• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral primaria
  • Saltar al pie de página

Edición Impresa

Hora Cero Tamaulipas

Hora Cero Tamaulipas

Periódico con las noticias mas relevantes de los sucesos en Tamaulipas

  • Local
  • Regional
  • Nacional
  • Internacional
  • Deportes
  • Espectáculos

La salud por la boca se pierde

16 de junio de 2015 por José Manuel Meza

Tener una vida saludable está más cerca de lo que parece y al alcance de cualquier bolsillo. La clave radica en seguir las indicaciones del nutriólogo, pues más allá de saber cuál comida nutre al cuerpo, también es importante entender qué productos le hacen daño (convirtiéndose en azúcares que a la postre provocan enfermedades crónicas y en algunos casos la muerte prematura).
Uno de los problemas más recurrentes para las mujeres y hombres hoy en día es la falta de un plan alimenticio, con ideas variadas y apetitosas, que los acompañe cada día.
Si bien es cierto que la gran mayoría comprende que los comestibles “chatarra” son una mala elección, muchos ignoran que la ingesta desproporcionada de otros alimentos como cereales diversos, lácteos, embutidos, guisados y hasta frutas también pueden originar desórdenes al organismo. Pero entonces ¿cómo comer equilibradamente sin morir de hambre en el intento?
De acuerdo con Ana Karen Martínez Espinosa, del Centro Multidisciplinario de Diabetes de la Frontera, el primer paso es acudir con un nutriólogo para informarse del tema, participar en la elaboración de un menú y empezar a cambiar los hábitos negativos.
La entrevistada define que el objetivo debe ir más allá de los argumentos estéticos, pues comer adecuadamente y mantenerse en un peso ideal está estrechamente vinculado a obtener una mejor calidad de vida.
El hecho de que una persona esté delgada y no aparente ningún problema de salud tampoco significa que lleve una alimentación adecuada. Mucho menos la exime de que en un futuro pueda padecer obesidad, sobrepeso o desnutrición.
“No es lo mismo llegar a los 80 en la cama de un hospital, o alcanzar esa edad yendo al gimnasio y disfrutando de tu familia. Aquí la cuestión es cómo poder vivir más años de una forma saludable”, define la también licenciada en Nutrición, Ciencias de los Alimentos y Educadora en Diabetes por la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
Especifica que, contrario a lo que se piensa, nutrirse sanamente no es costoso, pues el gasto se equipara a lo que una persona comúnmente paga en comida rápida y alimentación que casi no aporta beneficios al cuerpo.
“La gente piensa que comer saludable es caro porque se va con la idea de que lo ‘light’ o lo integral es para quienes tienen mayor poder adquisitivo, pero en realidad esto es un mito.
“Son nuestras malas elecciones, porque a veces decimos que sale muy caro hacer una dieta, pero si nos ponemos a pensar lo que gastamos en tacos, refrescos, panes y galletas, pues entonces vamos a comprobar que la dieta sí está a nuestro alcance”, sopesa.

LLUVIA DE INFORMACION
A pesar de que constantemente se ha bombardeado a la sociedad sobre lo que es bueno o malo comer, y de que en Internet se habla mucho de cómo lograr bajar de peso, no significa que todos los avisos, advertencias y consejos sean los correctos.
Según explica Edson Armando Quintanilla Santiago, médico cirujano diabetólogo por la Universidad del Noreste campus Tampico (UNE), en la red también puede encontrarse información falsa o dudosa que puede llevar a una persona a tomar decisiones equivocadas y en algunos casos irreversibles.
Señala que existe una infinidad de “productos milagro” y remedios caseros que se manejan como una maravilla para perder kilos; no obstante, son la principal fuente de daños y secuelas para el organismo, causando un desorden metabólico y problemas de salud diversos.
Lo mejor, indica Quintanilla Santiago, es acudir al nutriólogo profesional y descubrir lo sencillo que resulta empezar una vida saludable y diferente.
Este cirujano comenta que cualquier persona es susceptible de enfermarse a la edad que sea, pero subraya que quienes llevan una alimentación balanceada pueden vivir más años aún y las probabilidades de que sufran afecciones son mucho menores.
“Hablamos aproximadamente que entre 10 y 15 años más de vida se pueden alcanzar al tener costumbres saludables, retrasando la aparición de muchas enfermedades crónicas, que es a lo que nos enfocamos aquí y son de las principales causas de muerte en nuestro país y en el mundo, como la diabetes e hipertensión arterial, por mencionar algunas. Aparte de los años que le agreguemos, la calidad de vida que vamos a tener será formidable”, destaca.

DATOS DUROS
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), la prevalencia de hipertensión arterial en personas de 20 años o más para Tamaulipas es del 18.5 por ciento, con un incremento de casi 4 por ciento con respecto a la consulta realizada seis años antes.
En el grupo de los 40 años o más el índice fue del 17 por ciento en hombres y 27 en mujeres, mientras que para el sector de los 60 años o más la cifra resulta preocupante, pues los problemas de hipertensión crecieron al 37.2 en hombres y 55.6 en mujeres (lo cual significa 7.3 veces mayor que la prevalencia en los 20 para los hombres y 4.17 en las mujeres).
En comparación con los resultados nacionales Tamaulipas se sitúa arriba de la media nacional con un 16 por ciento en el tema de la hipertensión arterial.
Por su lado, en el renglón de la diabetes mellitus para personas de 20 años o más hubo un ligero repunte del 9.8 al 10.3 con respecto al número de casos reportados en la Ensanut. Tanto en hombres como mujeres se observó un incremento en la prevalencia de diagnóstico previo a partir del grupo de los 60 con un 25.2 y un 34.3 por ciento respectivamente. Esto es ocho veces más que la población que ronda los 20 años.
A nivel nacional Tamaulipas también se ubica por encima de la media del país en cuanto a diabetes se refiere, con un porcentaje de 9.2 por ciento.
Por si fuera poco, esta entidad también ocupa primer lugar en obesidad y sobrepeso de México en niños, mientras que hasta 2010 en Reynosa se contabilizaban 31 un mil menores de edad en ese rango. Y no muy lejos: McAllen, Texas, –con base a diversos estudios–, fue catalogada como la ciudad más obesa de Estados Unidos.

¿QUE ESTA SUCEDIENDO?
En este contexto al Centro Multidisciplinario de Diabetes de la Frontera es un sitio que recibe de primera mano a muchos de los pacientes que entran en las categorías antes mencionadas, entre ellos los niños.
“Sí, nos toca ver muy de cerca estos casos, de hecho siempre se están peleando Estados Unidos y México entre el primero y el segundo puesto en obesidad y sobrepeso. Y aún cuando, decimos que México no es el primer lugar, McAllen y todo el valle de Texas es la población con mayor obesidad de la región.
“Por lo mismo que estamos cerca del puente internacional (Reynosa–Hidalgo) es muy común ver a niños de siete, ocho años con una resistencia a la insulina, cosa que antes se observaba nada más en adultos. Todo eso por los malos hábitos o tanto la genética que tenemos, más
aparte que hay un sedentarismo, de que no hacemos ejercicio”, alerta por su parte la educadora en diabetes Martínez Espinosa.
Arguye que los menores de edad en la frontera de Tamaulipas y Texas están más acostumbrados a comer galletas y pan. Cuando llegan a su consultorio comprueba que no se alimentan de ninguna verdura y que incluso, no las conocen ni las han probado.
“Y es muy común que los papás se excusen diciendo que no les gustan y ya con ese –no le gusta– no hacen la lucha por inculcarles buenos hábitos a sus hijos.
“Con esto quiero decir que cuando los pacientes traen resistencia a la insulina su páncreas les está mandando una alerta de que es mucha la cantidad de azúcar que están consumiendo. Ya están a un paso de que si no se cuidan pueden presentar una pre o diabetes”, advierte.

LOS TIEMPOS HAN CAMBIADO
Mientras tanto el diabetólogo Quintanilla Santiago acepta que las enfermedades propias de los adultos ahora se ven en los niños y eso refleja un panorama muy alarmante de que no se está progresando lo suficiente en los protocolos de salud pública ni en la prevención familiar.
“Antes coloquialmente se hablaba de dos tipos de diabetes, la Tipo I que requería insulina y la Tipo II, que era la que se controlaba con medicamento y afectaba más a las personas de edad más avanzada, la cual se presentaba porque llevábamos una mala alimentación. Aparte de la carga genética nosotros poníamos mucho de nuestra parte al comer mal, al no hacer ejercicio, entre otras conductas.
“Pero hoy en día estamos viendo en los niños que es tan mala la alimentación que llevamos, tan cargada de azúcares y carbohidratos añadidos a los alimentos, que esas cosas que antes veíamos en un adulto de 50 años la vemos en un menor de 10. Así de crítico es el panorama”, detalla.
La dependencia hacia los productos azucarados en México es un problema que, acepta el entrevistado, se tiene que ir amainando, principalmente con mucha educación, empeño y observando leyes más eficientes contra la comida “chatarra”.
Y es que desde hace varias décadas las campañas de publicidad de las compañías refresqueras han hecho creer que en las mesas de las familias mexicanas y los hombres modernos de este país no puede faltar una botella de cola.
Tal pareciera que eso quedó insertado como parte de la cultura popular y de pronto los mexicanos dejaron de ser una nación delgada, pasando a ingerir más bebidas gaseosas y poca agua.
La mayoría de los especialistas coincide que a la población le llegó muy tarde el conocimiento sobre la diabetes y los problemas cardiovasculares, que han devastado a millones de personas, desintegrado familias y originando una
inusitada carga a los sistemas de salud de toda la nación y el orbe.
Según cifras de la Federación Internacional de Diabetes en el mundo, 382 millones de personas la padecen y las estimaciones son que en 2035, es decir en 20 años, la tasa crecerá a los 592 millones.
Cada año se destinan 548 mil millones de dólares en los gastos sanitarios que esto supone para los tratamientos y la atención de tal padecimiento (sin considerar la hipertensión arterial). Es por ello que la diabetes es considerada como una de las enfermedades más catastróficas.
“Ha habido programas y se han asignado muchos recursos, que actualmente se sigue haciendo, pero aquí el problema forma parte de la cultura de los mexicanos: estamos acostumbrados a no comer bien y a pesar de que se erogue mucho dinero en medicamentos y a que se contraten más médicos, no vemos los resultados que deseamos, porque hace falta crear más consciencia de lo que es esto y a donde te lleva…”, añade Quintanilla Santiago.

LA PERCEPCION DE LoS AZUCARES
En tanto, la nutrióloga Ana Karen Martínez Espinosa describe que la mayoría de las veces quienes piensan en cuidarse y acudir a una consulta es porque el papá o abuelito tiene diabetes.
“Ya no voy a comer galletas ni le voy a echar azúcar a mis licuados o aguas frescas, dicen, pero aquí es importante entender que las tortillas, el pan y los frijoles también tienen azúcar.
“Entonces a la persona se le menciona que si sigue consumiendo mucha tortilla también le puede hacer daño. Y la gente pregunta sorprendida ¿a poco los frijoles tienen azúcar o las tortillas?
“Ahora, si vemos en los etiquetados los productos, la mayoría ya tienen jarabe de alta fructuosa y eso también es azúcar. Por lo mismo de que les da un sabor o un conservador al alimento ya se está añadiendo a todo”, ilustra.
Es por ello que la profesionista expresa que para muchas personas es más fácil comprarse un cereal que prepararse una avena en hojuelas, o bien, tomarse una soda, que un jugo o licuado.
“Llegan por unas galletas en vez de comer un poquito más saludable (como por ejemplo con una proteína: pechuga de pollo o clara de huevo). Todo eso está adicionado con azúcar más la que le pone a sus alimentos, es lo que hace que una persona pueda subir de peso y enfermar de diabetes. Por eso vemos que ahorita ya la mayoría conocemos o tenemos un familiar con diabetes”, pormenoriza.

INFORMACION ENGAÑOSA
La licenciada en nutrición refiere que en las etiquetas de los productos es complejo saber realmente lo que se está comiendo, por lo cual los consumidores son de alguna manera engañados.
“En la tabla calórica aparece por ejemplo 90 calorías y la persona piensa que se lleva a la boca algo integral bajo en grasas, pero en realidad eso se maneja por porción y si el alimento tiene tres porciones pues éstas se multiplican. Precisamente uno de los beneficios de acudir con el nutriólogo es aprender a leer las etiquetas”, indica.
Así como Martínez Espinosa, el diabetólogo Edson Armando Quintanilla Santiago, cree
necesario tomarse el tiempo para revisar los productos que se están comprando en la tienda e involucrarse en estos temas.
“Necesitamos ver realmente lo que éstos contienen, qué tanta grasa, qué tantos carbohidratos, qué tantas proteínas, y checar mucho las porciones, si es que queremos tener una vida saludable”, recomienda.
Es por esto que cuando un paciente ingresa al Centro Multidisciplinario de Diabetes de la Frontera lleva un procedimiento que va ligado entre el médico y el nutriólogo.
“Sobre todo cuando alguien padece azúcar se le explica cómo tienen que ser sus medicamentos. Posteriormente pasa con nosotros a Nutrición, donde se le dice cómo debe de ser su alimentación, porque a veces también en ayunas está tomando medicinas y necesita un control.
“Se le da una educación nutricional, que no sólo consiste en que el paciente se lleve el menú y ya, sino que también sepa cómo intercambiarlo, qué ejercicios puede realizar y por cuánto tiempo”, menciona por su lado la educadora en diabetes.

ADIESTRAR AL ESTOMAGO Y LA MENTE
Los especialistas de este Centro explican que para salir adelante ante las complicaciones generadas por la obesidad y el sobrepeso resulta fundamental desarrollar la fuerza de voluntad.
“En teoría una persona con diabetes siempre va a vivir con la enfermedad sin embargo, esto no significa que deba estar enfermo siempre, sino que va aprender a tomar decisiones saludables. Aquí nos enfocamos mucho en detectar factores de riesgo para futuras complicaciones.
“La diabetes en sí es la azúcar elevada, pero también representa la principal causa de amputaciones, la principal causa en ceguera –que no es de origen congénito– y la principal causa de insuficiencia renal (orillando a la diálisis o hemodiálisis). Nos basamos primero en darles un chequeo general, ver cómo está su organismo y detectar las cosas antes que puedan dar problemas; darles un manejo adecuado, tanto médico como nutricional para evitar o retrasar que aparezcan esas complicaciones, que al final de cuentas vienen siendo la parte más traumática de la enfermedad”, ejemplariza el doctor Quintanilla Santiago.
Las personas con mayor peso que ingresan a este Centro han alcanzado un registro de hasta los 180 kilogramos, aunque el rango más común de obesidad mórbida es de 120 y 130 kilogramos.
“Recientemente tuvimos un paciente que empezó en la báscula con 127 kilos y ha bajado a los 107. Para nosotros es una gran satisfacción ver un trabajo bien hecho y además, el hecho de saber que lograste un cambio, que todo para lo que te preparaste e hiciste por la persona está dando resultado, es grandioso.
“El agradecimiento que te llevas no tiene precio, porque saber que a la persona le va a ir mejor es de lo más padre que pasa en este tipo de casos”, relata el especialista.
Cabe decir que este Centro Multidisciplinario de Diabetes de la Frontera –situado en la planta alta del recinto médico Prado Sur (en la calle Pedro J. Méndez 531 de la colonia Del Prado)–, está integrado por dos nutriólogas, un cirujano diabetólogo, un médico internista, un pediatra y personal de atención al público. Para los habitantes de esta región fronteriza representa un punto de esperanza en una comunidad en la que la comida “chatarra” es predominante, así como los problemas que de ésta se generan.
En Internet existe información abundante del trabajo que aquí se realiza y de los métodos personalizados para poder alcanzar una vida saludable, sin que necesariamente se gaste más dinero.
Ante el reto que representa despertar el interés en la comunidad de que es posible vivir libre de problemas de salud, sigue siendo imprescincible un mayor impulso por parte de las organizaciones gubernamentales y de la sociedad en general para combatir la desinformación e ignorancia a la hora de comer, ya que a decir de los especialistas, la salud por la boca puede perderse, pero si los hábitos se corrigen ésta también se alcanza.

Busca más noticias

Síguenos en:

  • Facebook
  • Instagram
  • Pinterest
  • Twitter
  • Youtube

Cruzar por Camargo a EU, sin novedad

Héctor Hugo Jiménez

Confusión + elección = a fracaso

Neptuno

Avances en seguridad

Fortino Cisneros Calzada

Siguen los cambios en Televisa Tamaulipas

El Apuntador

Archivado bajo: Local Etiquetado con: Reynosa, Salud

Barra lateral primaria

Footer

Sitios de Interés

  • El Universal
  • Diario Milenio
  • El Mañana de Nuevo Laredo
  • El Diario de Laredo
  • El Norte
  • La Jornada
  • En Río Bravo
  • La Prensa

Nuestros Sitios

  • Hora Cero Web
  • Hora Cero Tamaulipas
  • Hora Cero Encuestas
  • Hora Cero Nuevo León
  • Revista TOP
  • Revista Doctors

Hora Cero Tamaulipas · Derechos Reservados 2020 ©

Síguenos en:

  • Facebook
  • Instagram
  • Pinterest
  • Twitter
  • Youtube

Periódico líder en información y noticias de hoy: política, cultura, espectáculos y más del Estado de Tamaulipas

  • Local
  • Regional
  • Nacional
  • Internacional
  • Deportes
  • Espectáculos
  • Vida y Cultura