
A raíz de que Francisco Antonio Noriega Orozco, el Auditor Superior del Estado, dio a conocer que diez Ayuntamientos tienen observaciones por la friolera de alrededor de 12 mil millones de pesos, y que hasta el día 4 del mes de abril del año en curso no las han solventado, esa declaración tuvo un penetrante olor a herida de muerte, algo que los zopilotes olfatearon y por lo mismo ya revolotean por los palacios municipales de 10 municipios.
Y para cuando usted amable lector tenga Hora Cero en sus manos, la fecha límite para solventar observaciones (22 de abril), ya habrá transcurrido y por ende, ya será del conocimiento público quienes de los diez alcaldes ya pueden conciliar el sueño por haber solventado las observaciones, que por los trascendidos aseguran que esos fueron Carmen Lilia Canturosas de Nuevo Laredo, y Armando Martínez Manríquez de Altamira. De los otros ocho no se sabe si ya hicieron la tarea o no.
¿Y QUÉ PASARÁ CON LOS REPROBADOS?
Bueno, el auditor Superior ya hizo del conocimiento del Congreso del Estado cuáles alcaldes están con cuentas sin solventar, y si no se pusieron al corriente el pasado día 22 de abril, los diputados y diputadas tendrán que darle vista a la Fiscalía Anticorrupción, para que pida el inicio del respectivo juicio político, mientras que la Auditoría Superior del Estado promovería ante el Tribunal de Justicia Administrativa la reparación del daño.
De manera que, si la bola sigue rodando podría desembocar en la separación de alcaldes y eso bien lo saben los factores y actores que se mueven dentro del espectro político, porque si algo estimula el inicio de la temporada de zopilotes, es el hedor a herido de muerte.
Pero evaporar ese hedor ya dependerá de los mismos alcaldes, pues como les dijo el auditor Noriega Orozco: “no se quejen de persecución política, mejor hablen con sus tesoreros”.
Así que a revisar papeles para atender las observaciones, porque si no las solventan serán apetitosos cadáveres políticos.
LO QUE DEJÓ EL CHUBASCO A REYNOSA
Aparte de cuantiosos daños materiales y no pocas pérdidas de vidas, también restregó que en esta ciudad, autoridad tras autoridad no aprenden y menos atienden que contar con servicio de drenaje pluvial es imprescindible e impostergable.
El presidente municipal Carlos Víctor Peña Ortiz, anunció un proyecto para concluirse dentro de 20 años. La primera etapa fue la presa “rompe picos”, que por lo visto no está concluida o es insuficiente, pues las aguas del chubasco rebasaron su capacidad de almacenamiento.
Peeero, alguien le dijo a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que por esta ciudad la autoridad local no recoge toda la basura ni de drenes ni canales, omisión que contribuyó al desbordamiento de esos afluentes con los consecuentes daños para las colonias asentadas en ambos lados de los mismos.
Y dentro de lo malo, hubo algo muy positivo como fue la reacción inmediata y solidaria de la gente, unos aportando maquinaria para labores de levantamiento de lodo y toda clase de bienes muebles inservibles por las inundaciones, mientras que otros ofrecieron colaboración para poner a salvo de las aguas desbordadas a las familias afectadas.
También se llevaron las palmas los ciudadanos que salieron a protestar en la plaza principal ante la tardía respuesta de la autoridad municipal, inconformidad que ya presentaron por escrito ante el Congreso del Estado. Andan dolidos y exigen sanciones para los responsables.
En resumen: los reynosenses salieron adelante, ya mostraron que no son indiferentes, de lo cual deberán tomar nota los prospectos y prospectas a la candidatura a presidente municipal.
Van a recibir una cartografía política con puntos rojos por diversas partes.
LA COMAPA HACE AGUA
Irónicamente la COMAPA REYNOSA está por hundirse si no solventa ante la Auditoría Superior del Estado, cómo, en qué y por qué, no están claras las cuentas del año 2023.
Que le hayan hecho observaciones por un monto de mil 555 millones con 852 mil 156 pesos, está como para sonar las alarmas ante el inminente hundimiento.
Aunque para quienes conocen el tema de las finanzas no creen que mil quinientos millones de pesos en un sólo año se fueron por el drenaje o en costales con rumbo desconocido.
Suponen que más bien obedece a un desorden administrativo como atraso en el pago de cuotas al Seguro Social, al INFONAVIT, retenciones del Impuesto Sobre el Producto del Trabajo a sus empleados, así como del IVA a proveedores y contratistas.
Asimismo, entre las observaciones probablemente estará la falta de cobro de los servicios de agua y drenaje, toda vez que la Auditoría regularmente pide a la Comisión Nacional del Agua cuánta agua suministra a cada municipio, dato que compara con los ingresos de los organismos operadores de agua.
Es decir, si CONAGUA entregó mil litros, luego en las registros contables debe aparecer la venta de esa cantidad, y en ese rubro la COMAPA REYNOSA regularmente sale con cuentas mochas.
Sin embargo, por mucho que se quiera comprender la situación del organismo, es evidente que está a punto de hundirse y por tanto, es incomprensible la negativa del Consejo de Administración de no permitir que el funcionamiento de la COMAPA sea un compromiso compartido con el Gobierno del Estado.
Pero allá ellos, por lo pronto, a solventar observaciones por más de 1,500 millones de pesos, y hasta la próxima.