
Lo que se pensaría que pudiera ser un festejo lleno de diversión, felicidad y risas, por la presencia de un singular personaje de colorido atuendo, cabello multicolor, nariz roja y rostro maquillado con una expresiva sonrisa, puede convertirse en una verdadera pesadilla, no solamente para niños, también para adultos.
Esto es muy común para quien le tiene fobia a los payasos, que son asociados generalmente con artistas de circo, que se caracterizan para hacer reír a la gente por medio de bromas, trucos y piruetas.
Sin embargo, desde hace tiempo, la imagen del payaso ha cambiado mucho, ya no solamente es un ser inocente, divertido y chistoso; ahora puede ser un asesino serial, un ladrón o inclusive, un ser demoniaco.
MIEDO, ANSIEDAD Y DESCONFIANZA
También conocida como coulrofobia, la aversión a los payasos es cuando se asocia mentalmente a sensaciones negativas y desagradables, hasta el punto de sufrir un enorme pavor.
Arely Martínez, psicóloga con especialidad en Modificación de Conducta, enfocada en niños, mencionó que el uso de colores intensos y rasgos distorsionados y llamativos logrados a través del maquillaje, como los ojos grandes y sonrisas demasiado expresivas, son las principales razones.
“También el no poder ver quien está detrás del maquillaje, el no ver su cara, genera ansiedad en las personas, desconfianza y miedo”, comentó.
Dijo que, en el caso de los niños, esta fobia surge alrededor de los dos o tres años de edad, la mayoría de las veces, muy dependientes de papá o mamá.
Los síntomas son temores irracionales, taquicardias, falta de aire, problemas de respiración, ansiedad y angustia y puede llegar a ser tan severa que, incluso, puede desencadenar un ataque cardiaco.
Pero no solamente la persona que sufre la fobia puede verse afectada, también quien hace burlas o atemorice con alguna imagen, o incluso, el mismo payaso.
Diego Hernández, habló sobre su fobia a los payasos y cree que fue durante la fiesta por su cumpleaños número dos cuando ésta surgió, ya que debido a la presencia del hombre pintado, pasó la tarde debajo de la mesa de regalos, incluso, el evento se terminó antes de tiempo.
Recordó que su niñez fue difícil, pues era complicado ir a las fiestas de sus amiguitos, participar en los juegos o simplemente ir al circo o a la feria, describe estas situaciones como “experiencias muy terroríficas”.
Cuando acudía a los festejos, en lugar de disfrutar de las dinámicas de los payasos se la pasaba sentado junto a los adultos, o en ocasiones, ni siquiera asistía.
Al igual que en la explicación dada por la experta, el entrevistado coincide en las sensaciones experimentadas: miedo, nerviosismo, desesperación, incomodidad y pavor, al grado de llegar a paralizarlo, aunque afirma que ahora que es adulto han disminuido en gran medida, sin embargo, trata de evitar el contacto visual y afirma que aún ahora, la presencia de un payaso por la noche le generaría bastante impacto.
DE INOCENTE CoMICO
A SER MALEFICO
Hasta hace algunos años los payasos eran vistos como los grandes animadores de las fiestas infantiles, estrellas en circos y amigos de los niños, pero después fueron los causantes de miedo, temor y pesadillas.
La razón es debido a la aparición en cine y televisión de historias donde el protagonista es un payaso maléfico, siendo en 1982 en la película “Poltergeist”, cuando se ve esto por primera vez.
Cinco años después en “Blood harvest”, con un asesino caracterizado como payaso, seguida por “Killer klowns from Outer Space” y “Clownhouse”, hasta llegar a “It”, en 1990, basada en la novela homónima de Stephen King que tendrá su nueva versión este año.
Según la página blogdecine.com fue “una película hecha para televisión que horrorizó a toda una generación” con secuencias inquietantes que giran sobre miedos infantiles.
“Pennywise”, el protagonista de la obra de Stephen King fue inspirado por el estadounidense John Wayne Gacy, un asesino serial que en 1972 y 1978 violó y mató a 33 hombres.
Quien se hacía llamar “Pogo el payaso”, debido a que hacía servicios sociales en desfiles y fiestas infantiles caracterizado de esta forma, tiempo después recibió el mote de “El payaso asesino” y 26 de sus víctimas fueron encontradas en el sótano de su casa, otras en el jardín de su madre y algunos cuerpos fueron lanzados a un río.
Según fahrenheitmagazine.com fue sentenciado a 21 cadenas perpetuas y 12 penas de muerte y recibió la inyección letal en 1994, pero su estancia en prisión creó pinturas que fueron subastadas por una galería en la Unión Americana.
Luego de “Eso” como es conocida esta miniserie en México, vinieron otras obras que, si bien, no impactaron tanto como la ya mencionada, sí contribuyeron a reafirmar la imagen del payaso malvado que atemoriza, persigue e incluso
asesina personas.
En julio del 2015, el canal italiano de YouTube de bromas pesadas Dm Pranks Productions, presentó un videos sobre payasos asesinos que impactaron a la sociedad y rápidamente se extendió al resto del mundo.
En los cortometrajes se aprecia a estos personajes atemorizando personas con sierras, hachas o cuchillos.
Un año después inspirados por estos materiales, surge en Estados Unidos y Canadá una oleada de ataques contra ciudadanos por personas utilizando atuendos multicolores y máscaras de payasos que perseguía a personas.
Rápidamente esta “moda” se extiende a Reino Unido, Australia y Suecia, en donde un joven de 19 años fue apuñalado por un hombre que llevaba una máscara de payaso, un día después de que dos personas vestidas como tal amenazaran con matar a una mujer en el centro del país.
El movimiento llegó a México y como resultado del temor, a través de redes sociales se convocó a la “cacería”
de payasos.
Como resultado, asociaciones y grupos de artistas de la comedia de este país se manifestaron en contra de la campaña negativa hacia ellos y pidieron la confianza de las personas.
DE VUELTA A LA ESCENA
Con la aparición del tráiler, previo al estreno del “remake” de “It”, reaparece el tema de los payasos tenebrosos.
Pedro Martínez Muñoz, tiene más de 35 años de trayectoria como payaso en
esta ciudad, tras llegar procedente de Ciudad Mante y localmente es conocido como “Chechereche”.
Comentó que cada generación de niños es diferente, por lo que sus shows están en cambios constantes y para lograrlo, cada año asiste a congresos realizados en México y Estados Unidos.
Se desempeña en shows infantiles, familiares y para adultos, aunque afirmó que, lo que más le gusta es trabajar para los niños.
Aceptó que en varias ocasiones se ha topado con pequeños que manifiestan temor ante su presencia, o que prefieren tomar distancia, ante lo que dijo que lo más importante es ganarse su confianza y hacerlos sentir seguros.
“Depende mucho también de cómo manejen la situación los adultos cercanos a él, porque si los familiares les infunden miedo, obviamente el niño lo va a tener; pero si nos presentan como una persona buena, que vamos a jugar y a interactuar con él, nos va a aceptar”, apuntó.
Cuando iniciaron las apariciones de personas caracterizadas como payasos para cometer actos negativos, el Grupo de Payasos “Amigos de Reynosa” (Grupayar), representado por Martínez Muñoz, hizo recomendaciones a sus integrantes y dio un mensaje a la sociedad.
“Tuvimos una mesa redonda, convocamos a varios compañeros e hicimos una transmisión en vivo por Facebook donde externamos nuestro sentir al público, seguidores y amigos para que nos apoyaran porque a través de redes sociales se estaba mal informando”, comentó.
Dijo que nunca ha sufrido ninguna agresión física, sólo verbales, pero lo toma con humor, o las ignora.
Dijo que contrario a lo que pudiera pensarse, las contrataciones para eventos o shows infantiles no bajaron, continúan igual, ya que el payaso es un personaje que agrada a chicos y grandes.
Incomprendidos por la sociedad
Quienes sufren de coulrofobia no solamente tienen que luchar contra sus emociones y el temor a los payasos, también contra la incomprensión de quienes los rodean.
La psicóloga Arely Martínez dijo que, cuando los papás ven que su hijo le teme a estos personajes, tratan de acercarlo más “para que le pierda el miedo”.
“No se dan cuenta que la angustia es tan fuerte que lejos de ayudarlo, le están haciendo más daño en cuestión emocional y de inseguridad”, explicó.
Diego Hernández dijo que, una de las experiencias más traumáticas que recuerda es que su mamá no entendía su miedo y lo obligó a participar en un bailable escolar donde todos vestían como payasos y cuando vio a sus compañeros se quedó “hecho piedra sobre el escenario”.
Años más tarde, lo llevó a formar parte del público durante la presentación del programa de Vallevisión “El Mundo de los Niños”, presentado por los payasos “Huevolín” y “Huevolito”, obligándolo además a tomarse una foto con ellos.
La respuesta fue que, cuando lo intentaron abrazar, corrió despavorido.
La experta mencionó que estos temores serán más evidentes a los cinco o seis años y lamentablemente quienes son testigos, lo consideran gracioso, poniendo a prueba la capacidad de aguante del afectado.
“La gente no entiende lo difícil e incómodo que puede ser el que te bombardeen con imágenes, videos o incluso que se disfracen de payaso para molestarte, se supone que no deberían de hacer algo así a quien aprecias, porque si aún sufre por la fobia es desagradable, pero si ya lo superó por medio de una terapia, estás poniéndolo a prueba”, sentenció.
En ocasiones, los mismos payasos al percibir que el niño o el adulto está renuente al contacto, tratan de generar simpatía consiguiendo en ocasiones lo contrario.
El entrevistado mencionó que la peor experiencia la vivió siendo ya un adulto, la cual concluyó de forma violenta.
“Me topé a un payaso en el centro de la ciudad y no entendió mi miedo, quiso continuar su rutina conmigo y por más que lo alejé no entendió, no recuerdo en qué momento fue que lo golpeé varias veces, cuando reaccioné estaba siendo detenido por personas y el payaso estaba tirado en el piso con sangre”, detalló.
La Policía llegó y tras hablar mucho tiempo con ellos y explicarles su situación lo dejaron ir, pero lo que jamás olvidará es cuando llegó a su casa y vio sus manos llenas de maquillaje blanco, rojo y sangre.
Aceptó que necesitaba ayuda profesional y tomó terapia que consistía en enfrentar su fobia de forma frontal, primero con imágenes, luego videos, teniendo como uno de los ejercicios el ver la película “Eso”, unas treinta veces hasta que por fin pudo concluirla.
Para finalizar, su terapeuta le indicó usar un disfraz de payaso y verse frente al espejo, lo cual ayudó considerablemente a controlar su temor.
EL ORIGEN DEL MIEDO
La especialista en Modificación de Conducta explicó que la terapia se inicia con una técnica llamada desensibilización, que consiste en abordar a qué se le tiene miedo.
El paciente indagará en su pasado en búsqueda de experiencias que le hayan creado un conflicto, comportamiento de las personas, situaciones, hasta la presencia de colores, olores, texturas o sonidos que detonaron el temor.
“Quizás es solamente algo del payaso lo que le incomoda, puede ser la nariz roja, los ojos y sonrisa grande, la peluca, el olor del maquillaje o la textura de su atuendo”, explicó.
Argumentó que, lo más importante es que la persona que tome una terapia lo haga por voluntad propia, consciente de que quiere salir adelante y superar la fobia.
Finalmente, recomendó a los papás de niños respetarlos y entender que determinada cosa o situación le provoca incomodidad o miedo al pequeño.
“No puedes aislar a una persona, niño o adulto cuando padece una fobia, a lo mejor no llevas a tu hijo a las fiestas infantiles para que no vea al payaso, pero te los vas a topar en un crucero, en el supermercado, en el transporte público, en la televisión, en algún folleto; hay que fortalecer su seguridad y apoyarlo”, destacó.
Por su parte, Diego Hernández dijo que, su situación no es tan complicada ahora, pues como adulto es más fácil controlarlo, lo que le preocupa es qué pasará cuando tenga hijos y quieran ver payasos.