“No me arrepiento…”, murmuró Guadalupe Hernández mientras mantenía la mirada fija en el suelo ante el representante de la Agencia del Ministerio Publico (MP) Especializada en Asuntos del Menor que la procesó por el homicidio de Nataly Cartas y su hijo no nacido, uno de los crímenes más horrendos en la historia de la entidad. A cinco años de los hechos, la responsable ya está libre y nadie sabe dónde está.
La responsable de uno de los crímenes más horrendos en la historia de Tamaulipas ya está libre, de acuerdo con el sistema tradicional de Justicia Penal de esta entidad.
Guadalupe Hernández cumplió una sentencia de entre 5 y 8 años de prisión en el Consejo Tutelar Distrital para Menores, por un homicidio doble que cometió en Reynosa, Tamaulipas.
Corrían los días finales del año 2014 cuando el crimen desconcertó a los habitantes de esta población fronteriza. Los usuarios de las redes sociales mostraron su indignación por este repugnante caso y comentaron: “Que se pudra en la cárcel”, “que le apliquen todo el peso de la ley” y que “le apliquen la pena de muerte”, fueron algunas de las consignas que entonces escribieron en el Facebook y Twitter.
Sin embargo, a cinco años de los hechos, la responsable de haber asesinado a una joven embarazada y luego haberla abierto para sacarle al hijo no nacido, quien también falleció, ya se encuentra en libertad pues cumplió una condena reducida ya que se trataba de una menor de edad. A la fecha nadie sabe su paradero.
¿QUIÉN ERA NATALY CARTAS LEÓN?
De familia humilde y escasos recursos la víctima tenía 20 años de edad. Se encontraba en su séptimo mes de gestación, pero vivir al día no le permitía sostener los estudios médicos, así que una tarde del 24 de noviembre de 2014 decidió buscar apoyo mediante la Internet y posteó lo siguiente:
“Hola amigos buenos días, de la manera más humilde les pido si conocen a alguien que necesite que le ayude con los quehaceres de la casa, estoy embarazada, tengo siete meses, nadie me da trabajo y tengo Seguro Popular, pero necesito realizarme ultrasonidos. Me hice el último hace un mes por ayuda de una señora, pero como algunos saben en el Seguro no todo es gratis, me dijeron que tendré cesárea y
pagaré 2 mil pesos”.
Del otro lado de su pantalla una joven de 17 años de edad respondió a los comentarios y le propuso a Nataly verse en el centro comercial Plaza Sendero, en la colonia Lomas del Real de Jarachina Nte; supuestamente para ofrecerle ropa y artículos para recién nacido.
Momentos después se trasladaron a una casa donde la supuesta benefactora había planeado un acto atroz.
Al llegar al domicilio marcado con el número 106 de la calle Santa Fe, en el fraccionamiento del mismo nombre (al poniente de la ciudad), Guadalupe y su pareja sentimental la golpearon con un objeto en la cabeza y con una arma blanca le hicieron dos heridas en el lado izquierdo de su pecho.
Cuando Nataly cayó inconsciente, cruelmente le abrieron la parte baja del vientre para sacarle a su bebé.
Ya sin aliento de vida los homicidas arrojaron sus restos a un terreno baldío, cercana de donde se cometió el asesinato.
Posteriormente la verdugo con el bebé en brazos, se trasladó al área de Urgencias del Hospital Materno Infantil en la colonia Campestre, donde pretendía hacerse pasar como la madre de la criatura que se encontraba en estado grave de salud por la naturaleza del violento acontecimiento. Ahí pidió que le dieran los primeros auxilios.
Entonces la asesina fue sometida a un examen médico, en el que los doctores descubrieron que no presentaba síntomas de haber dado a luz; además encontraron inconsistencias en las versiones de la adolescente que llevaba al bebé en brazos. Mientras esto ocurría aquel frágil cuerpecito había dejado de respirar.
EL SUPUESTO CÓMPLICE
Existió la versión manejada por la propia homicida de que contó con la ayuda de otra persona para cometer el asesinato, al parecer su pareja sentimental, llamado Raúl “N”, de 20 años aproximadamente, originario del Estado de Oaxaca, con quien llevaba varios meses viviendo en unión libre.
Pero a simple vista su apariencia física dejaba entrever que no necesitaba de ayuda de otra persona para cometer sus fechorías, pues en esos años la detenida tenía la suficiente corpulencia. Era robusta y de estatura aproximada de 1.70 metros, la cual, según las pesquisas, la facultó para realizar los hechos ella misma.
Un grupo de elementos de la Policía Federal asignados al entonces departamento de Homicidios de la Policía Ministerial del Estado (PME) arribaron al Hospital para verificar el reporte, por lo que se entrevistaron con los doctores y la joven terminó confesando el brutal asesinato. Enseguida llevó a los policías hasta el lugar donde permanecían los restos de Nataly.
“Se siguió una investigación de una persona desaparecida de nombre Nataly Cartas León y por ahí llegó una menor al Hospital Materno con un bebé ya sin signos vitales y en la investigación resultó que esta muchacha había contactado a la occisa porque estaba embarazada y en las investigaciones resultó que la había matado para sacarle el producto y resultó que sí, el cadáver estaba en una zona enmontada a espaldas de la casa donde ocurrió el crimen”, comentó un oficial de la Policía Federal que vivió de cerca ese hecho.
Los uniformados en turno solicitaron el apoyo de la Unidad Regional de Servicios Periciales adscritos a la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT) de la zona norte, para que el personal en materia de fotografía, químico y médico legista, continuaran con el proceso como lo marca el protocolo.
Una vez que los expertos en técnicas de campo realizaron las diligencias de rigor en la escena del homicidio, señalaron que por los objetos encontrados en la recámara de la presunta autora del crimen a la joven embarazada Nataly Cartas y de su bebé no nacido, se desprende que la asesina es creyente y devota de San Judas Tadeo, pero a la vez le gustan las películas de terror y de crímenes de extrema violencia no permitida para menores de edad.
Asimismo, sobre una cama individual, los peritos forenses encontraron diversos objetos como una bolsa plástica y dentro de ella, dos imágenes religiosas, una de San Judas Tadeo y otra de la Virgen de Guadalupe.
Lo más desconcertante es que sobre la misma cama, según dijeron, se halló una película titulada “Los extraños”, terrorífico filme del año 2008 mismo que trata sobre el asesinato de una joven pareja con armas blancas.
En la sala de aquella vivienda donde reinaba la soledad y una vibra pesada, un cuadro de San Judas Tadeo decoraba la pared, y tanto en el sofá como en el piso ensangrentado de la sala, había objetos para bebé como una carreola, un mameluco, un babero, varias cobijas, un chupón y juguetes.
EL PRESUNTO MOVIL
La presunta asesina estuvo embarazada y perdió a su hijo en el mes de abril, por lo que tenía casi los mismos meses de embarazo que su víctima.
“Ella perdió al bebe que esperaba y presuntamente quedó estéril, surgiendo la idea en la homicida de apropiarse del bebe de otra mujer por las buenas o por las malas”, explicaron los agentes federales en turno.
Para ese tiempo la joven criminal tenía todo para la llegada de la criatura que tanto deseaba, pero su delirio la llevó al grado de cometer un crimen salvaje para lograr su propósito, tener un hijo y ver feliz a su supuesta pareja.
Como autora del doble homicidio Guadalupe pagó una ligera condena de entre 5 y 8 años de prisión en el Centro de Reintegración Social y Familiar para Adolescentes. Las autoridades informaron que ya la dejaron en libertad porque era menor de edad cuando cometió el ilícito y en ese año (2014) aún estaba en funcionamiento el sistema tradicional (antiguo) de Justicia Penal de Tamaulipas.
Y aunque transcurre el tiempo la sociedad no olvida uno de los crímenes más horrendos de los que se tenga memoria.
Aprovecharon su necesidad
Nataly enfrentaba una complicada situación, pues a los 17 años tenía que encontrar la manera de salir adelante, no obstante su embarazo. Eso la obligó a pedir ayuda en las redes sociales lo que aprovechó su asesina para contactarla y ganarse su confianza.
