
De acuerdo con Martín Salinas Rivera, investigador y antropólogo de la Universidad de Texas en Austin, y actual cronista municipal de Reynosa, la Revolución Mexicana fue un movimiento sui géneris, muy a su propio estilo y el cual sigue siendo objeto de minuciosos análisis y estudios (debido a todos los intereses y entramados que de éste se derivaron).
Como parte de una reunión que sostendrán este mes de noviembre destacados historiadores en San Antonio, Texas, el entrevistado recuerda que fue precisamente en esa ciudad del sur estadounidense donde Francisco I. Madero hizo público el “Plan de San Luis”, un manifiesto (promulgado el 5 de octubre de 1910) que convocó al levantamiento armado de la nación –el 20 de noviembre del mismo año– para derrocar la dictadura del ex presidente Porfirio Díaz.
Apenas dos días antes en la ciudad de Puebla había sido asesinado junto con su familia el líder opositor anti reeleccionista, Aquiles Serdán, acusado de apoyar a Madero y conspirar contra Díaz, dando así formalmente inicio la Revolución Mexicana.
“Es muy importante mencionar que Francisco I. Madero después de estar prisionero en San Luis Potosí y escapar a San Antonio, Texas, planea ahí la Revolución Mexicana y todo lo que viene es muy interesante”, pormenoriza.
INFLUENCIA ‘YANKEE’
En ese tenor llama especialmente la atención cómo es que los líderes mexicanos iban a Estados Unidos para conseguir apoyo como alguna vez lo hicieron Antonio López de Santa Anna y Benito Juárez. Al respecto el historiador ratifica esa conexión, la cual asegura, existe desde la época de la Independencia.
“Para Francisco I. Madero significó el punto de apoyo para traer la Revolución hacia México, que a final de cuentas fue única. Estamos hablando que en el Siglo XIX no existía el socialismo ni el comunismo, pero están estos ideales de los hermanos Flores Magón del anarquismo (como una forma de sublevación en contra del gobierno).
“En todos estos conceptos se veía el derrocamiento de Porfirio, que ya había estado por muchos años en el poder (después de gobernar al país en nueve periodos). Él, para que ya no hubiera más derramamiento de sangre, fue a dar a Francia (donde murió), pero en México se quedaron los grupos que lo acompañaban.
“Quedó la continuación de lo que es el huertismo, el cual tiene que ver con la muerte de Madero, que es la misma gente de Porfirio Díaz. Aquí en Reynosa de hecho estuvo el Ejército Federal de Victoriano Huerta”, menciona.
LOS CUATRO GRUPOS ANTIRREELECIONISTAS
Martín Salinas Rivera precisa sobre la formación en 1913 del Ejército Constitucionalista –con el ‘Plan de Guadalupe’– como un poderoso frente organizado por Venustiano Carranza y conformado por cuatro facciones revolucionarias para derrocar a Huerta, quién se aupó en el poder después de mandar a matar a Madero en un Golpe de Estado.
Y comenta que fue precisamente ese mismo año que se presentó el primer movimiento armado en Reynosa de la época, cuando desalojaron a los federales huertistas, así como a los que habían quedado del porfiriato, para lo cual vino después el cambio de poder.
“De hecho estamos conmemorando cien años de eventos muy importantes en la región, que son la visita del ejército villista, el cual vino a tratar de tomar Matamoros en mayo de 1915.
“Todo el norte se había unido: el obregonismo, el villismo, el carrancismo, junto con los zapatistas para desalojar al huertismo. Villa alcanzó a llegar hasta Los Ramones, Nuevo León. Venía en el tren. Él mandó a Felipe Ángeles a tomar Monterrey y para acá envió un ejército bastante grande que estuvo unos días en Reynosa y luego en Matamoros”, agrega.
No obstante, tal alianza (entre los cuatro grupos) duró muy poco, ya que después de la Batalla de Zacatecas en 1914 (en la que prácticamente quedó derrotado el huertismo) se unieron todos los grupos antirreelecionistas en la Convención de Aguascalientes para ver quién iba a gobernar el país.
Pero como no se pusieron de acuerdo, al año siguiente en Celaya, Guanajuato, se pelearon Obregón y Francisco Villa, en la derrota de este último.
“El que había unido a toda la gente era Carranza, pero él y Obregón no estuvieron de acuerdo con los vilistas y zapatistas que querían un presidente interino, por lo que Carranza se retiró a Veracruz y desde ahí estuvo mandando al frente del Ejecutivo y como jefe máximo del Ejército Constitucionalista”, relata.
Por lo tanto, el proceso entre las cuatro facciones que habían logrado quitar el huertismo, entró en una disputa encarnizada entre los mismos.
“Pero Carranza tomó los puntos claves que eran los puertos, Veracruz, Tampico, Matamoros, muy bien pertrechados y con muchas municiones, mientras que Villa andaba vagando y no pudo entrar a Tampico. Villa ya había perdido todo y luego se le ocurre ir a atacar a Nuevo México”, subraya el antropólogo Salinas Rivera.
CARRANZA EN REYNOSA
Posteriormente Carranza se movió estratégicamente al norte de la nación. Describe el entrevistado que el factor principal de su presencia en la frontera era presionar a Estados Unidos para que se le diera el reconocimiento al movimiento Constitucionalista.
“Para ello hubo varios sucesos que se presentaron de robo e incendio de trenes en suelo estadounidense, entre otros conflictos en contra de efectivos y militares americanos. Carranza había ido a Nuevo Laredo y de ahí a Monterrey a un casamiento, y más o menos en el trayecto es cuando le da la Unión Americana esa anuencia que estaba esperando como presidente de México. De ahí llegó a Reynosa, en una comitiva muy grande de hasta cuatro trenes llenos de gente”, afirma el cronista.
A pesar de que eran todos constitucionalistas, cuenta que Villa y Zapata le daban más importancia a asuntos dirigidos más hacia el pueblo, a diferencia de Carranza, quien se enfocaba principalmente en leyes.
“La Constitución la viene haciendo hasta 1917 Carranza, que es cuando sube al poder, y sirve como la base de nuestra constitución al modificarse la de Benito Juárez. Posteriormente a Carranza asesina a traición al general Rodolfo Herrero el 21 de mayo de 1920 en Puebla”, señala.
Aunque Venustiano Carranza había llegado al poder con el apoyo de Obregón en 1920 se produjo una separación.
“Esos eventos están muy relacionados con nuestra región, aunque aparentemente no tuvieran nada que ver. Y sí están muy ligados, pues en los trenes que van al conflicto a Puebla fueron Medardo González, y al parecer hasta los Tárraga”, pondera Salinas Rivera.
A la postre de Carranza en el poder, hubo varios presidente interinos que duraron días, hasta que Obregón llegó al gobierno a partir del 1 de diciembre de 1920, que es cuando prácticamente se termina la Revolución Mexicana.
A Zapata por su lado lo asesinaron en Chinameca, Morelos el 10 de abril de 1919 y a Villa el 20 de julio de 1923 en Parral, Chihuahua, convirtiéndose en los símbolos más importantes del conflicto armado.
ViNCULOS DE LA REVOLUCION
Sin embargo, Salinas Rivera menciona nuevamente una conexión importante de la Revolución en Reynosa.
“Aquí fueron tres importantes eventos que se relacionan: el primero con el constitucionalismo de Carranza para tumbar a los huertistas el 10 de mayo de 1913, que llegó el ejército y fue la batalla más representativa. Alrededor de la una de la tarde se están peleando ahí por donde está ubicado el hospital del Issste. Arribó en carro Francisco J. Múgica, quien dirigió la batalla, la cual terminó hasta las cuatro de la tarde.
“Y todos los huertístas huyeron por la orilla del tren hasta Matamoros, mientras que otros se cruzaron el río Bravo y fueron capturados por el Ejército de Estados Unidos. Ahí en Hidalgo, donde están los edificios de la Corte, se encuentran las fotos donde los tienen encerrados. Y muchos de ellos se ahogaron al intentar cruzar”, señala.
Luego el antropólogo reseña los eventos antes mencionados de 1915, del villismo y el carrancismo, pero que entre 1917 y 1918 se presentó otro acontecimiento en la ciudad con el movimiento del general Juan Andreu Almazán, que comandó el movimiento para derrocar a Carranza.
“Y con ellos están los generales de nosotros son de esa época, Tiburcio Garza Zamora y Herón Ramirez. Después ellos se quedaron vagando y cuando se acabó la Revolución los mandaron a llamar a Linares, Nuevo León, y ahí les dieron puestos hasta subir a ser generales.
“Es parte de la Revolución de nosotros que está contada ahí, en puros pedacitos, porque no es una cosa continua. Y existen muchos ámbitos de este conflicto, como la cuestión política, que hay bastantes cosas que se pueden contar, de cómo se manejaron las cosas y cómo surgieron los grupos políticos en México, porque terminamos con tres partidos que eran el Círculo Rojo, el Circulo Verde y el Círculo Blanco, así se llamaban, y de ahí va a salir lo que es la política”, indica.
Al final Martín Salinas Rivera enfatiza que la historia de la Revolución Mexicana tiene este mes de noviembre algo muy importante que contar.