
Se acabaron los dulces, refrescos, frituras y demás productos con poco valor nutricional; ahora, por disposición de las autoridades, las cooperativas y cafeterías escolares deben vender alimentos sanos que favorezcan el bienestar de niños y niñas.
Los chicharrones preparados, sopas instantáneas, nachos con queso, “papitas”, así como hot dogs, hamburguesas, burritos y demás alimentos con poco valor nutricional se han despedido, son solo un recuerdo de quienes llegaron a disfrutarlos durante el recreo de cualquier kínder, primaria y secundaria, o incluso, en el receso de la preparatoria o universidad.
Esto se debe a una nueva estrategia por parte del gobierno federal llamada “Vida saludable: Vive saludable, vive feliz”, la cual fue lanzada a nivel nacional con la finalidad de “contribuir a garantizar el bienestar y la salud de las niñas y los niños de las escuelas del país, mediante acciones orientadas a la promoción de hábitos saludables”.
En Tamaulipas, el 12 de marzo iniciaron jornadas de salud escolar en la que especialistas del ámbito de la salud implementan sistemas de acción para el cuidado y prevención de la salud de los menores.
Pero, además, por disposición del sector Salud, desde el 29 de marzo, se implementó la prohibición de venta de comida “chatarra” en todas las instituciones educativas, tanto privadas como públicas, por lo que debieron cambiar su oferta alimentaria a un menú saludable.
Y aquí es donde se dividen opiniones, se emiten juicios y las madres tienen que ingeniárselas para buscar la manera de que su “retoño” se sujete a los nuevos lineamientos, ya sea llevando “lonche” desde casa o bien, comprando comida en la escuela, pero en ambos casos, deberá ser algo sano.
CONTRA LA OBESIDAD INFANTIL
Todo lo relacionado a la estrategia “Vida saludable: Vive saludable, vive feliz” puede conocerse en la página vidasaludable.gob.mx, y en el apartado “Alimentos en las escuelas” lo que debe venderse en las cafeterías y cooperativas de las instituciones.
De igual manera, en el “Manual para personas que preparan, distribuyen y venden alimentos en las escuelas” se da la orientación adecuada para que cuenten con alternativas “para la preparación y venta de opciones alimenticias que sean beneficiosas para la salud y el bienestar”.
En él se recomienda ofrecer verdura rayada tales como: zanahoria, betabel y jícama, aderezadas con limón y chile piquín, o bien, frutas como: manzana con canela, brochetas elaboradas con piña, uvas, fresas y sandía en cuadritos; o paletas de mango o naranja, por mencionar algunos ejemplos.
También se sugiere ofertar gelatinas, palomitas de maíz sin aceite ni mantequilla, frutas deshidratadas, mezcla de semillas o “botanas sanas”, lo cual consiste en una mezcla hecha con garbanzos, habas y chícharos tostados.
Para quienes deseen otro tipo de refrigerio se menciona la elaboración de tostadas de aguacate con cebolla, jitomate y cilantro; tostadas de frijol, acompañadas con queso panela o elotes hervidos; dobladas de lentejas, tlacoyos, caldo de res o enfrijoladas.
En cuanto a las bebidas se habla únicamente de agua simple, de frutas, pozol, atole y champurrado.
Deben excluirse alimentos y bebidas ultraprocesados con altos contenidos de azúcares, grasas y sodio.
La Secretaría de Educación en Tamaulipas (SET), mencionó que acompañaría a las escuelas en la transición de comida chatarra a comida saludable, pues es un proceso de aprendizaje, esto en su papel como formadores de hábitos.
“Si los orientamos bien, vamos a empezar a ver niños y niñas que llegan a casa y dicen: ‘Mamá, fíjate que en la escuela me dijeron esto, hicimos esto y preparamos una receta de esto’. Esas son las cuestiones a las que nosotros le apostamos”, expresó la subsecretaria de Educación Básica, Marcela Ramírez Jordán.
POR EL BIENESTAR DE LOS ALUMNOS
En Reynosa, la Escuela Primaria “Miguel Hidalgo”, turno matutino, se ha sumado a esta estrategia nacional cumpliendo con las regulaciones de la campaña “Vive saludable, vive feliz”, presentando un nuevo esquema de alimentación en la tienda escolar.
Así lo dio a conocer a la comunidad escolar la directora, María de los Ángeles Cavazos García a través de las redes de la institución, en donde mencionó que debido a la prohibición de comida de escaso valor nutritivo se eliminó la venta de este tipo de productos.
“Se ha eliminado la venta de productos que no cumplen con la normativa, como frituras, golosinas y alimentos altos en azúcar y grasas. En su lugar, la tienda escolar ahora promueve opciones más saludables, como frutas, verduras, aguas naturales, cereales integrales y platillos caseros preparados de manera nutritiva”, expresó.
Dijo también que, esta medida tiene como objetivo fomentar hábitos saludables en los niños y adolescentes, con la finalidad de reducir enfermedades como la obesidad infantil y la diabetes.
De igual manera, extendió una invitación a “madres, padres de familia y tutores a enviar una lonchera saludable y nutritiva”, es decir, que los alimentos que los niños llevan desde casa para ser consumidos en la escuela, sean los apropiados, ya que es lo más benéfico para ellos, y destacó la importancia de “hablar en casa sobre la importancia de una alimentación saludable”.
Manifestó tener la confianza de que, estas medidas además de beneficiosas, tendrán como resultado un desarrollo integral, mayor rendimiento académico y la incorporación de hábitos más saludables.
“El bienestar de nuestras alumnas y alumnos es una prioridad compartida, por eso los invitamos a sumarse activamente a este cambio. Agradecemos el valioso apoyo de las familias para seguir fortaleciendo hábitos de vida saludables en nuestros niños, niñas y adolescentes”, apuntó.
APOYAN LA INICIATIVA
Madres y padres de familia ven con buenos ojos esta medida, pues están conscientes de que es en beneficio de su salud, además, muchos ya mantenían un esquema de comida saludable como parte de su alimentación.
Xenia es madre de un niño de 11 años y expresó con entusiasmo su apoyo a la eliminación de la comida chatarra en las escuelas.
“Me parece excelente, pues hoy en día muchos niños ya cargan con problemas de diabetes, hipertensión, obesidad, etcétera, a temprana edad”, mencionó.
Ella considera que esta medida es coherente con lo que se enseña en los programas escolares de nutrición, ya que antes, aunque se hablaba del “Plato del buen comer”, en las cooperativas abundaban productos poco saludables.
Xenia explicó que su hijo no resintió el cambio, ya que en casa están acostumbrados a una alimentación equilibrada.
“Mis hijos no sintieron ningún cambio, y a mí como mamá me dio gusto que las escuelas pongan también el ejemplo”, comentó.
Su hijo suele llevar “lonche”, pero comentó que, cuando compra algo en la escuela, elige opciones como jícama con tajín, lo que demuestra que el gusto por alimentos frescos también puede fomentarse desde casa.
Además, indicó que no han tenido dificultades al momento de elegir qué alimentos consumir, ya que en su hogar se prioriza el consumo de agua en lugar de bebidas procesadas.
Por su parte, Gloria, quién es mamá de un pequeño que actualmente cursa la primaria, también está completamente de acuerdo con la iniciativa de retirar los productos ultraprocesados de las cooperativas escolares.
“Me parece excelente la iniciativa, así se evita que los niños desde muy pequeños desarrollen tanta enfermedad como la hay hoy en día”, declaró.
Su preocupación aumentó al enterarse de que en la escuela se vendían productos como refrescos, dulces y frituras, lo cual consideró inapropiado para un entorno educativo.
Gloria acostumbra preparar el lonche de su hijo e incluye opciones como sándwiches, quesadillas, nuggets y siempre una fruta.
Aunque admite que su hijo a veces compra dulces con el dinero que le da, señaló que el cambio en la escuela no les ha afectado directamente, pues ya tienen el hábito de llevar comida de casa.
Sin embargo, reconoció que sí han tenido algunos desafíos al intentar eliminar ciertos productos que parecían saludables.
“A ellos les gustan mucho los nuggets y pues resulta que no son saludables, ahí sí estamos batallando un poco”, confesó.
A pesar de eso, considera que sus hijos ya están acostumbrados a consumir frutas y verduras, lo que facilita la transición hacia una alimentación más sana.
Lo cierto es que esta medida ha significado un gran reto que implica la cooperación y el trabajo en equipo en el que participan autoridades, padres de familia y escuelas, todo con el fin de que la salud de niños, adolescentes y jóvenes tengan una mejor salud.