
El 18 de abril fue el peor día en la vida de Roberto Rodríguez Martínez, un humilde operador de grúa mecánica, pues no sólo perdió su empleo y a uno de sus mejores amigos, sino también su libertad.
Este empleado de la empresa Manejo Integral de Reciclados, S.A. de C.V., se ha convertido en el protagonista de una historia de olvido e injusticia que no sólo lo perjudica a él, sino también a la familia de otro trabajador muerto en un accidente laboral.
Y es que Roberto –a quien sus amigos conocen como “Toto”– enfrenta una acusación penal por el delito de homicidio culposo en perjuicio de su compañero de trabajo, Antonio Alcántara Guevara, misma que lo mantiene internado desde hace más de un mes en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Reynosa.
Una injusta interpretación de la ley, sumada a un criminal desdén de los patrones de Rodríguez Martínez, condenaron a este humilde padre de cuatro niños menores de edad a permanecer preso y sin posibilidades de recabar los más de 100 mil pesos que se le han fijado como fianza para que pueda recuperar su libertad.
LA INJUSTICIA NACIO DE UN ACCIDENTE
Tanto Rodríguez Martínez como Antonio Guevara Alcántara –hoy occiso– eran empleados de la empresa Manejo Integral de Reciclados, S.A. de C.V., que se encuentra ubicada en sobre la carretera Reynosa-Monterrey, en la colonia Esfuerzo Nacional.
De acuerdo a los archivos del Registro Público de la Propiedad –a los que se pudo tener acceso–, esta empresa fue registrada el 19 de octubre de 2006 con la escritura número 1743 elaborada por Notario Público 295, César Amílcar López.
De acuerdo a la escritura, uno de los socios de este negocio dedicado a la compra y venta de chatarra, es una persona identificada como César Eduardo López Salazar.
Sin embargo, de acuerdo al testimonio de empleados, quien realmente tiene el control y manejo de todos los asuntos de la compañía es el padre de César, de nombre Eduardo López Suárez, quien en la escritura de la empresa aparece como director general de la sociedad.
Cabe señalar que Manejo Integral de Reciclados, S.A. de C.V. se ha visto involucrada en una serie de problemas legales, pues hace unos meses uno de sus empleados fue detenido por la Policía Ministerial acusado del robo de una camioneta que fue encontrada en los patios de la compañía.
En entrevista con Hora Cero realizada el 8 de mayo dentro del Cereso de Reynosa, Rodríguez Martínez relató la serie de injusticias y abandono por parte de sus ex patrones de las que ha sido víctima y que no sólo lo condenaron a perder su libertad, sino que le han impedido llevarle el sustento a su familia.
Sentado en una silla de plástico, por la que tiene que pagar una “renta” de 15 pesos, este hombre moreno, de complexión robusta y 36 años de edad, expresó que su puesto en Manejo Integral de Reciclados, S.A. de C.V., era el de operador de grúa, sin embargo en la práctica sus obligaciones eran muchas más.
“Cuando firmas el contrato en la empresa ahí dice que tienes que hacerlo de todo, de chofer, de ayudante, de mecánico, de albañil… casi nadie lee el contrato y por eso no se dan cuenta, pero yo si lo leí”, indicó.
Explicó que el 18 de abril pasado, alrededor de las 18 horas, tanto él como su amigo, Antonio Guevara Alcántara, se encontraban realizando unas modificaciones a una retroexcavadora que sus patrones acababan de comprar.
“Le estábamos poniendo una poligrapa a la grúa de la empresa, una poligrapa es como unas tenazas grandes que sirven para levantar fierros y carros viejos”, explicó.
Rodríguez Martínez explicó que como parte de estos trabajos había que conectar la poligrapa a la grúa, por lo que se hicieron ciertas conexiones hidráulicas en la maquinaria.
Sin embargo un error provocó que las mangueras que controlan la dirección en la que se mueve el equipo se instalaran al revés, una falla que resultó ser fatal.
“Cuando Toño me dijo que moviera la poligrapa, en lugar de arrancar para adelante se fue para atrás y lo golpeó. Esa pieza mueve un peso de hasta dos toneladas y como salió con toda la potencia le pegó a Toño en el pecho y lo aventó contra un contenedor”, recordó.
La fuerza del golpe provocó serias lesiones internas a Guevara Alcántara, quien permaneció alrededor de 20 minutos esperando la llegada de una ambulancia y sin ningún tipo de asistencia médica.
“Nadie lo ayudaba, estaban esperando que llegara la ambulancia y recuerdo que nomás llegaron y me dieron un refresco”, indicó.
Al ver a su compañero herido, Rodríguez Martínez intentó tomar las cosas con calma pues sabía que todo se había tratado de un accidente.
“Yo me quedé en la empresa, incluso el único momento en que me fui a mi casa fue para avisar lo que había sucedido, pero me regresé al trabajo de inmediato porque no pensaba que había hecho algo malo. Todo fue un accidente”, expresó.
Incluso en reportes periodísticos que relataron el accidente, el jefe de grupo de Homicidios de la Policía Ministerial, Fernando Miranda Guerrero, confirmó que todo se trató de un accidente por lo que no había responsabilidad penal por parte de Rodríguez Martínez.
“El jefe del grupo Homicidios de la Policía Ministerial del Estado, Fernando Miranda Guerrero, dijo que no hay delito que perseguir en este caso, porque la muerte del mecánico ha sido un mero accidente de trabajo (sic.)”, publicó el portal de Internet Hoy Tamaulipas.
De todas formas la misma noche del accidente Rodríguez Martínez fue detenido y trasladado al penal de esta frontera, donde enfrenta el delito de homicidio culposo.
Desde la cárcel, “Toto” lamentó que sus ex patrones lo hayan abandonado, cuando todo lo que sucedió fue un accidente laboral.
“Al principio me dijeron que me iban a ayudar pero no ha pasado nada. Mi esposa fue a la empresa y sólo le dieron 2 mil pesos, de hecho en otra ocasión mi papá y mi esposa fueron a pedirle ayuda al señor Eduardo (López) para poder pagar la fianza, le propusieron que le dejaban en garantía las escrituras del carro y la casa pero el señor no quiso ayudarlos”, explicó.
Aunque está decepcionado por el trato que ha recibido, Rodríguez Martínez no está sorprendido pues, denunció, las condiciones laborales que existen en Manejo Integral de Reciclados, S.A. de C.V. son deplorables.
“No nos entregan ninguna especie de equipo de seguridad, ni botas ni cascos, nada, todo andamos trabajando con la ropa con la que llegamos de la calle”, relató.
Las condiciones laborales en esta empresa son tan deplorables, que algunos empleados tienen que soportar insultos e intentos de agresión por parte de Eduardo López.
Tal es el caso de Jesús Sánchez, un ex empleado de esta compañía, quien la mañana de 14 de mayo fue insultado y casi golpeado por su ex patrón.
Sánchez relató que esa mañana se encontraba realizando su trabajo en el patio de la empresa cuando de pronto llegó López.
“Yo estaba limpiando unos fierros cuando llegó (Eduardo) López y me dijo: ¿que hacen esos fierros ahí?, yo le contesté que los estaba limpiando porque estaban sucios pero me contestó muy enojado: no seas pend… te estoy preguntando qué hacen esos fierros ahí”, dijo.
Cuando Sánchez pidió a su jefe que no lo insultara, éste intentó agredirlo.
“Se me quiso venir encima como para darme una cachetada pero yo me hice para atrás y le advertí que no me iba a dejar que me golpeara, entonces él me dijo: no seas pend… este es mi terreno y yo hago lo que quiera”, relató.
Después del incidente, Sánchez decidió renunciar a su puesto ya que no deseaba problemas.
Pero estas no son las únicas violaciones a los derechos laborales de los trabajadores de Manejo Integral de Reciclados, S.A. de C.V. Desde la cárcel, Rodríguez Martínez reveló otras irregularidades.
“La hora extra –si nos la pagan– nos la pagan a 23 pesos y hacen que vayamos a trabajar sábado o domingo, además nos tienen registrados con el mínimo de sueldo en el Seguro Social”, denunció.
El ex trabajador de esta empresa explicó que él percibía un salario de mil 800 pesos a la semana, mismo que le entregaban una parte por nómina y el resto en efectivo.
Esta práctica –muy común entre los patrones de Reynosa–, permite a los empresarios pagar menos dinero por concepto de cuotas obrero-patronales del Instituto Mexicano del Seguro Social y representa un perjuicio para los trabajadores.
Este hecho representa una violación a la Ley del IMSS que contempla una sanción económica en contra del patrón que sea detectado realizando estas omisiones.
Quienes apenas están comprendiendo la gravedad de esta práctica es la familia del hoy occiso Guevara Alcántara, que no tiene derecho más que a una pensión que no supera los 900 pesos a la semana.
De hecho esta familia también está sufriendo con el olvido de los directivos de Manejo Integral de Reciclados, S.A. de C.V., quienes apenas aceptaron pagar los gastos funerarios de quien fuera su empleado y no han otorgado más ayuda que una oferta de empleo para la viuda de Guevara Alcántara, donde ganaría el mismo sueldo de su marido al momento de morir.
Desde prisión, Rodríguez Martínez lamentó su suerte, pues sabe que al estar encerrado, su familia es quien está pagando las consecuencias.
“Yo nunca pensé que me hubiera sucedido esto, la verdad nunca pensé que había cometido un delito pues todo se trató de un accidente; si yo hubiera creído que había hecho mal me escapo, saco un amparo, hubiera huido y en lugar de eso me quedé ¿para qué? Para que me metan a la cárcel y que mi familia nomás esté batallando”, precisó.
Y aunque está triste por haber participado en la muerte de alguien a quien consideraba su amigo, lo que más lamenta es la indiferencia de sus ex patrones, quienes de inmediato se olvidaron de él.
“Claro que lamento que haya muerto Toño, era mi amigo, pero me da más tristeza que yo tenga que estar aquí en el Cereso pagando por algo que fue un accidente.
“Nadie de la empresa ha venido, nadie me ha visitado, nadie me ha ayudado, de hecho el señor Eduardo (López) la última vez que tuvo un problema mejor se fue del país, creo que se fue a Brasil. Lo único que me consuela es que hay un Dios y todo en esta vida se paga pues no es justo que por un accidente ahora lo que están sufriendo son mi esposa y mis hijos”, finalizó.