
Estaba un día El Apuntador hackeando el correo electrónico de Santa Clós nomás porque no tenía nada mejor que hacer, cuando nos contaron una historia harto interesante.
Resulta que un querido amigo de esta columna, que había terminado de leer la pasada entrega donde reseñamos lo buenos que son los medios norteamericanos para “matizar” las noticias de la violencia que se vive en el valle del sur de Texas, nos platicó un curioso incidente relacionado con este tema.
Como recordarán, hace unas semanas un par de jóvenes fueron baleados por un grupo armado en el interior de un súper exclusivo complejo habitacional que se ha convertido en el favorito de todos los mexicanos de billetes que buscan escapar de la violencia que se vive de este lado de la frontera.
Pues bien, tras el lamentable incidente, medios de comunicación del Valle de Texas como, por ejemplo, The Monitor de McAllen, se dieron a la tarea de minimizar el asunto, calificando el hecho como un simple pleito entre adolescentes.
El trato que le dieron a este homicidio fue muy diferente a los reportes que dan cuenta de la situación que se vive en México, donde los texanos son bastante específicos para dibujar los detalles de las balaceras y los hechos violentos.
Es más, resulta muy curioso que al reportar esta noticia, los medios del Valle de Texas no dijeran que este es el segundo ataque que se registra en este sector tan exclusivo de la frontera, pues el pasado mes de julio un comando armado se metió a una residencia, arrastró al padre a la sala de su casa y le metió un balazo en la cabeza.
¿Se imaginan si esto hubiera sucedido en México? ¿Se imaginan los encabezados, la cobertura, los espacios y la redacción que hubiera salido publicado en The Monitor y otros medios texanos?
Resulta más que evidente que la estrategia de los medios de comunicación, las autoridades y los empresarios del valle de Texas es hacer un frente común para defender a capa y espada la imagen de tranquilidad y paz que, aseguran, se vive en sus comunidades.
¿El objetivo? Seguir gozando de la preferencia de miles de compradores que cada fin de semana atiborran los centros comerciales, bares y antros de estas ciudades.
Y es que los texanos están seguros que las hordas de compradores serían mucho menores si de pronto comienza a salir en los periódicos que en McAllen, Mission, Pharr, Brownsville y San Juan también hay balaceras y muertos.
Sin embargo –a diferencia de lo que pasa en México- allá sí existe un frente común en donde están dispuestos hasta a mentir con tal de defender sus intereses económicos… no olviden que en Estados Unidos “money talks” (o como diríamos por estas tierras “con lana baila el perro”, bueno, algo así).
Además, si los texanos tanto quieren andar reportando lo que pasa en México, porqué no mandan a sus reporteros y camarógrafos a las zonas de conflicto en lugar de estar colgados del Twitter y llamando a las redacciones de los medios fronterizos mexicanos pidiendo que les pasen un reporte.
Pero bueno, no nos queremos desviar de la historia. Resulta que tras el lamentable incidente, un importante periódico de la frontera tamaulipeca utilizó la palabra “emboscada” en el encabezado de su portada al referirse a estos hechos.
Tras ver el periódico un alto funcionario del Departamento de Policía de la ciudad de Mission contactó indignado a los reporteros de la sección del Valle de Texas para exigirles una fe de erratas pues, aseguraba, los hechos no fueron una emboscada.
El reclamo del funcionario llegó hasta la redacción del periódico fronterizo, donde se informó al editor encargado de hacer la portada sobre la molestia de los texanos. Con la tranquilidad que siempre lo ha caracterizado, este experimentado periodista de mil batallas explicó a sus jefes su posición con unas palabras que se escucharon más o menos así:
“A ver… era un grupo de hombres armados con armas de alto poder, quienes llegaron en dos camionetas y dispararon en contra de unos jóvenes a quienes sorprendieron… si eso no es una emboscada ¿entonces qué es?”.
Tras escuchar la explicación del editor todo quedó decidido: no habría fe de erratas, pues los hechos fueron, efectivamente, una emboscada, por mucho que les haya molestado a las autoridades de Mission, Texas.
Ya para terminar la historia les informamos que el periódico en cuestión se llama El Mañana de Reynosa y el editor es Javier Nava, a quienes les enviamos una felicitación por poner los puntos sobre las íes.
LA VERSION DE DEISY
Pasando a otros temas queremos agradecerle a la compañera Deisy Ríos, ex de Televisa, que nos haya enviado su versión de los hechos sobre su salida de Televisa Noreste, donde estuvo laborando por varios años.
Nos cuentan que Deisy nos asegura que nadie en la empresa le dio una explicación oficial de por qué la dieron de baja, incluso, el día que le notificaron de su despido, ella venía regresando de una incapacidad pues había estado enferma.
Lo que sí nos asegura Deisy, es que está muy dolida con los jefes de Televisa Noreste (con todos), quienes ni metieron las manos para por lo menos averiguar por qué la estaban despidiendo.
Sólo algunos camarógrafos y raza de piso tuvieron la decencia de salir a despedirla, recuerda.
Sin embargo, lo que más indignante suena en todo este caso es que el día que la dieron de baja, la tuvieron encerrada en una oficina por más de 15 minutos, mientras un guardia se encargaba de recoger sus cosas en un escritorio, ponerlas en una cajita y escoltarla a la salida, como si la chica no se hubiera entregado en cuerpo y alma a la empresa de donde la despidieron.
La verdad no hay derecho que traten así a la gente, aunque también tenemos que reconocer que nos han contado verdaderas historias de horror del trato que reciben las personas que son despedidas de Televisa Noreste.
Desafortunadamente para Deisy le tocó sufrir el trato que luego tienen muchas empresas, a quienes parece no importarles las noches de desvelo y entrega total de sus empleados, quienes no dudan en ponerse la camiseta para, luego, recibir una patada ahí en el santo lugar donde la espalda pierde su nombre.
Va un saludo para la reconocida reportera, quien seguramente dentro de muy poco tiempo vamos a volver a ver en acción pues ya tiene varias ofertas.
RETAZOS
Pasando a otros temas va una condolencia para el buen amigo y colaborador de nuestro portal de Internet José “Pepe” Canales por el sensible fallecimiento de su señora madre hace unos días.
Ojalá “Pepe” y su familia puedan encontrar pronto la resignación que necesitan para superar este amargo trago de la vida.
Lamentablemente también tenemos que reportar el deceso de Manuel Vela Ostos, quien durante muchos años fue el director de la agencia publicitaria y productora de los noticieros del Canal 9 en Tampico, Tamaulipas.
Le enviamos una sentida condolencia a su esposa y sus hijos, Jorge, Francisco, Héctor y Manuel.
En otros temas menos tristes hay que consignar la aportación al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española que hizo nuestro compañero José Manuel Meza, conductor del noticiero La Voz que se transmite de lunes a viernes de la una a las dos de la tarde tanto por nuestro portal de Internet www.horacero.com.mx y el 1390 AM La Papaya de Corpo Radio Gape.
Resulta que en la edición del pasado 30 de noviembre José Manuel hablo del “auto suicidio”, un término que la verdad no sabíamos que existía pero, como somos bien buena onda, hemos encontrado algunos posibles significados.
Auto suicidio.– dícese del acto de matarse dentro de automóvil… o bien podría ser el acto de cometer un suicido en automático.
Si tienen alguna otra propuesta de definición de esta palabra compuesta no dejen de enviarla a nuestro correo electrónico.
Y ya que estamos hablando de regazones no podemos olvidar la que hace unos días cometió El Universal, que en la portada de su edición impresa sacó la nota de que “el jefe” Diego Fernández de Ceballos había sido liberado por sus secuestradores y que ya se encontraba en compañía de su familia.
La nota (sin confirmar) era tan apetitosa, que comunicadores de la talla de José “Pepe” Cárdenas se colgaron de ella y la dieron a conocer por medio de su cuenta de Twitter.
Lo malo de todo este asunto es que al final resultó que la noticia era un borregote.
Y si creen que el error en sí es simpático, seguramente no han visto las reacciones que ha provocado dentro de El Universal y otros medios de comunicación este hecho.
Primero está la carrilla que Milenio por medio de Ciro Gómez Leyva, Carlos Marín y hasta Joaquín López Dóriga no han dejado de tirarle al error de El Universal a quien, parece, ya quieren crucificar como el más grande pecador de la historia del periodismo… como si alguno de ellos nunca se hubiera equivocado.
Pero además está la respuesta de El Universal, que hasta salió con la puntada de elaborar un editorial con la pregunta “¿En dónde está Diego?”.
Buscando hacer un control de daños, el editorial aclara que la fuente de la noticia fue un empresario sobrino del político panista quien ha estado en contacto con El Universal desde hace varios meses.
“Su llamada, pasada la medianoche del viernes y su tono categórico y efusivo, fue asumida razonablemente como un aviso de la familia, aun cuando a esa hora las autoridades no podían confirmar o reiterar el hecho. Acreditada la fuente, sólo podemos especular sobre los motivos de la contradicción de versiones entre distintos círculos familiares. Uno: en efecto el Jefe Diego fue liberado, pero por razones de negociación no puede anunciarse hasta determinada fecha. Dos: el sobrino se equivocó de buena fe, a partir de datos y señales que le convencieron, erróneamente, de un desenlace afortunado. Tres: las versiones encontradas reflejan distintos niveles de involucramiento y/o fricciones entre varios círculos familiares. Cuatro: el Jefe Diego sigue secuestrado, pero una parte de la familia cree que anunciar su liberación ejercerá algún tipo de presión a su favor”, dice el editorial.
Buscando involucrar a la mayor cantidad de medios posibles (para no tener que tragarse este sapo solitos), El Universal recoge la versión de La Jornada que dice que una fuente de seguridad nacional les aseguró que el panista estaría en libertad pero en malas condiciones.
Lo que resulta evidente es que en estos tiempos donde la información vuela con velocidad vertiginosa, los medios de comunicación tienen la presión de intentar ganar la exclusiva con el riesgo de que al hacerlo no estén cumpliendo con uno de los preceptos básicos del periodismo, que es la confirmación.
Desafortunadamente todos los que estamos en este hermoso ambiente sabemos que esta profesión es muy ingrata, pues cuando se trata de noticias de este calibre sólo tenemos una sola oportunidad: si le atinamos somos la neta del planeta hasta que llegue otro con otra exclusiva y si fallamos somos los burros más grandes de la manada.
Ni modo, son los riesgos de la profesión.
Y ya que andamos con los escándalos de los medios nacionales, no podemos dejar fuera el pleito que se traen el semanario Proceso y Televisa, quien en el noticiero de Joaquín López Dóriga acusó al reportero Ricardo Ravelo, encargado de los temas del narcotráfico, de haber recibido dinero del delincuente Sergio Villarreal, “el Grande”.
Las acusaciones se dieron después de que en su portada, Proceso manejó un reportaje donde asegura que el fallecido Juan Camilo Mouriño, hombre de todas las confianzas del presidente de la República, Felipe Calderón, había designado a un general del ejército para encabezar unas negociaciones secretas con los principales grupos delincuenciales del país.
Por medio de video y supuestos testimonios ministeriales, Televisa acusó a Ravelo de haber recibido 50 mil dólares de la delincuencia a cambio de dejar de mencionarlos en su trabajo periodístico.
Como era de esperarse Proceso salió al paso de las acusaciones y denunció que todo se trata de una agresión en su contra orquestada por el gobierno de Felipe Calderón en contubernio con Televisa.
Y asegura en su comunicado “el montaje de la acusación salta a la vista a partir de un dato: de acuerdo con la versión de Televisa, el supuesto testimonio de ‘el Grande’ en el que se acusa a Proceso fue rendido el pasado 4 de noviembre. Sin embargo, ‘el Grande’ alude a una portada publicada 17 días después, el 21 de noviembre”.
Al darse cuenta del error, Televisa dejó de manejar fechas del supuesto testimonio, pero continuó con sus notas contra Proceso, por lo que podemos esperar muchas novedades en este tema.
En otras cosas menos violentas, nos tomamos el atrevimiento de utilizar el cartón del reconocido monero de Milenio Jans (a quien le mandamos un saludo y una disculpa) para ilustrar algo que hemos platicado desde hace varios meses en este espacio: la proliferación de los portales de Internet de noticias en Tamaulipas.
Y es que en estos tiempo prácticamente cualquiera con una computadora y acceso a Internet puede abrir una página, “fusilarse” notas de otros portales y sentirse dueño de un medio, algo que era más complicado hacer en los tiempos de la prensa escrita.
No se trata de decir que todos los portales de noticias en la entidad son malos, hay unos que tienen muy buena organización y una red de corresponsales que mantienen bien informado al público, sin embargo, hay que decir que para llegar a este nivel hay que trabajar mucho, invertir y, sobre todo, tener una gran responsabilidad ante los lectores.
Desafortunadamente en la actualidad sobran los que se la quieren llevar por la fácil, tomando atajos y cometiendo todo tipo de deshonestidades a cambio de un pingüe convenio de publicidad.
Ojalá estas páginas sean solamente una moda y pronto se acaben.
Y ya para irnos va la gustada pregunta de la quincena: ¿quién es el jefe de información de una televisora a quien sus compañeras acusan de ser un misógino, intolerante y envidioso?
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