
Dos portales noticiosos, uno de Canadá y otro europeo, señalaron a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, como lideresa global. Lo es, tanto por su presencia en la reunión del grupo G7, que reunió en Calgary a los presidentes y representantes de las naciones más desarrolladas del planeta: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, además, la Unión Europea. Ahí pronunció un discurso profundamente humanista y convocó a los reunidos a trabajar por la paz.
Necesariamente debe destacarse el hecho de que Claudia, sin ser miembro del grupo, ocupó un lugar más relevante que el de Georgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros y representante de Italia, y que el de Úrsula von der Leyen, presidenta de la Unión Europea, a quien situaron en segunda fila, durante la foto oficial del evento. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no pudo reunirse con ella por un llamado de auxilio de Israel y una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad.
Pero, sí se reunió con los más importantes miembros del G7 y otros líderes que acudieron al evento: el anfitrión y primer ministro de Canadá, Mark Carney, el primer ministro de la India, Narendra Modi, el presidente brasileño Lula Da Silva, el recién electo presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung; el presidente de la República de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; el presidente del Consejo Europeo, António Costa; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyer; y el canciller federal de Alemania, Friedrich Merz.
En su discurso, seguido por la mayor audiencia del evento, señaló que: “Acudo ante ustedes como Presidenta de México, representante de un pueblo digno y orgulloso, de su historia que se ha caracterizado por ser promotor de la paz. Así está escrito en nuestra Constitución. México ha sido históricamente un país promotor del diálogo, del desarme y del respeto a la soberanía de los pueblos. Un gran Presidente de México, Benito Juárez, indígena zapoteco de gran visión, conocido como el Benemérito de las Américas, hizo legado universal el siguiente pensamiento: “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
“A todos nos preocupa profundamente el resurgimiento de conflictos armados y la normalización de la violencia, la discriminación y el sufrimiento en el mundo, ningún interés puede estar por encima de las vidas humanas, el odio entre naciones, comunidades e individuos no debe dominar la civilización actual. Desde nuestra visión el camino no es el armamentismo sino la diplomacia activa…”.
…“Todos los ciudadanos de todos los países deben tener la posibilidad de una vida con bienestar y aunque parezca un sueño, es posible. Esto significa avanzar así hacia una comunidad internacional más equitativa, pacífica y sostenible. El bienestar económico y la cooperación para el desarrollo son actos de responsabilidad compartida de todas las naciones. En un mundo marcado por interdependencias, ningún país puede aislarse y prosperar a costa del sacrificio ajeno, hay que apostar por la cooperación y en última instancia, apostar por un futuro común basado en la justicia”.
Concluyó diciendo que: “Que está G-7 no sólo sea una reunión de potencias, sino un espacio de responsabilidad compartida, porque el poder no se mide sólo por lo que se tiene o por lo que se hace con él”.
Además, durante las reuniones que sostuvo con agrupaciones sociales, de empresarios y de inversionistas, mantuvo una constante defensa de los derechos de los migrantes, tanto mexicanos como de otras nacionalidades, a buscar residencia y trabajo en el lugar que más les convenga. La presidenta de México, que viajó a Canadá en avión comercial, tuvo una gran acogida popular en cada evento, inclusive, debió romper el protocolo formal para abrazar a muchos mexicanos que por allá residen.