de regresar de alguna posada bastante pasados de copas pues las tomas a cada rato se les mueven.
Además hacen los acercamientos más extraños de la historia, pues sacan de cuadro al conductor y sus entrevistados.
Incluso el programa está grabado de forma tan descuidada que a nadie parece importarte que dos, tres y hasta cuatro compradores pasen por enfrente de la cámara al momento en que están entrevistando a la señora del local de la ropa usada.
Como les hemos dicho, no tiene nada de malo hacer un programa que se centre en los tianguistas de Alamo, la cosa es que hay que respetar un poco las reglas de cómo se debe de hacer televisión y no insultar al auditorio y a los anunciantes del programa.
Qué triste que el Canal 9 haya bajado tan feo el nivel al transmitir este tipo de programas (hay que llamarlos de alguna manera). Si la cosa es poner lo que sea, pueden pasar caricaturas o repeticiones del programa de Los Polivoces.
RETAZOS
Pasando a otros temas y para no dejar el asunto del valle de Texas, resulta que nuestros contactos del otro lado del charco nos comentan que Octavio Sáenz, quien conduce el noticiero de Univisión 48, abandona las filas del canal.
De acuerdo a nuestras fuentes a Octavio le ofrecieron el puesto de portavoz de la oficina regional del Departamento de Transporte en Texas (DOT por sus siglas en inglés).
Regresando a este lado del charco, les queremos contar que la Red de Mujeres Periodistas de Matamoros ya cuenta con una nueva directiva que es encabezada por Delia Arellano Contreras.
Delia era candidata única a la coordinación de la Red, lo que facilitó un poco el proceso de elección.
El resto de la nueva dirigencia la conforman Victoria Castillo, en la secretaría; Lucía Gómez, en el manejo de los dineros, y Gabriela Cerda como vocal.
Nos dicen nuestros contactos en la Red que Delia juró y perjuró a sus compañeras que no va a permitir que sus diferencias con la actual administración municipal afecten sus decisiones como coordinadora del grupo.
En otros temas quizás sea que nadie nos ha querido invitar a alguna Posada, con aquello que nos hemos vuelto requete populares entre los compañeros de los medios de comunicación, pero ¿no se han dado cuenta que no hay programado ningún festejo decembrino de los periodistas?
Desde hace años esta práctica ha ido a la baja de fea manera en los principales municipios de la entidad, donde la convivencia entre los compañeros es cada vez menos frecuente.
Qué lejos se ven aquellos años en que las posadas de los periodistas eran el gran evento social, con la raza y sus familias conviviendo de manera sana y alegre por la llegada del fin de año.
Desgraciadamente la maldita ambición es la que vino a dar al traste a este bonito evento, pues hubo años en que todos querían organizar las posadas solamente para agandallarse los mejores regalos que conseguían de las fuentes informativas.
Porque hay que recordar que apenas iniciaba diciembre y se armaban verdaderos escuadrones de la muerte, que amparados con la venia de todos los compañeros, recorrían las oficinas gubernamentales y privadas solicitando que cooperaran “voluntariamente a fuerzas” con un regalo para la posada.
Lo malo es que hubo reporteros que se dieron cuenta que había fuentes bastante generosas con eso de los regalos y entregaban televisiones, computadoras y otros atractivos presentes.
Obviamente hubo quienes quedaron cegados por la ambición y comenzaron a darse las acusaciones de que se quedaban con los mejores obsequios.
Con el paso del tiempo cada vez fueron menos los que tenían el ánimo de enfrentar la desconfianza de los compañeros y, por ende, ya no había quien organizara las posadas.
Hoy tendremos que conformarnos con los festejos ofrecidos por las autoridades municipales y una que otra oficina pública. Ni modo.
No podemos irnos sin pasar el reclamo de toooodos los compañeros de los medios a los chavos de Comunicación Social en Reynosa, encabezados por Karla de la Garza.
Resulta que en la agenda de una gira de trabajo del alcalde realizada el pasado 4 de diciembre, nomás pusieron el nombre de la colonia donde se realizarían los eventos, sin la calle.
Esto provocó que todos (incluyendo) al presidente municipal, anduvieran perdidos, lo que resulta ser bastante penoso. Aguas para la otra.
Y bueno, como ya estamos que se nos queman las habas por irnos de vacaciones, esta columneja y la que sigue (que será la última del 2013) serán sólo de una página, así que nadie se preocupe, que en enero retomamos el ritmo.