
El Movimiento de Regeneración Nacional no es propiamente un partido político sino más bien una corriente social, que de ser compuesta por los llamados invisibles y guiados con la proclama de “POR EL BIEN DE MÉXICO, PRIMERO LOS POBRES”, pasó a ser un avasallante partido hegemónico, pues tan sólo en cuatro años tomaron la presidencia de México, y luego en otros seis más el control del Poder Legislativo y a partir de septiembre próximo el del Poder Judicial.
Sin embargo, para lo anterior se requirió del concurso de muchos, no bastaba tener de líder a un político carismático como Andrés Manuel López Obrador. Sólo que, esos refuerzos fueron vistos al interior del Morena como mercenarios, quienes obviamente no se sumaron desinteresadamente a la causa.
Y hoy están causando convulsiones dentro del morenismo, porque no soportan que los provenientes de otros partidos estén sentados en la mesa principal y despachándose con la cuchara grande.
Pero como ese maquiavelismo ha rendido frutos electorales, las dirigencias lo mismo la nacional que las estatales, no se van a deshacer de la Legión Extranjera cuando tienen en puerta dos elecciones: la del 2026 y sobre todo la del 2027, en las que estarán en juego 16 gubernaturas y el control de la Cámara de Diputados.
Así que menuda tarea tendrán los jefes políticos del morenismo en cada entidad, que vienen siendo los gobernadores, para impedir desbandadas pues va de por medio no solamente la cimentación del Morena, sino también sus proclamas políticas y sociales.
EL CAPOTE DE OLGA SOSA
Quien prontamente comprendió que a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se le ayuda y mucho, conservando la unidad dentro del Morena es la senadora OIga Sosa Ruíz.
Lo anterior se vio durante la Asamblea Informativa del pasado 11 de mayo en Reynosa, su templanza con el capote apareció cuando un grupo de los asistentes reclamaba la presencia de Carlos Víctor Peña Ortiz, ante la cual la senadora tomó el micrófono para invocar cordialmente pero con firmeza: UNIDAD.
Bien sabe que si algo saborea a la oposición es ver que se anden agarrando de las greñas entre ellos mismos, y con su intervención evitó que la reunión de referencia terminara dando nota pero por un zafarrancho, con lo que de paso se manifestó como la figura política de más peso dentro del morenismo tamaulipeco.
En conclusión, mucho trabajo y disposición es lo que sigue para conservar la solidez del Morena por Tamaulipas, porque obviamente los arribistas o mercenarios no son moneditas de oro con todo y su indiscutible aporte electoral.
EL EXTRAÑO RETORNO DEL BETICO
Humberto Valdéz Richaud es otro priista que se suma al morenismo y entrando por la puerta grande. Se sabía que participaba discretamente como asesor del alcalde de Ciudad Madero, Erasmo González Robledo, y en el 2022 operó en favor de Américo Villarreal Anaya.
Y fue hasta mediados de mayo de este calendario en que retornó al servicio público de jefe de la Oficina Fiscal del Estado en Reynosa, la que le entregó Marcelo Olán Mendoza como la que más recauda en Tamaulipas, y con el sello de atender a los contribuyentes con las atenciones que merecen.
Nomás que el Betico es de proclividad hacia la política, por ende, no da la impresión de que retornó a la esfera gubernamental por el mero afán de tener ocupación.
Lo cual lleva a la suposición de que comenzará a trazar su camino hacia un cargo de elección popular como una diputación federal, y tiene tiempo para ello. El proceso electoral mediante el cual se renovará la cámara baja inicia en octubre del 2026.
Conocido ya es, sólo tendrá que hacer sentir el que independientemente de que provenga del PRI, es de los que se ponen en lo zapatos de los demás, tal y como lo preconiza la doctrina guinda.
LOS DIPUTADOS LOCALES
A partir de octubre del año 2022, en Tamaulipas, los diputados locales se convirtieron en protagonistas porque amén de su trabajo legislativo, tienen la tarea de examinar o pasar a la báscula a las figuras del panismo que hicieron lo que quisieron del año 2016 a septiembre del 2022.
Tan así, que el jefe de ellos, Francisco García Cabeza de Vaca salió huyendo de Ciudad Victoria como urraca balaceada para refugiarse en Texas, desde donde dispara misiles mediáticos en contra de Américo Villarreal Anaya, que independientemente de lo ineficaz de la andanada reflejan la discolería del ex gobernador y que el Hibrys le dejó muy averiado el cerebro.
Que pretenda hacer creer que durante su mandato agarró por el pescuezo a la delincuencia, no tiene importancia. La fama pública es que se apoyó en ella para salirse con la suya, y por tanto resulta incongruente que no aparezca en la “Lista de Marco”, con todo y ser ciudadano americano, que por cierto hay quienes aseguran que nació allá con ayuda de una partera.
O sea, algo irracional pues si sus padres eran de buena condición económica, obvio que su progenitora se atendió en la comodidad y seguridad de un hospital de Reynosa, y no en algún poblado rural de Texas.
Pero bueno, como la trampeada es una de sus características nada raro sería que fuese un american citizen balín, lo que tampoco tiene importancia. Lo que sí la tiene es que el gobierno federal no pida a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la extradición de este sujeto, pues aunque sea “pocho” eso no lo exime de que lo deporten.
Los delitos que le imputan los cometió en México y con nacionalidad mexicana.
Que por otra parte, como ha ocupado puestos públicos, el gobierno mexicano puede aducir que para tal efecto tuvo que renunciar a su ciudadanía extranjera, y si no lo hizo y aún así evadió ese requisito, si bien solamente sería otra raya más en la piel del tigre, quedaría sin garras ni colmillos.
Y a ver si sigue dando lata.
En resumen: los diputados locales tienen ante sí la oportunidad de significarse ante la ciudadanía como el Poder que está no solamente para legislar sino también para aplicar sanciones, y hoy que sus dos terceras partes son morenistas no tendrían problemas para arribar a conclusiones.
Algunos aspiran a ser diputados federales y otros presidentes municipales, y la mejor carta de presentación sería que no toleraron impunidades.
Y hasta la próxima.