
Falta solamente la confirmación de la fecha de las elecciones en Tamaulipas del próximo año (julio o noviembre) para que el avispero se empiece a alborotar, especialmente dentro del Partido Revolucionario Institucional que, para ser bastante sinceros, tiene todas las de ganar para retener la gubernatura.
El año 2010 parece que será un paseo de campo que pintará tricolor, luego de los resultados que obtuvo el PRI en las elecciones federales de julio pasado donde obtuvo el carro completo al ganar los ocho distritos de mayoría, por cierto, cinco de ellos en manos del PAN.
Para conocer la fecha exacta sólo falta la resolución que tomará la Suprema Corte de Justicia de la Nación en las próximas semanas, ya que deberá resolver un recurso que interpuso el Partido de la Revolución Democrática que rechaza el mes de julio para la cita a las urnas.
Por lo pronto, los que más suenan para ser el elegido en suceder a Eugenio Hernández Flores están en tres (bolas) y dos (strikes).
Ellos son el diputado federal electo por Ciudad Victoria y ex secretario de Salud del Estado, Rodolfo Torre Cantú; el alcalde de Reynosa, Oscar Luebbert Gutiérrez; el de Nuevo Laredo, Ramón Garza Barrios, y la senadora Amira Gómez Tueme.
En otra canasta están colocados, para lo que se ofrezca: el ex alcalde de Matamoros y legislador electo, Baltazar Hinojosa Ochoa; el secretario de Educación, José Manuel Assad Montelongo y el alcalde de Altamira con licencia y próximo diputado federal, Francisco Javier Gil Ortiz.
Y al último de la fila con la vela prendida estarían el diputado federal Enrique Cárdenas del Avellano, el alcalde de Matamoros, Erick Silva Santos, y su homólogo de Ciudad Victoria, Arturo Díez Gutiérrez.
Ahora vamos por partes. Rodolfo Torre Cantú estaría primero en la lista pues, es de muchos sabido, que forma parte del círculo más cercano a Eugenio Hernández Flores, no sólo como funcionario cuando sirvió en la Secretaría de Salud, sino como amigo de la familia.
En contra tiene que sus contactos en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI son nulos, por eso lo mandaron a competir por el V Distrito, para que ya programe citas y conozca oficinas y pasillos de la sede nacional de Avenida Insurgentes.
El mejor premio de consolación de Torre Cantú, si no es el elegido, sería la alcaldía de la capital que, hasta hoy, estaría reservada para Manuel Muñoz Cano, titular de la Secretaría de Desarrollo Social, por haberse disciplinado cuando no fue requerido para ser candidato a una de las diputaciones federales.
Sólo para recordar hay que mencionar que, por esa situación, Muñoz Cano no cumplió con uno de los requisitos del PRI para quienes aspiran a ser el candidato a gobernador: de competir y ganar una elección por mayoría.
De los cuatro más mencionados, Oscar Luebbert Gutiérrez es quien tiene experiencia hasta para repartir, pero siendo sinceros no es de los amigos del gobernador, pero nadie duda de sus fortalezas. Una de ellas son los contactos que tiene en el CEN del PRI.
Para el alcalde de Reynosa sería la tercera vez que busque ser gobernador, el único puesto público que le falta en su extenso currículum.
Entre los puntos a su favor es que recuperó para su partido la alcaldía de esta frontera en 2007 y en julio pasado las diputaciones federales que eran del Partido Acción Nacional, con cabeceras en Reynosa y Río Bravo.
En peso específico, Reynosa tiene la tercera parte del padrón electoral pues es la ciudad de Tamaulipas con mayor población.
Cuidando las formas y sobre todo sus aspiraciones, Luebbert Gutiérrez se ha alineado desde que es alcalde, demuestra su lealtad y se comporta como uno más de los soldados que ven a Hernández Flores como al general de la tropa, hasta que entregue la espada de mando.
Cuando en 2007 Hernández Flores le planteó ser el candidato para que Reynosa fuera de nuevo tricolor, aun sabiendo que el PAN estaba muy bien atrincherado, aceptó el reto y entregó a su jefe el mejor de los resultados: el principio del fin del corrupto Francisco García Cabeza de Vaca.
Por su parte, Ramón Garza Barrios fue el líder del Congreso del Estado en el primer trienio del gobierno de Eugenio, antes de ser elegido candidato a la alcaldía de Nuevo Laredo, posición que ganó sin problemas.
Desde que llegó a sentarse en ese comal ardiendo, convertido en eso en las gestiones anteriores, Garza Barrios se puso a trabajar y la mala imagen que arrastraba esa ciudad a través de los años –que había rebasado las fronteras– fue desapareciendo.
Ahora bien y siendo honestos, difícilmente el PRI de Tamaulipas podría designar a una mujer como su candidata al gobierno en 2010. Pero si a nivel nacional Beatriz Paredes Rangel es “la generala”, la senadora Amira Gómez Tueme podría ser una válvula de escape para Hernández Flores.
En el PAN las calabazas se empezarán a acomodar, cuando el presidente Felipe Calderón Hinojosa –perdón, César Nava– tome las riendas y los pelos de la burra y de su partido en sus manos.
Pero si una decisión ya tomó por César Nava sobre el caso Tamaulipas y Reynosa es que el corrupto Cabeza de Vaca no será candidato a ninguna de las posiciones: porque escribió el capítulo más corrupto del PAN en toda su historia en la entidad.
Por otra parte, en Matamoros, Humberto Rangel Vallejo, el ex candidato a diputado federal por el Verde Ecologista en las pasadas elecciones, tiene bien claro cuál será su papel en las próximas elecciones de 2010.
Haber terminado tercero en las preferencia electorales en el Distrito IV, motivaron a Rangel Vallejo en seguir picando piedra. Por lo pronto no se descarta una candidatura a diputado local en alianza PRI-Verde Ecologista.
Y antes del punto final: ¡suerte a la Liga Treviño Kelly en el Mundial de Ligas Pequeñas en Williamsport!, ¡suerte a México que será representado por el equipo de Reynosa!