Por Paola Almaraz y Gerardo Ramos Minor
A tres años de la peor tragedia en la historia de la actividad petrolera en Reynosa: la explosión en la Central de Medición km 19, donde fallecieron 33 personas; las familias de los muertos en el percance ven con frustración cómo los encargados de Petróleos Mexicanos (Pemex) se preocupan más por construir monumentos y memoriales que ofrecerles respuestas sobre qué fue lo que pasó ese fatídico día.
De acuerdo a cifras oficiales, en apenas dos obras -el Parque Lineal y el monumento conmemorativo del 70 Aniversario del Activo Integral Burgos- inauguradas después de la tragedia en el complejo gasero, la paraestatal ha gastado poco más de 36 millones de pesos.
A esta cifra hay que agregarle el costo del memorial a los fallecidos en la explosión edificado sobre la avenida Lázaro Cárdenas, frente a las oficinas administrativas de Pemex y cuyo precio aún no ha sido revelado.
Es cierto, los familiares de todos los petroleros que fallecieron en el estallido recibieron una indemnización económica, misma que en algunos casos también alcanzó a los que resultaron heridos y presentan lesiones que los van a castigar de por vida.
Sin embargo, más allá del dinero, el reclamo de la familias de todos los involucrados en esta tragedia que ha sido ignorado por Pemex y la Procuraduría General de la República (PGR), es saber con exactitud qué fue lo que pasó hace tres años y quién fue el responsable de haberlo evitado.
A 36 meses de los hechos, la averiguación previa penal abierta para deslindar responsabilidades permanece “congelada” en la PGR, que ni siquiera ha dado a conocer que si el caso sigue abierto y en investigación.
Incluso los esfuerzos que han realizado algunas personas por conocer el origen del percance, detallado en el llamado Análisis Causa Raíz elaborado por Pemex y entregado a la PGR meses después del accidente, han chocado con un muro de burocratismo.
Esto es porque tanto la PGR como la paraestatal determinaron catalogar como “información confidencial y reservada” todo los datos que pudieran dar una idea de qué fue lo que falló ese día en el Centro de Medición.
De acuerdo a un resolutivo emitido por ambas dependencias, esta información deberá permanecer oculta hasta el año 2025, cuando todos los posibles responsables del accidente estén muy lejos de la acción de la justicia.
Mientras tanto, todas las personas que perdieron a un ser querido en ese fatídico día de hace tres años, seguirán gritando en el desierto por respuestas cada vez que pasen por uno de los suntuosos monumentos que la paraestatal construyó para, quizás, intentar hacernos olvidar de la tragedia.
LOS RECUERDAN ‘EN LO OSCURITO’
Al conmemorarse el tercer aniversario de la tragedia en la Central de Medición km 19, autoridades de Petróleos Mexicanos volvieron a decidirse por rendir homenaje a sus compañeros caídos prácticamente en secreto.
Esto es porque la ceremonia oficial en la que se colocaron ofrendas florales en el memorial construido en honor a los fallecidos, se volvió a realizar al amanecer del 18 de septiembre pasado.
Directivos y representantes de la paraestatal volvieron a realizar una rápida ceremonia de recuerdo a sus compañeros, en la que se concretaron a dar algunos mensajes y colocar diez ramos de flores blancas y dos coronas fúnebres al pie de los monumentos donde están los nombres de quienes perdieron la vida ese día.
La decisión de los directivos de Pemex de realizar esta ceremonia casi en secreto, se dio después del evento donde se recordó el primer aniversario de los hechos, cuando familiares de los fallecidos increparon a los directivos de la empresa por la opacidad que ha prevalecido en este caso.
Y es que en Reynosa no se olvida que esta explosión no sólo ensombreció en el luto a 33 familias, sino que también le cambió la vida a una docena de personas quienes resultaron con lesiones que los van a perseguir el resto de sus días.
A tres años de la tragedia, Pemex no ha dado a conocer el dictamen que permita a las familias de los fallecidos y a los lesionados conocer qué fue lo que ocasionó un estallido de tal magnitud.
Cabe señalar no se informó de alguna ceremonia especial por parte de Pemex en memoria de los 33 trabajadores fallecidos, solamente de las familias que realizaron misas para pedir por el eterno descanso de sus seres queridos.