
Estaba un día El Apuntador checando el índice de mortalidad de neuronas cada vez que se veía un capítulo de Pequeños Gigantes, cuando nos encontramos con una frase del maestro ?Fernando del Paso que dice más o menos así: “La buena ortografía es como el vestir bien”.
La verdad es que estas palabras nos llamaron mucho la atención, pues en una actividad como el periodismo, la buena ortografía es una obligación.
Desgraciadamente muchos compañeros de los medios (de todos lados, que nadie se sienta excluido), escriben con más errores ortográficos que un niño de preescolar, y lo que es peor, publican sus notas sin corregir.
Para las personas que no estén muy enteradas de cómo funcionan las redacciones de los periódicos (que al ser medios escritos demandan un mayor cuidado en este renglón), les contamos que generalmente existe un departamento de corrección, que se encarga de verificar que la redacción cumpla con todas las reglas.
Lo malo es que en ocasiones algunos compañeros reporteros se confían demasiado de este departamento y mandan sus notas con más fallas que una carcacha Chevrolet modelo 1972.
Basta dar una hojeada por los principales periódicos de la entidad para encontrarnos lamentables casos donde las reglas de ortografía son atropelladas por la raza de los medios.
Y si en los periódicos la cosa está triste, en Internet la situación está verdaderamente para llorar.
Como generalmente los portales son administrados por una sola persona, que la hace de reportero, editor, encargado de sistemas y todo lo demás, no hay manera de verificar la ortografía y se les van tremendos gazapos.
Aquí les dejamos un ejemplo bastante triste pues aparece ni más ni menos que en la cabeza de la nota. Para los que no se han dado cuenta les aclaramos que la palabra avante se escribe con v, no con b.
Y que no nos vengan que querían decir algo relacionado con el Hijo de Metanira y Celeo de la mitología griega quien por haberse burlado de Deméter fue convertido en lagarto.
Lo más patético es que en estos tiempos de avances tecnológicos, los programas de procesadores de palabras como Word cuentan con la opción de corrección ortográfica… basta hacer un par de ajustes para ponerlo a funcionar y listo.
Ojalá la raza tome conciencia de la importancia que tiene escribir correctamente, después de todo es nuestra obligación como medios de comunicación.
RETAZOS
Pasando a otros temas nos da mucha tristeza reportar el fallecimiento del compañero fotógrafo Héctor Sepúlveda, mejor conocido entre el gremio periodístico y los “puntos rojos” la policiaca como “la Guajo”.
Combativo, valiente y enamorado de su profesión, “la Guajo” anduvo por muchos años cubriendo esta difícil fuente tanto para Prensa de Reynosa como su vespertino El Sol.
Ya más recientemente anduvo por Metrópoli y otros medios cibernéticos a los que surtía de notas policiacas.
Desgraciadamente “la Guajo” sucumbió a una enfermedad que lo aquejaba desde hace muchos años y había minado seriamente su salud y talante. Descanse en paz.
En temas menos tristes les comentamos que los que seguramente se van a llevar una sorpresa bastante desagradable son las decenas de reporteros que exigieron su acreditación para entrar de gorra a los juegos de los Broncos de Reynosa y no se aparecieron por el parque “Adolfo López Mateos” en toda la temporada.
Como seguramente ya lo saben el equipo fronterizo acaba de calificar a la post temporada y eso generará un renovado interés de la afición, que seguramente va a llenar las gradas del estadio.
Obviamente quienes también van a querer disfrutar del espectáculo van a ser todos los reporteros que pidieron, qué decimos pidieron ¡exigieron! Su acreditación.
El problema para ellos es que en caso de que los Broncos lleguen a pasar a la final de la zona Norte, como toda la afición espera que suceda, las acreditaciones que otorgó el club dejan de tener valor, pues en esta instancia la Liga Mexicana de Beisbol agarra el control de todo el asunto.
¿Qué quiere decir esto? Que va a haber una estricta selección de los medios que serán acreditados para cubrir los partidos y en ella se tomará en cuenta la verdadera cobertura que se le dio al beisbol en esta frontera.
Ni modo compañeros, todo parece indicar que si van a querer ver el beisbol en el parque “Adolfo López Mateos” van a tener que hacer fila afuera de la taquilla como todos los mortales y pagar su boleto.
Pasando a otros temas les platicamos que el todavía nuevo gerente de Noticias de Televisa Monterrey, Roldán Trujillo Yáñez, nomás no ha dado pie con bola con el encargo que obtuvo gracias a la recomendación de su antecesor en el puesto, Francisco Cobos, y del actual gerente de Producción, Alberto Sandoval.
Por cierto, ellos ya están más que arrepentidos de haberle dado el espaldarazo ante Eugenio Azcárraga, el director de Televisa Monterrey, pues ni el trabajo ni los resultados han sido lo que esperaban, lo cual tiene a ambos muy decepcionados.
Uno de los problemas es que, desde su arribo a la televisora, Roldán creyó que Alberto Sandoval era el mismo reportero que cubría al equipo de Tigres y estaba bajos sus órdenes en el periódico Metro y lo quiso tratar igual, lo cual hizo que saltaran chispas.
Esta situación interna en Televisa Monterrey ha dado como resultado que los directivos de la competencia, TV Azteca y Multimedios, estén harto felices porque los de enfrente se hunden.
El señor Azcárraga no sabe que su gerente de Noticias usa a Televisa Monterrey para hacer crecer el negocio de su página de Internet (www.noticiasalaire.com), aumentando o amarrando convenios con diferentes gobiernos e instituciones públicas, mientras el rating empeora con el paso de los días.
Esto es hacer negocio dentro de otro negocio, pues Roldán tiene convenios con municipios como San Nicolás, Monterrey y Escobedo, así como la UANL, Congreso y gobierno del Estado. En Apodaca lo acaba de cortar el alcalde Benito Caballero y en Guadalupe nunca quisieron tirar su dinero dándole publicidad.
De hecho es a ese negocio al que le pone más atención. Ésa es la razón por la cual el rating y la cobertura de noticias de Televisa no lo desvelan aunque van en caída libre. Además, que también es muy grave, no le entiende a ese ambiente de la tele y sus pupilos no lo respetan, se ríen a su espalda y en sus prolongadas ausencias.
Otra de las costumbres del señor Trujillo es justificar los malos resultados culpando a los funcionarios públicos porque, según él, le dan las exclusivas a la competencia. Por eso habla mal de Cynthia Yáñez, coordinadora general de Comunicación del Gobierno del Estado de Nuevo León pues, asegura, le ofrece información privilegiada a Multimedios y a TV Azteca.
De la misma manera echaba pestes de Francisco Cienfuegos, antecesor de Yáñez, debido a que nunca quiso invertirle a su página web.
Pero ¿cómo exige que apoyen a su página si sólo trabajan él y un empleado que le ayuda a subir y bajar notas? La verdad, ¿quién conoce ese sitio de Internet, cuántas son las visitas que tiene? seguramente sólo la verán él y algunos parientes que tiene en Matamoros, Tamaulipas.
ANTECEDENTES
El Roldán de ahora nada tiene que ver con aquel joven humilde que vivía en una casa de madera de 5 x 5 metros, detrás de la central de autobuses de Matamoros.
Ya no es el mismo que de dientes para afuera le agradeció al dueño de Hora Cero que lo haya rescatado –pestilente- después de ser despedido de El Norte y vetado en los medios e instituciones públicas por su misma ex empresa. ¿Qué habrá hecho para que el periodicote haya actuado de esa forma contra su antes bien amado e intocable subdirector editorial?
En Hora Cero obtuvo cobijo y se le abrieron las puertas por una razón: LÁS-TI-MA. Pero ya nada queda de ese Roldán que venía a esta editora a cobrar sus cheques en lo que fue su primer empleo después de que El Norte le sacó sus tiliches a la calle.
En Hora Cero fungió como editorialista y jefe de proyectos especiales, uno de ellos el suplemento El Constructor que, vale decirlo, terminó desapareciendo bajo su dirección.
Aquel sonado despido del señor Trujillo como subdirector editorial de El Norte provocó muchas olas y aquí dimos a conocer sólo algunos detalles, porque otros fueron omitidos al considerar que el veto del periodicote hacia él ya era suficiente como para bailarle todavía el Jarabe Tapatío a un colega.
Pero nunca es tarde para recordárselo: la razón de su salida fue que lo acusaron de proteger a sus amigos políticos, publicándoles notas positivas y ocultando las negativas.
Fue justicia divina que le pasara lo mismo que él le hizo a muchos periodistas: llegó un día a trabajar y le dijeron que ya no podía entrar a las instalaciones de El Norte, ni siquiera a recoger los objetos personales de su escritorio y de su computadora, porque la gente de Recursos Humanos ya se estaba encargando de eso.
¿Cómo olvidar la sorpresa que se llevaron los encargados de limpiar su lugar cuando encontraron en un cajón un grueso fajo de dólares y otras cosas?
La justificación del señor Trujillo fue que los dólares eran una compensación compartida que les daba su jefe máximo Alejandro Junco, director general del Grupo Reforma, a él y a su compadre querido, Eduardo Campos. De lo otro encontrado en su escritorio estamos investigando.
Así ocurrió el despido del señor Trujillo de El Norte. Y de Hora Cero salió porque intentaba hacer lo mismo que ahora hace en Televisa: un negocio dentro de otro negocio, pues se atrevió a planear un proyecto informativo en Radio Fórmula, invitando a reporteros de esta empresa a espaldas del dueño.
Incluso terminó distanciado con sus socios en ese proyecto radiofónico, quienes eran sus grandes amigos. Después, las aguas regresaron a su nivel.
Recordemos que cuando egresó de la facultad de Comunicación (1985) muchos de sus compañeros ya estaban trabajando en los medios: Jacqueline Lerma, Héctor Bencomo, María Elena Sánchez, Santiago González, Felipe Alvizo, María Elena Meza y Luis Barrera, entre muchos otros, eran ya todos reporteros, algunos de El Norte, y él seguía siendo encuestador en esa misma editora.
En ese matutino creció cobijado por Manuel Galván y Martha Treviño. Por cierto, luego que su lugar fue ocupado recientemente por Humberto Castro, para variar, empezó a hablar pestes de su ex compañero.
Hace días, el señor Trujillo tuvo el atrevimiento de citar a Leopoldo “Polo” Villarreal a Televisa Monterrey para hablar con él. Recordemos que a Polo lo corrieron recientemente de Multimedios porque lo encontraron haciendo el mismo tipo de transas: beneficiar a los amigos políticos con la línea editorial de la empresa.
Todos los que vieron a “Polo” Villarreal en la televisora se quedaron “de a seis” y se preguntaron ¿cuál será el talento que busca Roldán para sus nuevas contrataciones, hacer negocios personales a espaldas de la empresa?
Otro botón de muestra: El sábado 9 de julio pasado por la mañana, Roldán tuvo un fuerte altercado con uno de los jefes de información de Las Noticias, Ernesto “Neto” Jiménez, y con la productora Denise Valdez.
El flamante gerente de Noticias llegó con la espada desenvainada y la sacó contra sus pupilos, gritándoles y regañándolos porque, según él, exageraron en la cobertura de la matanza de 20 personas registrada la noche anterior en el bar Sabino Gordo.
¿¡Qué quéeeeeeeeeeeeeeee!? Pues sí, en su opinión y vasta experiencia en tele, un hecho tan sangriento debía ser cubierto por sus reporteros y conductores como si fuera la nota de una persona atropellada en la carretera Miguel Alemán.
Si hasta el mismo Joaquín López-Dóriga estuvo mencionando el hecho de Monterrey en su noticiero en El Canal de las Estrellas y no una, ni dos, ni tres sino varias veces ¿cómo Roldán Trujillo quiso minimizar o silenciar esa nota? La única explicación está en hacer crecer su negocio personal poniendo los contenidos noticiosos de Televisa Monterrey como garantía.
En la discusión, Ernesto Jiménez y Denise Valdez no podían entender las palabras que salían de la boca de su jefe, más preocupado seguramente por su facturación y pagos puntuales a su insignificante sitio web, a cambio de maquillar la gravedad de los hechos violentos en Nuevo León.
No hay duda que Roldán Trujillo, desde su puesto, va a sacrificar -como ya lo hizo en El Norte- los contenidos en Televisa Monterrey para proteger sus intereses y apoyar a sus amigos funcionarios y ex funcionarios. Por ejemplo, no hay explicación que convenza sobre las constantes apariciones de Aldo Fasci Zuazua, ex director de Seguridad Pública de Nuevo León en el pasado gobierno, en Las Noticias de Televisa Monterrey.
La única lógica es que Fasci Zuazua, quien no es funcionario y actualmente está desempleado, está siendo promovido por su amigo Roldán Trujillo desde su puesto pero ¿a cambio de qué?
¿Qué pensarán, en la mesa de asignaciones, los jefes de noticias y productores cuando, por un lado, su gerente de Noticias les pide entrevistas con Fasci Zuazua, y por el otro, se molesta porque exageraron en la cobertura de hechos sangrientos?
Total, el resumen de la gestión de Roldán Trujillo al frente de los noticieros de Televisa es que tiene el rating muy bajo, los empleados se están quejando porque no hay liderazgo y los únicos convenios que están prosperando son los personales. Ojo, Eugenio, mucho ojo.
Sólo para refrescarle la memoria al señor Trujillo: cuando salió de El Norte con las peores recomendaciones, no solamente Hora Cero le dio un sueldo decoroso, sino que también lo recomendó para trabajar en los periódicos El Mañana de las ciudades de Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo.
En Nuevo Laredo, la empresa periodística de la directora general, Ninfa Deándar Martínez, simplemente no lo reclutó porque a sus oídos le llegaron algunas negras historias que sucedieron en su paso por El Norte.
Y en Monterrey nadie lo contrataba…
Como estamos en periodo vacacional los dejamos sin la gustada pregunta de la quincena.
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