Autrey Rodríguez Dávila, quien hace apenas unas semanas dejó de ser el superintendente de la CFE en esta ciudad, reconoció que existe hay algo con lo que la empresa ha tenido que lidiar siempre: el robo de electricidad.
Recientemente se dio a conocer –en un documento entregado a la Cámara de Diputados– que cada año esta empresa pierde 34 mil millones de pesos por ese concepto, equivalentes al costo del Túnel Emisor Oriente que se construye en la Ciudad de México y que es considerada la obra más grande del mundo.
Autrey Rodríguez Dávila reconoce que este delito no ha podido agotarse, pero adelanta que vienen nuevos mecanismos para combatirlo.
“Sí hay problemas de ese tipo, es verdad, sí tenemos lo que son perdidas, es por eso que se están tomando medidas y el ingeniero Esaú trae nuevos proyectos para abatir ese indicador y tratar de mejorarlo.
“En estos momentos no tengo la cantidad de mermas a nivel Reynosa, sería mentir si digo alguna, pero sí, constantemente atrapamos gente robando”, afirma.
Este ingeniero mecánico-eléctrico y licenciado en administración por el Tecnológico Regional de Monterrey, considera que “de alguna manera a la clase económica le ha pegado la crisis y a veces lo hace como una necesidad”; no obstante, refiere que también existen usuarios que se conectan ilegalmente a la luz con el único propósito de defraudar.
“Tenemos casi 400 notificaciones de ajustes de gente que se la está robando, por eso es importante señalar y exhortar a la población a que no lo haga, porque las multas son elevadas, además de que de una manera u otra saldrá a flote el engaño.
“Siempre se le va a encontrar en el servicio cuando tienen uso ilícito, si no es en este año, el próximo año, y eso ocasiona multas muy elevadas y a veces hasta denuncias penales que en un momento dado puede causar que vayan a la cárcel. Las sanciones económicas pueden ir de los seis mil pesos hasta arriba de los 100 mil”, indica.
Pero Autrey explica que el hurto no solamente se origina en casas habitación, sino también en comercios y empresas, aunque en cualquier modalidad es grave.
Una de las estrategias a seguir para la modernización y el control, recalca, es la instalación de medidores inteligentes de autogestión. En Reynosa, afirma, ya se han instalado 60 mil, en donde se tiene proyectado que el mismo usuario pase una tarjeta de prepago para que pueda disponer del servicio.
Además insistió en que los consumidores seguirán teniendo apoyo por parte de la CFE en relación a los subsidios, que cubren parte del costo de la electricidad utilizada en cada uno de los hogares.
Expresa que está planeada para el siguiente año la construcción de una subestación hacia el sur de la localidad, estableciendo nuevas líneas que le darán mayor confiabilidad al sector comercial e industrial, con una inversión de 100 millones de pesos.
Cabe destacar que la Comisión le brinda servicio a 290 mil usuarios (traducidos en la misma cantidad de medidores) y posee una red eléctrica de cinco millones 624 mil 304 kilómetros de cableado, sostenidos en 55 mil 683 postes de luz, según datos proporcionados por la Coordinación de Distribución.
El área de influencia de la zona Reynosa va desde el municipio de Río Bravo hasta el poblado de Valadeces, pasando por Díaz Ordaz.
LA DESPEDIDA
Tras su comparecencia donde se dio a conocer la llegada de su relevo (el ingeniero Esaú Abimelec Vázquez Madrigal, quien desde el lunes 14 de octubre se desempeña como encargado de la División Golfo Norte, la más importante del país después de la demarcación de Monterrey), Autrey señaló que ya era hora de jubilarse.
El entrevistado subraya que su retiro obedeció a una decisión personal y que deja a la CFE con nuevos retos y encaminada hacia la mejora.
Luego de 30 años de servicio –10 de ellos asignado al sector fronterizo de Reynosa– agradeció la oportunidad de haber ocupado esta responsabilidad, en la que asegura le tocaron afrontar “retos muy difíciles”, los cuales considera que se superaron de manera exitosa.
“Aún recuerdo cuando llegué teníamos largas colas de personas, pero todo eso lo fuimos reduciendo al mejorar el servicio; es una experiencia muy grande, de alguna manera uno cree que nunca le va a llegar la hora, pasan cosas, pasan años y se cierran los ciclos.
“Comentaba a mis compañeros que es maravilloso ver como cambian las personas, porque no cambiamos por el mobiliario o por las cosas que tenemos, por el carro que tenemos, sino que cambiamos por las personas que nos acompañan y afortunadamente yo tuve muy buenos compañeros de trabajo, muy buenos subordinados”, manifiesta.
Agrega que se va con la frente en alto para iniciar otra fase de su vida, dedicarle más tiempo a su familia y empezar nuevos proyectos.
“Me han salido varios ofrecimientos, pero nos queremos esperar a ver que es lo que pasa y echar a volar la siguiente etapa”, comenta, contagiado por el emotivo momento del adiós.
“Me llegó la hora de despedirme de mis compañeros, de dejar una etapa que sé que no va a volver; se topa uno con sentimientos encontrados de tristeza y de alegría; de alegría porque también le vas a dedicar más tiempo a la familia y de tristeza, porque dejas compañeros que posiblemente no vas a volver a ver el resto de tu vida”, reflexiona.
Originario de Sabinas Hidalgo, Nuevo León, el otrora regente de la Comisión Federal de Electricidad en Reynosa acepta que mover los hilos de una empresa tan importante no es sencillo.
“Lo tienes que llevar con mucha pasión también, dedicarle bastantes horas de trabajo, no solamente ocho al día, sino a veces 18 o 25 diarias, porque se vienen presiones muy fuertes”, pormenoriza.
Confiesa que su mejor época en la CFE la vivió en los últimos años, porque la experiencia le sirvió para desarrollar mejor su trabajo e implementar eficientemente los conocimientos al personal, mientras que la circunstancia más difícil transcurrió con el fallecimiento de dos compañeros cuando aún laboraba en el estado de Nuevo León.
“Son situaciones que a veces se presentan por falta de experiencia y conocimiento. También recién llegado aquí (a Reynosa) tuvimos el deceso de un empleado.
“Trabajamos arduamente en capacitar mejor a la gente, en darles el mejor equipo, mejores herramientas y hoy puedo decir que la de aquí es la división que tiene más años sin accidentes de trabajo, ya tenemos cinco años sin incidentes graves en la zona de Reynosa y eso te hace sentir satisfecho”, menciona.
Mientras tanto, ante la llegada de un nuevo superintendente, Autrey Rodríguez Dávila enfatizó que la Comisión se queda en buenas manos, con una persona que viene de desempeñar este mismo puesto en el Estado de Coahuila y que tiene 20 años de experiencia en el sector.