
Vendiendo enrollados la vida le cambio a José Antonio García quien tras ser despedido, tuvo la idea de vender los famosos tacos estilo Reynosa y con ello sacó para darle estudios a sus tres hijos.
De papa, de frijolitos, de deshebrada, de frijoles con carne y de chicharrón prensado, en tortilla de harina o enrollados de maíz, son los tacos que vende don José Antonio García en su carrito azul hasta donde llegan clientes a pie o en carro.
Desde hace quince años se levanta puntualmente a las 03:00 horas para preparar lo necesario e iniciar con su negocio diario.
“Hace muchos años trabajaba en una cervecería trasnacional, ahí trabajé durante 15 años, era chofer vendedor, pero me quedé sin trabajo, me enfermé, el intestino me estaba matando, renuncié y ahora sí, pues no tenía ni para comer y había que sacar para la papa”, comentó.
Recordó que en varias ocasiones al caminar por la calle observó a varios taqueros y a su clientela y eso le dio la idea para iniciar con su propio negocio.
“Caminando vi que los taqueritos vendían taquitos y juntaban su feria y pensé en que yo también podría hacerlo y así inicié”, explicó.
Inicialmente recorría varias calles a pie para ofrecer sus tacos en casas y negocios, pero dijo que tiempo después pidió dinero
prestado para comprar su triciclo y establecerse en un solo lugar.
Muchos de sus clientes le recomendaban hacerlo y ya no caminar tanto, ya que su edad era avanzada.
Hacerlo, mencionó, fue complicado, pues aparte de la deuda fue necesario sacar permisos y pagar varias cuotas, pero gracias a eso puede obtener ingresos diarios que le permiten salir adelante.
“Los pagos que hay que hacer van saliendo poco a poco, el negocio no te da para que te hagas rico, pero si para que comas y sostener a la familia; no pago renta, es casa propia gracias a Dios, de ahí sale para pagar servicios y todo lo demás”, platicó García.
Expresó que aunque pueda parecer difícil iniciar un negocio propio se debe tener iniciativa, tomar sus propias decisiones y ponerse a trabajar.
Aunque tiene tres hijos, ninguno de ellos se dedica a hacer o vender tacos, solamente él.
‘BUENOS, SABROSOS Y LIMPIOS’
El menú que ofrece José Antonio García está conformado por tacos de harina o de maíz, conocidos como enrollados.
Los de harina cuestan 10 pesos y la orden de maíz 20.
Para complementar, los clientes pueden elegir entre tres salsas diferentes: roja, verde y de aguacate o guacamole, que consideró, es la que más le gusta a la gente.
Sobre los tacos agregó que, los preferidos de los niños son los de papa y los de frijoles.
Señaló que los guisos se elaboran todos los días para ofrecer algo bueno, sabroso y limpio que esté “recién guisadito”; las tortillas de harina y las de maíz se compran ya hechas.
Detalló que muchas personas llegan buscando barbacoa e incluso le han manifestado su deseo e interés en que la venda, pero don José Antonio dijo que como no la sabe hacer, pues no la vende y prefiere enfocarse en lo que sí domina, que es hacer tacos.
“La gente gracias a Dios de todo pide, de todo un poquito, está pareja la cosa, todos les gustan, pero hay días que sobran no siempre se acaban, porque ya ve usted como están los negocios”, agregó.
EL CLIENTE ES PRIMERO
Su amabilidad es fácilmente perceptible, es cordial y muy platicador y el vendedor está consciente de la importancia de ofrecer un buen trato al cliente, pues eso, además de un buen producto, es importante para que regrese.
“Lo primero es el cliente, el se merece lo mejor que podemos tener, la limpieza, el sazón, para que ellos nos visiten y prefieran nuestros taquitos”, agregó.
Los clientes ya lo conocen, quienes diariamente acuden a comprar tacos, ya sea para comer ahí o para llevar lo saludan y algunos hasta le cuentan algunas cosas como lo hacen con un buen amigo.
“Muchas amistades vienen y platican de su trabajo, de su familia, de cómo está el día o cómo ha estado la ciudad y claro, de los tacos tan sabrosos”, precisó.
El hombre de tez morena y 59 años añadió que le da mucho gusto que la gente vaya a comer con él y que disfruta su trabajo, por lo que nunca ha pensado en dejar de hacerlo o dedicarse a otra cosa, sino que ahí piensa jubilarse.
Quien guste probar este platillo puede hacerlo de domingo a viernes, de 08:00 a 15:00 horas, en el triciclo de José Antonio, ubicado en la intersección de Avenida Praxedis Balboa, Cuahutémoc y Xicoténcatl, en la colonia Hidalgo.