Los meses de mayo y junio son importantes para la mayoría de los estudiantes, quienes tras concluir una etapa en su educación, buscan un espacio en la institución de su preferencia.
Sin embargo, donde el panorama no es tan positivo es para aquellos que acaban de terminar la secundaria y al carecer de los recursos necesarios para asegurar su cupo en alguna institución educativa privada, hacen fila durante horas en las pocas preparatorias que existen en la ciudad, buscando conseguir una ficha que les dé el derecho de competir con otros mil jóvenes para ganarse un espacio en la institución.
De acuerdo al Censo de Población del año 2010, de los 111 millones de habitantes que hay en el país, 36.5 millones tienen entre 12 y 29 años de edad y 30 millones tienen hasta 10 años.
Si la tasa de crecimiento en el país sigue estable, para el año 2020 habrán 66.5 millones de mexicanos cuyas edades oscilarán entre 11 y 39 años de edad y quienes representarán más de la mitad de la población del país
Todos estos jóvenes enfrentan el problema de que no hay suficientes instituciones educativas para brindarles atención y Matamoros no es la excepción.
En la ciudad hay 22 escuelas secundarias, de las cuales la mitad son técnicas y el resto federales. Cada año egresan un promedio de nueve mil estudiantes quienes al buscar una oportunidad para estudiar en una preparatoria pública, se topan con el problema de que no hay suficiente oferta para ellos, pues en la ciudad apenas hay tres Cbtis, dos Cobat, un Conalep, un Itace y un Cbta.
El cuarto regidor del ayuntamiento, Fabián Vázquez Ortiz, reconoció que la demanda de educación media superior en la ciudad es muy alta y rebasa las ofertas que brinda la ciudad.
“En el caso de que los muchachos busquen continuar estudiando en una preparatoria pública no todos lo van a conseguir, pues en Matamoros apenas hay ocho instituciones públicas de nivel medio superior y una está en el área rural”, dijo.
Cada una de estas preparatorias sólo cuentan con una oferta de cuatro mil espacios disponibles para alumnos de nuevo ingreso, que es menor a la demanda de los nueve mil egresados de las escuelas secundarias.
De los cinco mil jóvenes que no encontraron cupo, aproximadamente mil ni siquiera harán el intento por continuar su educación por diferentes situaciones que van desde lo económico, a lo familiar y social.
Muchos de estos muchachos tienen que conformarse con un empleo en el comercio o la industria maquiladora.
La opción que les queda a los que sí tienen los recursos económicos suficientes, es ingresar a una de las 28 escuelas preparatorias por cooperación que hay en la ciudad, mismas que tienen una cuota mínima de mil 200 pesos mensuales.
Quienes no tengan los recursos económicos y tampoco encuentren un empleo, están condenados a convertirse en uno de los 7.8 millones “ninis” (como se les conoce a los jóvenes que ni estudian ni trabajan), que existen en el país.
“Es verdad que en Matamoros hay muchos jóvenes que por alguna razón no pueden continuar con sus estudios, para esas personas tenemos que darles soluciones alternas o emergentes, pues son muchachos que vamos a perder con conductas antisociales”, alertó Vázquez Ortiz.
Buscando atender esta situación, se ha planteado que las autoridades se involucren en un replanteamiento de la oferta escolar en la ciudad.
La idea consiste en reacomodar el número de estudiantes de educación básica que hay en la ciudad, pues existen escuelas que están saturadas y otras que casi no tienen alumnos.
Con este programa se daría un equilibrio a la población escolar, lo que permitiría que algo de infraestructura educativa quede libre para instalar ahí preparatorias sin tener que construir nuevos edificios.
El regidor indicó que si se toman cinco de las ocho primarias con la menor cantidad de alumnos en la ciudad, quedarían tres edificios vacíos que se pueden utilizar para la apertura de tres preparatorias con dos turnos de 400 alumnos cada uno, lo que significaría un gran beneficio.
“Se podría acomodar a dos mil 400 de los tres mil jóvenes que no tenían cupo en el bachillerato. A los 600 que quedan, se les buscarían otras opciones como los créditos educativos, que es un esfuerzo que ha hecho el gobierno del Estado para ayudar a que continúen con su educación” dijo Vázquez Ortiz.
Sin embargo, y aunque se logre aterrizar esta idea, es difícil que se pueda llevar a cabo, aclaró el alcalde, Alfonso Sánchez Garza.
“La realidad de las cosas es que hemos venido realizando un gran esfuerzo para invertir en las diferentes escuelas de Matamoros.
“El apoyo a las escuelas de nivel básico, medio superior o superior no es responsabilidad del municipio, el ayuntamiento no tiene por qué invertir recursos en la educación, si lo hacemos es porque no queremos que haya niños sin escuela”, dijo.
Sánchez Garza recordó que cada peso que se necesite para rehabilitar una escuela es responsabilidad de los gobiernos federal y estatal, aunque también reconoció que en este tema el presupuesto nunca es suficiente.
NO A TODOS LES IMPORTA
La propuesta de crear más preparatorias reubicando a los niños a las primarias que tienen cupo de sobra no ha fructificado como se tenía planeado, debido a que no hay interés por parte de las autoridades, quienes consideran que la oferta educativa que hay es suficiente para atender la mayor parte de la demanda.
Francisco Sánchez Salazar, jefe de Servicios Regionales de Educación, aseguró que las instituciones educativas públicas de nivel preparatoria con las que cuenta este municipio fronterizo absorben al 70 por ciento aproximadamente de la demanda educativa.
“Si entendiéramos como demanda los ocho mil 400 ú ocho mil 500 alumnos que salen de secundaria, ahí tenemos cubierto más o menos unos cinco mil 600 o seis mil alumnos en esas instituciones que nos quitan un peso de encima” dijo.
El funcionario aseguró que en la ciudad hay cupo para los dos mil jóvenes que no lograron ingresar a una institución pública… aunque tienen que pagar para poder entrar.
“Escuelas como la Oralia Guerra de Villarreal, el Colegio de La Salle, la preparatoria Ricardo Flores Magón, entre otras, son escuelas muy buenas y están reconocidas por la Secretaria de Educación Pública como buenas opciones para que los muchachos se preparen”, expresó.
Sánchez Salazar reconoció que más allá de la falta de cupo en las preparatorias, uno de los peores problemas que hay en la ciudad es la deserción de estudiantes, quienes dejan la escuela en el segundo o tercer año de su educación.
Sin embargo, directivos del Conalep número 55 de esta ciudad, reconocieron que cada inicio de cursos se aceptan a un promedio de 900 jóvenes divididos en dos turnos.
Y con la llegada de la actividad de Petróleos Mexicanos en costas matamorenses, esa escuela pretende cambiar las materias que se imparten para ofrecer a sus alumnos los conocimientos necesarios para poder ingresar a laborar en Pemex.