
El 30 de enero de 2012 detonó una bomba mediática que polarizó a la clase política nacional, cuando la Procuraduría General de la República (PGR) emitió una alerta migratoria para impedir la salida del país de tres ex gobernadores de Tamaulipas: Manuel Cavazos Lerma, Tomas Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores, relacionados con actividades ilícitas.
La orden fue girada de acuerdo a una pesquisa efectuada por la Subprocuraduría de Investigación en Delincuencia Organizada (Siedo).
La alerta incluyó a ex colaboradores de los tres sexenios, entre ellos, Francisco Tomás Cayuela Villarreal, quien ejerció, entre otros cargos, como procurador de justicia en la gestión de Yarrington Ruvalcaba.
Esta noticia provocó gran revuelo en México e inclusive, tres días después Pedro Joaquín Coldwell, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), acusó al gobierno panista de Felipe Calderón de orquestar una guerra sucia con rumores y le exigió abandonar el uso faccioso de la justicia con fines electorales y partidistas, rechazando cualquier intento de persecución política en contra de sus militantes.
Con el transcurso de los meses este tema se enfrió; sin embargo, el pasado 24 de mayo volvió a bullir, cuando el periodista, Joaquín López Dóriga, dio a conocer en sus espacios informativos que Yarrington Ruvalcaba había sido detenido en la Isla del Padre y trasladado a Houston, por varias acusaciones de lavado de dinero, cuyos fondos habría utilizado para adquirir diversas propiedades en Texas.
En consecuencia, el 26 de mayo, a través de su Comisión Nacional de Justicia Partidaria, el PRI se deslindó del ex gobernador tamaulipeco y suspendió sus derechos como militante de partido, en tanto se determine su situación legal.
Seis días después –en medio de un tenso clima electoral y a pocas semanas de que se defina la presidencia de la República y el Congreso de la Unión–, el periódico El Universal difundió en su sección Nacional, que como parte de la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/012/2009, serían citados en calidad de testigos Alfonso Salazar Arzola, ex director general de Turismo y Asuntos Internacionales en la época de Yarrington; Fernando Tomás Cayuela (su nombre correcto es Francisco), ex procurador estatal de justicia; Alfredo Sandoval Musi, ex subsecretario de Egresos y Ricardo Gamundi Rosas, ex dirigente estatal del PRI, quienes en enero pasado ya habían aparecido en una lista de 46 personas a las que la PGR pidió monitorear sus entradas y salidas del país.
Hoy, Francisco Tomás Cayuela Villarreal, quien acumula una larga carrera administrativa, se defiende y asegura que tiene las manos limpias, por lo cual, ya se puso a disposición de las autoridades competentes para cooperar en las indagatorias.
NO SE EXPLICA
Este abogado egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), manifestó –en exclusiva para Hora Cero– que la noticia en la que se ve implicado en el proceso legal del ex gobernador Yarrington le ha causado sorpresa a él y su familia.
> ¿Cómo lo toma esta publicación nacional donde lo vinculan para declarar en el caso del ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, relacionado con lavado de dinero?
“No sé de dónde haya venido esto, tampoco sé por qué atizan hacia mi persona en esta publicación tan focalizada en El Universal, en contra mía y en contra de Salazar Arzola, que fue director de Turismo. No sé cómo es que ha salido esta situación.
“Dice (la nota periodística) que seré citado a declarar en calidad de testigo en la averiguación. Es una facultad que tiene la Procuraduría General de la República y bueno, cuando se reciba el citatorio procederemos a sentarnos en la mesa que está tramitando la averiguación a hacer las respuestas a los cuestionamientos del Ministerio Público.
“Yo ya concurrí a la Procuraduría, me presenté, por escrito, les dije que yo estaba en la mejor disposición de colaborar con ellos en el momento en que sea requerido. Me dicen que por el momento no hay nada y que cuando surja algún asunto de interés, pues me citarán y bueno, yo estoy a disposición de la PGR”.
> ¿Usted a qué se dedica actualmente?
“Yo vivo aquí en un ranchito pequeño que tengo de 50 hectáreas en el municipio de Llera y cosecho diversos productos, sorgo, maíz, y a veces algunas legumbres y oleaginosas”.
> ¿Conoce usted a Tomás Yarrington Ruvalcaba?
“Claro que lo conozco. Fue mi jefe, cuando él era gobernador yo fui subprocurador y sí lo conozco, indudablemente que lo conozco”.
> ¿Cómo ingresa usted a la administración de Yarrington Ruvalcaba?
“Primeramente yo fui invitado por la licenciada Laura Alicia Garza Galindo a trabajar de asesor de ella y después, hice mi trabajo en la Secretaría General. Posteriormente me invitan a colaborar en la Procuraduría de Justicia del Estado, primero como director general de Control de Procesos y luego como director de la Policía Ministerial y el gobernador Yarrington me nombra primer subprocurador encargado del despacho en el que estuve al frente de la Procuraduría alrededor de cinco o seis meses y ya finalmente me nombra procurador”.
> ¿Qué opina de las imputaciones que le están haciendo al señor Tomás Yarrington?
“Bueno, pues él tendrá que alegar en su descargo todo lo que tenga en su favor y defenderse de esas imputaciones”.
> ¿Usted metería las manos al fuego por el señor Tomás Yarrington Ruvalcaba?
“Durante el tiempo en el que fue gobernador a mí en lo personal jamás me ordenó ninguna cosa contraria a derecho, ningún apoyo hacia ciertos grupos o ciertas gentes y es más, no solamente no me lo ordenó, ni siquiera me lo insinuó, pero eso es durante el periodo en el que estuvo fungiendo como gobernador, después yo perdí contacto con él desde el 2005 y ya no he tenido relación con él”.
> ¿Ni vía telefónica ni nada?
“Nada absolutamente. La última vez que lo vi fue cuando murió su papá. Le fui a dar el pésame a Monterrey y desde entonces, hasta la fecha no tengo ningún contacto con él”.
POR QUE HASTA AHORA
Este ex funcionario del sexenio de Tomás Yarrington dice desconocer por qué se habría desatado esta tormenta política coincidiendo con los tiempos electorales.
“Es lo que todo mundo se pregunta. Es decir, Tomás Yarrington dejó el gobierno el 1 de enero de 2005 y está avanzado el 2012, son siete años y medio. Y los asuntos jurídicamente y judicialmente no deben tardar tanto, porque se enfrían tanto para el ofendido como para el acusador; al pasar mucho tiempo se pierden muchas evidencias, muchas ideas.
“No sabemos porqué sacan este asunto siete años y medio después. Todo mundo está muy intrigado y se pregunta el por qué. Es muy extraña la situación como se está manejando y habría que verlo con una lupa más detenida, revisar cuáles fueron las acusaciones, los fundamentos y todo.
“No se puede hablar de cacería de brujas y tampoco se puede decir de que sea una irresponsable acusación, porque se supone que el Ministerio Público es un órgano, una institución de buena fe y así lo marca la Constitución y debe de obrar en buena fe, porque es una indisoluble de la institución del Ministerio Público”.
> ¿Por qué cree que haya aparecido su nombre en esa lista difundida en un medio nacional?
“Pues porque fui colaborador del licenciado Yarrington, era miembro del secretariado de Estado, un funcionario de primer nivel, miembro de su gabinete”.
> Y cuando usted estaba colaborando con él ¿nunca llegó a escuchar de que habría adquirido alguna propiedad en Estados Unidos con fondos del erario público?
“Nada absolutamente, nada absolutamente, yo desconocía que tuviera propiedades en Estados Unidos”.
> ¿Dónde tenía considerada la residencia de Tomás Yarrington?
“Yo conozco su casa de Matamoros, ahí en el fraccionamiento Río y es la que yo conozco y siempre sabía que ese era su domicilio oficial”.
> ¿Considera que estas acusaciones van a seguir después de las elecciones del 1 de julio?
“Es difícil saber qué tenga en la mentalidad la autoridad. Son asuntos que se tratan con mucha reserva, con mucho sigilo y con mucha discreción”.
> ¿Cómo daña su imagen esta publicación donde aparece su nombre?
“Sí me afecta, claro que me afecta y me afecta mucho, pues yo vivo modestamente y estoy buscando la forma de colaborar ahí en México con algunos grupos administrativos, con gente que está en el candelero y que presuponemos que va a quedar bien y por supuesto que me afecta, me afecta mucho.
“Tengo un muchacho de 20 años que está estudiando en la Ciudad de México y está muy preocupado. Soy gente que no tengo recursos, gente que vive en la medianía republicana y, repito, me afecta esto, porque yo tengo interés en seguir colaborando con el nuevo gobierno”.
> ¿Qué es lo primero que hizo en consecuencia?
“Cuando me entero de esta noticia estaba en México desde un día antes y aproveché la ocasión para ponerme a disposición de la PGR.
Me dirigí ante la licenciada Maricela Morales Ibañez y con José Cuitláhuac Salinas Martínez.
“Me puse a la disposición de la procuradora y del subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, que son los que manejan este tipo de asuntos.
“Acusan de recibido, me entrevisté con las gentes de oficialía de partes y les dije que yo estaba preocupado por mi situación. Luego ellos hicieron algunas llamadas internas y me dijeron que no había nada, que si algo deseaban saber o querían que yo testificara o atestiguara, pues sería llamado en su oportunidad”, relata.
Finalmente el entrevistado se mostró confiado de que su nombre saldrá limpio de cualquier acto de corrupción ligado al ex gobernador de Tamaulipas.
“He sido siempre una persona 100 por ciento dedicada a mi trabajo; soy gente que no tengo recursos; pero bueno, así son las cosas y hay que hacerle frente con entereza, con firmeza y con ganas de salir adelante”, concluye.