• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral primaria
  • Saltar al pie de página

Edición Impresa

Hora Cero Tamaulipas

Hora Cero Tamaulipas

Periódico con las noticias mas relevantes de los sucesos en Tamaulipas

  • Local
  • Regional
  • Nacional
  • Internacional
  • Deportes
  • Espectáculos

Una vida efímera

22 de noviembre de 2024 por Adrián Altamirano

En los municipios de Tamaulipas existen muchas historias que reflejan la realidad que se vive desde el 2009, cuando inició la guerra entre las bandas de delincuentes. “Juanillo” narró su historia de cómo fue reclutado para integrarse a una organización delictiva.

“Jefe, ¿tiene 50 pesos que me preste para echar un taco?, no nos han pagado y la verdad, ya no aguanto el hambre, tengo tres días sin comer; ya que me paguen se los devuelvo”.
Éste podría ser el argumento de cualquier persona que se dedica a algún oficio o trabajo con poca demanda, en cualquier municipio de la frontera de Tamaulipas. Pero contrario a lo que pudiera pensarse, es la confesión de alguien que se dedicó a ser parte de uno de los grupos que operan en la entidad.
“Juanillo”, quien junto con un grupo de al menos otras 10 personas pernoctaba en una vivienda abandonada en una de las colonias de la periferia asolada por la violencia, se había hecho conocido entre los vecinos, que entre temor y desconfianza, le daban ayuda para irla pasando.
Luego de pensarlo mucho tiempo, y tal vez porque los otros vecinos ya no le “prestaban” dinero, y motivado por algún “qué onda” intercambiado de vez en cuando, es que decide acercarse a solicitar un vaso con agua, para una vez roto el hielo, hacer la petición del “préstamo”.

NO ES LO QUE PARECE

Tras entrar en confianza, “Juanillo”, de unos 30 años de edad, decide narrar su experiencia, y cómo fue reclutado por un grupo delictivo. Dice ser originario de Chiapas, pero por azares del destino llegó al Estado de Oaxaca a vivir desde muy joven, instalándose en San Andrés Huaxpaltepec. Ahí conoció a una mujer con la que decidió vivir pero tuvieron muchos problemas y terminaron por separarse; entonces decidió quedarse a trabajar en lo que saliera para ir sacando para mal comer.
Fue una ocasión que llegó a lo que parecía ser una bodega en construcción, que se encontró con un grupo de hombres armados que lo invitaron a unirse a ellos, con la promesa de ganar “buen billete” y no andar de “perrazo”. “Juanillo” no lo pensó dos veces y se dejó llevar por la ilusión de no volver a padecer la falta de dinero y por ende, cortar de tajo sus problemas financieros y de paso el hambre.
“Ahí mismo me ofrecieron unos billetes, que la verdad, para mi era un dineral porque en ese momento no tenía nada, ni casa, ni ropa, ni nada. Entonces, me ‘ganche’ luego luego. Ese día los acompañé a hacer varias vueltas, me invitaron a comer con ellos y aunque tenía cierta duda, pues ya no podía echarme pa´trás. Y pues me fui con ellos. Lo primero que me preguntaron fue si antes había matado a alguien, y les dije que no; luego me preguntaron si sabía disparar un arma, y tampoco. Entonces me dijeron que me iban a enviar a entrenamiento. En ese momento no sabía a dónde, pero de haber sabido lo que me esperaba, me hubiera rajado, la verdad”, cuenta “Juanillo”.

EL INFIERNO EN LA TIERRA

“El entrenamiento es algo que la verdad, no se lo deseo a nadie, jefe. No todos lo pasan. Pocos salimos vivos de ahí. Yo ví a muchos que se quedaron en la sierra. Nos mandan a la selva en Guatemala. Cuando a mi me llevaron, íbamos como unos 15 pelaos, de distintas partes. El infierno comienza desde la llegada al lugar. Uno mata por la mitad de este vaso de agua (el que pidió al acercarse), allá en la sierra. Nos dejaban hasta una semana sin comida ni agua, solamente esperando instrucciones, y no había nada de dónde agarrar, había puro árbol y zacate y tierra, y muchos zancudos que no te dejaban ni dormir, y ahí, ahora sí que cada quien se rascaba con sus propias uñas; comíamos lo que se moviera, lombrices, gusanos, cucarachas, lo que fuera porque era lo único que había…”, recuerda.
“Lo más cabrón que me tocó cuando fui al entrenamiento, es que nos metían en parejas a un cuarto oscuro, no veías nada, y solamente uno salía vivo. O sea, tenías que agarrarte a ching… zos con el otro y matarlo, porque si no, el otro te mataba a ti. Entonces, los que salíamos ya éramos parte del grupo y a los muertos solamente los aventábamos a una barranca que había cerca del campamento, no había de otra”, relata “Juanillo” con un gesto de complacencia al recordar esos momentos y saberse vencedor del duelo que le significó primero seguir vivo, y segundo, pertenecer al grupo.
Una vez que concluyó y ‘aprobó’ el entrenamiento que se prolongó por casi un mes, en el que asearse, bañarse o hacer sus necesidades más apremiantes era algo impensable, “Juanillo” estaba listo para empezar a trabajar, y de inmediato fue llevado a Zacatecas.
“Gracias a Dios (sic) me fue bien; nos mandaron a Zacatecas y ya luego pues me mandaron para acá (Tamaulipas); la primera vez hace como dos años, pero luego otra vez nos mandaron fuera, ahora para Nuevo León, en donde nos tuvieron como un mes sin hacer nada, solamente estábamos en una casa y nos aburríamos porque no hacíamos nada, nunca recibimos instrucciones; ya luego nos dijeron que nos regresáramos a Tamaulipas, y aquí sí le entramos duro a los ching… zos”, confiesa.

UNA ‘CARRERA’ CORTA

Una vez que “Juanillo” terminó el vaso de agua y tras recibir los 50 pesos que pidió “prestados”, se retiró a comprar una sopa en vaso y unas galletas, dijo, para aguantar.
Al paso de los días, el grupo que llegaba a dormir a la casa invadida era cada vez más reducido, algunas ocasiones se veían caras nuevas entre ellos, pero duraban poco, unos solo una vez y ya no regresaban. “Juanillo” todavía estuvo unas tres semanas más mezclado entre los que regresaban, aunque luego de una salida “urgente” en la que incluso iba poniéndose los tenis al tiempo de subir a la camioneta que pasaba por ellos, ya no regresó.
Quizás fue uno de tantos que aparecen en las noticias o boletines oficiales del gobierno como una de las “bajas de civiles” de los frecuentes enfrentamientos armados.

Busca más noticias

Síguenos en:

  • Facebook
  • Instagram
  • Pinterest
  • Twitter
  • Youtube

Infonavit 2.0

Martha Teresa Reséndez

Destaca México en el G7

Fortino Cisneros Calzada

Los riesgos de la democracia judicial

Neptuno

¡En esta esquinaaa…!

El Apuntador

Archivado bajo: Regional Etiquetado con: Segundas

Barra lateral primaria

Footer

Sitios de Interés

  • El Universal
  • Diario Milenio
  • El Mañana de Nuevo Laredo
  • El Diario de Laredo
  • El Norte
  • La Jornada
  • En Río Bravo
  • La Prensa

Nuestros Sitios

  • Hora Cero Web
  • Hora Cero Tamaulipas
  • Hora Cero Encuestas
  • Hora Cero Nuevo León
  • Revista TOP
  • Revista Doctors

Hora Cero Tamaulipas · Derechos Reservados 2020 ©

Síguenos en:

  • Facebook
  • Instagram
  • Pinterest
  • Twitter
  • Youtube

Periódico líder en información y noticias de hoy: política, cultura, espectáculos y más del Estado de Tamaulipas

  • Local
  • Regional
  • Nacional
  • Internacional
  • Deportes
  • Espectáculos
  • Vida y Cultura