
Con el crecimiento de la digitalización y el fácil alcance a las redes sociales, la suplantación de identidad se ha convertido en una problemática que aqueja a la población. Las autoridades hacen un llamado a la protección de cuentas y la prevención para evitar ser víctima de estos delitos cibernéticos.
Navegar en redes sociales, compartir fotos de una salida con amigos o subir videos a Instagram para recordar un viaje, puede parecer seguro, pero la realidad es que la suplantación o el robo de identidad en redes sociales, es un delito que afecta a muchos usuarios en Tamaulipas.
La identidad de una persona está conformada por datos personales como el nombre, teléfono, domicilio, fotografías, huellas dactilares, números de licencia y seguridad social, así como información financiera y médica, entre otros datos que permiten identificarla. Aunque las redes sociales se han convertido en medios esenciales de comunicación instantánea, también representan un riesgo por la facilidad con la que se exponen datos personales.
¿QUÉ ES?
La suplantación de identidad en redes sociales es un delito en el cual una persona se hace pasar por otra, creando un perfil falso y usando su nombre, fotografías o datos personales para cometer estafas, obtención de datos confidenciales, cyberbullying o para cometer un acto ilegal.
Estos delitos suelen tener como fin engañar para obtener algún beneficio, usando la imagen de otra persona.
Según Anayely Cruz, jefa del Departamento de Información de la Guardia Estatal Cibernética, la suplantación de identidad suele realizarse mediante técnicas como el “phishing”, donde los delincuentes entablan conversaciones con antelación para estudiar a sus víctimas y obtener información personal.
A través de estas tácticas de ingeniería social, los delincuentes logran manipular a las víctimas y obtener sus datos, incluso para tener acceso a cuentas bancarias.
“Actualmente, el uso masivo de Facebook, una red social en la que participan varias generaciones, facilita que la gente comparta información personal como su nombre completo, número telefónico o fotografías sin tener plena conciencia de los riesgos”, comentó Cruz.
Explicó que aunque muchos usuarios no perciben como peligrosa la exposición de datos en redes, esa información es vulnerable por el fácil acceso que permiten estas plataformas.
Añadió que es importante recordar que todo lo que se comparte en redes sociales deja de ser contenido propio, ya que lo que se sube a la red se vuelve público y, por tanto, vulnerable.
Cruz también explicó que al compartir una foto, otras personas pueden guardarla en sus dispositivos, lo que significa que aunque se borre de la red social, el contenido puede seguir circulando.
“Es fundamental proteger el acceso a nuestras cuentas. Hoy en día existen medidas como la verificación en dos o tres pasos que ayudan a salvaguardar los datos personales”, recomendó Cruz.
TIPOS DE SUPLANTACIÓN DE IDENTIDAD
En redes sociales, existen varios tipos de suplantación de identidad. Uno de los más comunes es la creación de perfiles falsos, que implica abrir una cuenta en plataformas como Facebook o Instagram, usando la identidad de otra persona.
Los estafadores suelen emplear fotos robadas y datos personales para hacer que el perfil parezca auténtico.
Las personas pueden ser víctimas de estos delitos debido a la facilidad de obtener información en internet, desde fotografías hasta datos personales como nombre o apellido. Aunque suele creerse que estos ataques afectan principalmente a figuras públicas, los usuarios comunes también son blancos frecuentes.
Las autoridades han advertido que uno de los mayores riesgos para las personas víctimas de suplantación de identidad es que los delincuentes, al apropiarse de su identidad, buscan obtener beneficios económicos o personales.
Otro tipo es el hackeo de cuentas, en el cual los delincuentes logran tomar control de cuentas existentes con tácticas de pishing o malware, para posteriormente hacer uso de la cuenta para enviar mensajes o realizar publicaciones que inciten a un fraude.
Así como se puede robar la identidad de una persona, otro tipo es la impersonación de marca, la cual consiste en que los estafadores crean perfiles falsos con el nombre de alguna marca o empresa para dañar la marca de la reputación o bien, hacer fraude con los clientes.
CIFRAS REGISTRADAS
De acuerdo con información de la Guardia Estatal Cibernética de Tamaulipas, durante el periodo de enero a agosto de 2023, se registraron 329 casos de suplantación de identidad, de los cuales, 242 corresponden a reportes de mujeres. Reynosa fue el municipio con más casos reportados, seguido de Tampico y posteriormente Matamoros.
Según Anayely Cruz, en lo que va de 2024 se han documentado 193 casos de suplantación de identidad en Tamaulipas, con un alto porcentaje de víctimas mujeres. Hasta el momento, 125 mujeres han sido afectadas por este tipo de delitos en el año.
Al respecto, Cruz explicó que este incremento de casos entre mujeres se debe en parte a que ellas suelen tener mayor presencia en redes sociales.
“Por decirlo de manera clara, las mujeres representamos un mayor mercado en redes, lo que facilita a los delincuentes encontrar contenido sobre nosotras, aumentando nuestra vulnerabilidad ante este tipo de delitos cibernéticos”, señaló.
SU TESTIMONIO
El robo de identidad es una práctica que también afecta a usuarios comunes en redes sociales, tratándose de alguien que roba las fotografías o los datos personales de otra persona para crear y mantener un perfil falso, utilizando su imagen y simulando ser ella.
Aunque se suele pensar que esto afecta principalmente a celebridades o personas con cierto reconocimiento mediático, también puede ocurrirle a usuarios jóvenes que comparten su contenido en redes sin imaginar que alguien pueda suplantarlos.
Este fue el caso de Abigail Morgado, una joven de Reynosa, Tamaulipas, quien asiste a un gimnasio local desde 2021. Un día, antes de iniciar su rutina de ejercicios, uno de sus compañeros se le acercó para preguntarle si era la dueña de una cuenta en redes sociales que aparentemente utilizaba su imagen.
Sorprendida, Abigail descubrió que había una cuenta con su foto de perfil, sus publicaciones e incluso historias de Instagram de hace tres años, pero con un nombre de usuario distinto al suyo.
Ese momento fue impactante para ella, no podía entender cómo, durante tanto tiempo, alguien había estado robando su contenido y publicándolo como propio.
“Mi compañero me dijo que comenzó a sospechar de esa cuenta porque las conversaciones que mantenía con ella no coincidían con mi personalidad. En el gimnasio suelo estar con mis audífonos y no interactúo mucho, así que el comportamiento de la persona detrás de esa cuenta no tenía sentido”, relató Abigail.
Con la sospecha confirmada y tras reunir evidencia de que la cuenta no solo robaba sus fotos sino que también interactuaba con personas en Reynosa fuera de su círculo de amigos, Abigail decidió actuar.
Publicó una alerta en sus redes sociales explicando la situación y pidiendo a sus seguidores que reportaran la cuenta falsa. Al día siguiente, llevó las pruebas a la Fiscalía General de Justicia en Reynosa, pero su caso no recibió el seguimiento esperado. También fue dirigida al Centro de Justicia para las Mujeres (Cejum), sin embargo, recibió la misma respuesta que en la anterior dependencia.
“No tomaron mi caso porque no tenía las pruebas necesarias para proceder, lo pudieron haber metido como ciberacoso pero como no contaba con pruebas de amenazas, así que no se pudo; como suplantación de identidad pero tenía que tener pruebas de que vendiera contenido explícito o bien un testigo que sostuviera la versión. Al no poder proceder legalmente, me quedó solo difundir y alertar sobre esta situación que he vivido en mi ciudad durante tres años, y lo peor es que en ese entonces yo tenía apenas 17 años”, destacó.
Pese a que Abigail y sus amigos reportaron la cuenta a Instagram, la plataforma no tomó medidas, argumentando que la cuenta no infringía sus normas debido a su actividad continua. Gracias a sus esfuerzos de difusión en redes sociales, actualmente la cuenta falsa se encuentra inactiva.
“Algo que me gustaría destacar es que, en todo este proceso claramente al principio uno maneja la situación en shock pero hasta eso me sentía segura en que podía lidiar con la situación, que existían formas, pero cuando entras ahí (la Oficina Fiscal en Reynosa), platicas el caso (…) y entonces la forma en que se dirigen hacia a ti, aunque te digan ‘no es mi intención hacerte sentir culpable, pero…’, siento que cambia mucho la perspectiva, más porque es una situación que no está en tus manos”, relató.
“La mujer que me atendió me decía que también tenía redes sociales, que también era una situación que le podía pasar, pero que no podía ayudarme. Eso también es parte dé, debería haber más empatía, saber lidiar con este tipo de situaciones. Uno va sin sentirse culpable, y a cómo manejan la situación, terminas sintiéndote así”, mencionó.
En el caso de la joven, la investigación no procedió en manos de la Policía Cibernética ya que la FGJ no aprobó la denuncia correspondiente, la cual es necesaria para proceder con el proceso legal.
“Cuando contactas a la Policía Cibernética en el teléfono oficial de la página, te indica que sí es un delito y que ellos tienen las herramientas para poder rastrear el IP de la cuenta y proceder con una denuncia, pero para eso la fiscalía o el Centro Integral de Justicia de la Mujer (Cejum), tienen que aprobarlo, y ellos no lo aprueban porque en su manual no es un delito si no cumple con pruebas de amenaza o contenido explícito”, recalcó.
ESTRATEGIAS
Por su parte, la Guardia Estatal Cibernética ha implementado diversas estrategias para combatir los delitos cibernéticos, enfocándose principalmente en la prevención. Uno de sus esfuerzos clave es llevar a cabo actividades y programas como pláticas y conferencias en instituciones educativas, con el fin de concientizar a los jóvenes sobre los riesgos y consecuencias de estos delitos y el impacto que las redes sociales pueden tener hoy en día.
Además, la jefa de este departamento destacó la importancia de colaborar con los medios de comunicación para difundir información sobre estos delitos, visibilizando el impacto que tienen en las víctimas. Trabajar en conjunto con los medios permite alertar a la comunidad y sensibilizar a más personas sobre la importancia de proteger su identidad en línea.
Por su parte, Anayely Cruz finalizó asegurando que la Guardia Estatal Cibernética del Estado de Tamaulipas mantiene sus labores activas para dar soporte las 24 horas, los 365 días del año a la población en lo que respecta a esta clase de delitos.