
Una auténtica fiesta de la amistad tuvo lugar el pasado viernes 4 de octubre. La comunidad de Hora Cero, encabezada por su director general, Heriberto Deándar Robinson, ofreció un merecido reconocimiento al destacado periodista Héctor Hugo Jiménez Castillo por la celebración de sus cuatro décadas de notable desempeño profesional, la mayor parte de las cuales (26 años), ha sido al frente de la publicación que ha marcado rumbo en el ámbito mediático.
En un entorno casi íntimo, ante un selecto grupo de personas, compañeros, comunicadores e invitados especiales, Deándar Robinson hizo el ofrecimiento del ágape destacando la trayectoria de Héctor Hugo en los medios regionales, nacionales y extranjeros. Con sinceridad reconoció su valioso aporte para convertir a Hora Cero en uno de los pilares de la comunicación en ambos lados de la frontera, ampliando sus ámbitos con una agencia publicitaria y una casa encuestadora.
Parodiando al legislador español, dijo: “Yo fundé Hora Cero como un proyecto de vida, pues, vengo de una familia de periodistas y llevó la tinta en la sangre; pero, de pronto me percaté de que no sabía en dónde estaba ni a dónde iba, y que todo lo había hecho con el dinero de mis padres. Tomé, entonces, la decisión de buscar a un profesional de experiencia que aportara conocimiento a mi juventud y mis energías, fue mi maestro José Luis Esquivel quien me presentó a Hugo, también su alumno. Con sólo verlo supe que él era el indicado; no me equivoqué”.
Antes de estas sentidas palabras, se presentó una semblanza de la trayectoria profesional de Héctor Hugo en la que se proyectaron imágenes de sus inicios como reportero en El Porvenir de Monterrey, su contacto con periodistas legendarios, su incursión en diversos medios nacionales y su llegada a Notimex, donde tuvo un campo fértil para desarrollar su vocación, primero como corresponsal en Italia y luego como corresponsal de guerra en la extinta Yugoslavia.
De estas últimas experiencias guarda Jiménez gratos recuerdos. Precisamente uno de los más bellos ha sido la amistad de comunicadores importantes, como la corresponsal de Televisa en el Vaticano, Valentina Alazraky, quien le hizo llegar un cálido mensaje con motivo del 40 aniversario profesional, destacando su enorme calidad humana que lo lleva a la empatía y la simpatía con la gente de los lugares donde cumple su tarea de investigación e información.
Muy emotivas fueron las palabras de la comunicadora Paola Almaraz de Jiménez, quien, con la potente rotativa detrás, hizo una apología de su relación con el homenajeado, la cual, dijo, ha sido una hermosa aventura que le ha hecho crecer como persona, como periodista y ahora como esposa y madre de familia. “Toda la ternura y la gentileza de Hugo se vuelven rigor y exigencia a la hora del trato laboral. Hemos separado bien lo profesional de lo familiar y eso ha resultado positivo”.
Al agradecer el reconocimiento, el director editorial general (quien pronto asumirá una nueva responsabilidad dentro de la empresa), dijo que Hora Cero, a la que ha dedicado 26 años de su vida, es la obra más significativa de su carrera. Recordó cuando el maestro Esquivel le habló de Heriberto Deándar y de Hora Cero. Le dijo: “Me gustaría que ayudaras a Beto, es un joven de familias ricas, con problemas de dislexia, que estudió en la Universidad; pero que tiende más a la bohemia y a la vida social”.
Narró Jiménez: “Beto me recibió muy formal y me pidió que le ayudara. Lo primero que percibí, y así se lo dije, era que Hora Cero tenía un serio problema de identidad. Era una publicación técnicamente bien hecha, en una rotativa de primera, con personal muy calificado; pero, su contenido era anodino y disperso. No había forma de entender cuál era el propósito de la revista, o si era revista o periódico. Beto me escuchó y me entendió.
A partir de ese momento, trabajamos intensamente para dar a Reynosa y la región un medio informativo novedoso, ameno y, sobre todo, útil. Al salir el primer tiraje de la nueva época, nos fuimos de farra a recorrer lugares de diversión, con la cual, la relación profesional se convirtió en un fuerte vínculo de amistad y afecto. Hemos tenido altibajos y algunos sinsabores, pero el aprecio permanece inalterable”.
DEVELACIÓN DE PLACA
Al término de la parte formal del evento, Beto dijo que tenía una sorpresa para Hugo: la develación de una placa por medio de la cual se impone el nombre de Héctor Hugo Jiménez Castillo, a la Sala de Redacción de Hora Cero a fin de que las futuras generaciones sepan de la vida y obra de este periodista notable y tomen ejemplo de su responsabilidad y profesionalismo.
Dijo Heriberto: “El más importante impulso que llevó a los guerreros de la antigüedad a pelear con denuedo en las batallas, no era su amor por la patria o la libertad, sino su ferviente deseo de que su nombre fuera perpetuado en mármol o bronce y fuera conocido por las futuras generaciones. Ahora, Hugo tiene ya su nombre en metal impuesto, como corresponde a un comunicador, a la sala de redacción donde pudo aplicar sus conocimientos y desarrollar su vocación”.
Posteriormente, se sirvió un suculento ambigú rociado con vinos tinto, blanco y rosado. Inolvidable fue la presentación de un talentoso jovencito, Héctor Hugo Jiménez Almaraz, quien hizo una magnífica imitación de Luis Miguel, con voz bien templada cantando a capela y con la mímica característica del Sol de México.
Esta fiesta de afecto y bonhomía, fue una muestra de la calidad humana de quienes se afanan constantemente para hacer de Hora Cero la publicación líder de su segmento. Lo dijo el propio Heriberto Deándar: “El reconocimiento, más entre pares, es un gesto de aprecio que honra a quien lo recibe y honra también a quien lo otorga, en este caso Héctor Hugo y la comunidad de Hora Cero”.