
En los 15 años de Hora Cero, las entrevistas con reconocidos personajes del ámbito empresarial de Tamaulipas han formado parte de la historia del periódico y hay una que sobresale de las demás: la que sostuvo nuestro compañero Luis Alonso Vásquez con Ramiro Garza Cantú.
Fue en el mes de enero de 2008, en la edición 238, cuando el empresario tamaulipeco dio a conocer una historia de éxito marcada por una vida de trabajo intenso. En esa ocasión también habló de la demanda millonaria que ganó por difamación en una corte de Estados Unidos.
Para el tamaulipeco el momento más difícil y complicado de su vida fue el 13 de febrero de 2005, cuando Billy R. Flanigan mandó publicar en la revista Proceso un documento donde lo acusaba de estar vinculado con el narcotráfico y el lavado de dinero.
Garza Cantú se convirtió en el primer mexicano que ganó una demanda de 188 millones de dólares por difamación, en Estados Unidos.
El histórico fallo del juez Davis Tager de Nueva York, ordenó a Flanigan resarcir los daños provocados al mexicano con 38 millones de dólares por concepto de gastos legales, y 150 más para subsanar los daños morales y profesionales en su contra por el reportaje publicado en México y Estados Unidos.
La suma ha sido considerada la más grande compensación económica en un caso de ese tipo en el vecino país.
En enero de 2008 el jurado neoyorkino consideró que las declaraciones de Flanigan causaron humillación, angustia y daños a la reputación y economía del empresario.
En entrevista con Hora Cero, Garza Cantú aseguró que su motivación para demandar a quien lo difamaba no fue el dinero, sino la defensa de su moral y amor propio.
“Fue en defensa de un hombre que ha trabajado –como yo– y que me preocupo por mi familia. Nunca tuve miedo de perder el caso, estaba defendiendo mi honor y el de mi familia”, señaló.
Después de compartir con Hora Cero el proceso legal que inició en 2005, Garza Cantú narró la historia de los primeros pesos que ganó gracias a su padre que era granjero.
“Lo acompañábamos, mis hermanos y yo, a cultivar y cuidar del ganado, mi padre nos compensaba por ese trabajo. Al paso de los años, ya casado, me asocie con un amigo para comprar un camión de volteo e iniciar la venta de materiales a la refinería”, mencionó.
En esta entrevista Garza Cantú se describió como un hombre millonario por tener la fortuna de contar con su madre, siendo esa la felicidad más grande del mundo, dijo.
“La familia (madre, hermanos, esposa e hijos) es el valor más importante y caro, que no compra el dinero”, puntualizó el presidente de Grupo R.