
Los Dos Papas
(The Two Popes, 2019)
PG-13. Orientación de los padres a menores de 13 años
El Papa, el siervo más elevado de Dios en la jerarquía católica, también es humano, y está muy lejos de los estándares divinos de infalibilidad que quieren hacer creer al mundo, los administradores de El Vaticano.
Los Dos Papas es una reconstrucción dramatizada del complejo período que vivió el catolicismo cuando el cardenal Ratzinger, convertido en Benedicto (Anthony Hopklins), decidió declinar para cederle el solio pontificio al cardenal Bergoglio, que fue ungido como el Papa Francisco (Jonathan Pryce).
La película es encantadora, concentrándose en dos poderosas personalidades, que son mostradas con pasados ordinarios, vidas parecidas a las de cualquiera y con una carga de pecados que no hubieran sido presentados al mundo, si no es por la magia de esta ficción.
Alejado del formato documental, el maestro Fernando Meirelles hace un retrato terrenal de los pontífices, que tienen antecedentes muy diferentes, pero que cruzan caminos como personas que, coincidentemente, resultan ser las adecuadas para investirse como figuras papales.
Aunque la cinta se esmera en presentar descripciones personales, es evidente su carga política, al mostrar cómo la Santa Sede no solamente necesita a un santo para dirigir su religión en todo el planeta. Es necesario, también, que el elegido posea otras cualidades, como inteligencia en el área administrativa y que tenga una enorme capacidad conciliatoria.
Los Dos Papas muestra un gran duelo de actuaciones, en una cinta dinámica, amable y con mucho humor, sobre el insólito tema de la coincidencia de dos Papas vivos.
El Perfecto Asesino
(Leon: The Professional, 1994)
R. Restringido; menores de 17 deben estar acompañados de sus padres
El Perfecto Asesino mantiene su imperecedero encanto por el genial equipo que forman Leon (Jean Reno), un asesino profesional y Matilda (Natalie Portman), una chica de 12 años, en contra de Stan ( Gary Oldman) un corrupto oficial antinarcóticos, que exterminó a la familia de la niña en un fallido negocio de drogas.
Luc Besson hace una gran historia, cargada de entretenimiento en un nivel de alto octanaje. Más que mostrar la profundidad de los personajes se preocupa por desarrollar una anécdota original, llena de colorido y detalles, y con una lluvia de balas, como película B de alto presupuesto.
Leon es un sicario que trabaja para Tony (Danny Aiello) un jefe de la mafia italiana neoyorquina. Cuando la chiquilla, que es su vecina, lo busca como refugio, se forma una amistad sólida que va creciendo, hasta convertirse en una extraña relación filial de un hombre maduro que piensa en la hija que nunca tuvo, aunque ella, confundida, tiene otro tipo de sentimientos.
El personaje de León es muy atractivo, como un pistolero implacable que, sin embargo, vive solo, es buena persona y tiene a una planta como su mejor amiga.
Sin embargo, la gran presencia es la de Stan. Oldman sobreactuadísimo, al borde de la caricatura, se comporta como un homicida demente, trastornado por sicotrópicos. Su humor es macabro: canta a Beethoven caminando entre muertos amenaza a una anciana a balazos y no le importa sacrificar a todo el departamento de policía para obtener su objetivo.
Y es tan malvado que le roba el balón a un niño que juega en la calle.
Leon es una joya del entretenimiento.