
Por Rafael Martínez
Hace un siglo el Mercado Zaragoza era el centro del comercio de productos básicos en Reynosa. En la actualidad no solo ha ido envejeciendo, sino que se ha convertido en el escaparate de artículos “piratas” y para la práctica de la santería.
Al exterior se puede apreciar una fachada carcomida por los años, algo que no mejora en el interior, donde la poca iluminación y el cierre de casi 30 locales lo vuelve tenebroso, frío.
Los pocos locatarios que se resisten a abandonar sus puestos ya tienen más de 35 años comercializando sus productos, esencialmente artesanías, trajes típicos, joyeros y relojeros.
El panorama es desalentador, los tiempos de bonanza y la llegada de turistas terminaron, por los pasillos se percibe soledad, un vacío que con el paso de los años se ha ido incrementando y que nadie puede erradicar.
Han pasado más de 134 años de su creación y pese que en el año 2012 fue recocido como sitio “histórico” por el entonces presidente municipal, Everardo Villarreal Salinas, ninguna autoridad ha buscado renovar, mejorar o darle un aspecto de vida al mercado que durante décadas fue el centro de reunión de las familias reynosenses.
La tecnológica, la modernidad y la llegada de restaurantes, tiendas de conveniencia y grandes centros comerciales terminaron con este lugar.
Pese a que a diario llegan clientes nuevos, esto no significa que compren más o que aumenten las ventas. La decisión de compra se hace muy dura.
Patricio Hernández Polina, presidente de la Asociación de Empresarios del Mercado Zaragoza, sostiene que “hay más gente porque hay más personas que salen a distraerse, pero luego nadie compra, hay clientes que tenemos desde hace muchos años que se sinceran y te dicen que aunque les guste el artículo no pueden llevárselo”.
Lo mismo afirma Benito Peña Mendoza, quien sostiene que cuando hay crisis, la cuerda se parte por la zona más endeble, es decir los mercados.
El presidente de los locatarios lamentó que de los 105 locales que se encuentran al interior de este lugar histórico, únicamente 70 están en funcionamiento.
La razón es porque muchos de los pioneros en el mercado terminaron tres metros bajo tierra.
“Hay mucha gente, desafortunadamente se han muerto varios y tuvieron que cerrar mientras que otros se fueron por que no es negocio para ellos” dijo.
Explicó que los únicos que quedan en espera de que algún día el mercado Zaragoza vuelva a ser lo que era antes , son aquellos que crecieron entre sus pasillos y cuyos padres les heredaron esa valentía por sacar adelante el negocio familiar.
“Los que estamos aquí somos los que tenemos más persistencia, una parte de los que estamos nos va bien, otros no tan bien, pero sobre todo los que venden artesanías esperan la bonanza para septiembre y noviembre, meses en los que se recuperan para poder subsistir durante el resto del año” comentó.
Hernández Polina consideró que es necesario una gran inversión para atraer el turismo.
“Ningún gobierno invierte para traer a los turistas y cuando llegan a Reynosa únicamente vienen a la Plaza Principal y de ahí se regresan a los Estados Unidos” declaró.
Precisó que se debe hacer un estudio para que se busque la manera de crear una industria turística que levante otra vez al mercado que desde hace años se encuentra en declive.
Manifestó que cada año buscan mejorar el aspecto del centro de la ciudad y que sin duda el remodelar el mercado Zaragoza podría generar un gran cambio para Reynosa.
“Es el principal ícono de la ciudad, pues hace 40 años en Reynosa este era el principal foco de atracción para los turistas, por lo tanto había la derrama económica en el centro de la ciudad” resaltó.
Benito Peña Mendoza, quien tiene más de 20 años como locatario del Mercado Zaragoza, recordó que antes había mucha gente hasta las ocho de la noche seguía comprando, pero esto se terminó.
“Ahora tenemos que abrir hasta las 10 de la mañana, hay muchos locales cerrados y la gente ya no viene más que a las tiendas o negocios que están sobre las calles aledañas” indicó.
Dijo desconocer cuál sería el proyecto correcto para que la afluencia de visitantes volviera al mercado, así como los tiempos de bonanza.
Para María Mendoza Gutiérrez, de 60 años de edad, el mercado le recuerda una infancia llena de alegrías y emociones.
“Ya no es lo mismo, la verdad son pocas las veces que regreso al Mercado Zaragoza, las cosas cambiaron y la verdad prefiero ir a los centros comerciales porque son mas cómodos de visitar”, recalcó
Y es que en la frontera de Matamoros y Reynosa, los mercados son centros de artesanías y de comida que con el paso del tiempo se olvidaron y ahora son como lugares fantasma que únicamente permiten sobrevivir a pocos.
El cronista de Reynosa, Martin Salinas Rivera, explicó que en el centro de lo que se conoció como Plaza Zaragoza ya existía para mediados del siglo XIX una edificación de madera en donde concurrían los habitantes para hacer sus compras de primera necesidad.
De acuerdo a un documento en la sección de Actas de Cabildo que se encuentra en el Archivo Histórico de Reynosa, el alcalde Lic. Juan Bautista Chapa Cavazos propuso el 12 de marzo de 1881 un proyecto para la construcción de un nuevo edificio para este mercado, argumentando: “la que se halla actualmente… no merece tal nombre sino porque ahí concurren los habitantes por los artículos de primera necesidad”.
A principios de abril de ese mismo año el maestro albañil Juan Ríos presentó los planos propuestos que incluían adornos con cornisas de ladrillos, piedra y mármol. El proyecto contemplaba un costo para la obra que sumaba un total de mil pesos.
Parte de la inversión fue por cooperación de los mismos ciudadanos. En un recuadro de la época donado por Tiburcio Casas para su colocación en el interior del edificio rezaba: “Patriótica cooperación del pueblo.- abnegada Administración Municipal del año de 1881”.
En la sección de Presidencia del Archivo Histórico de Reynosa se resguarda el libro sobre las personas que voluntariamente contribuyeron a la construcción de este edificio. Los fondos se recabaron en ese mismo año de 1881 a partir del mes de mayo.
El 15 de septiembre del 2012 se efectuó la develación de la placa que otorgó el distintivo de “histórico” al Mercado “Zaragoza” inaugurado un 14 de septiembre de 1882 con motivo de conmemorar el 72 aniversario de la Independencia de México.