El reconocido empresario Raúl López López señaló que ha llegado el momento de cambiar las estrategias educativas en nuestro país, pues se tiene que comenzar a trabajar con los niños en un esquema con enfoque de responsabilidad compartida, previniendo en lugar de corregir.
México vive tiempos difíciles desde el punto de vista social, lo que vuelve urgente encontrar una nueva estrategia educativa hacia nuestros niños, quienes representan el futuro de nuestra Nación, aseguró el reconocido empresario y filántropo reynosense, Raúl López López.
En el marco de una charla con padres de familia como parte de la ceremonia de entrega a los beneficiarios de las becas que se obtienen con la campaña de redondeo realizada en Farmacias López, el también servidor público compartió una serie de reflexiones con respecto a la importancia de la educación en los tiempos que se viven.
Lamentó que todos los días nos encontremos en los medios de comunicación con notas muy preocupantes de tristes eventos que suceden, no obstante las políticas públicas se aplican tratando de darle alcance a los problemas que nos aquejan.
“Es muy común que nos preguntemos: ‘bueno ¿y cuál será la solución?’ Es ahí donde tenemos que considerar que aunque no existe fórmula perfecta, por lo menos debemos de buscar la salida con una estrategia diferente que nos lleve a obtener resultados diferentes a lo que hoy se da”, dijo.
López López señaló que ha llegado el momento de cambiar las estrategias de orden público, pues se tiene que comenzar a trabajar con los niños en un esquema educativo con enfoque de responsabilidad compartida, previniendo en lugar de corregir.
“¿Cómo es esto? Que a los padres de familia les quede claro que la responsabilidad de la educación de sus hijos es de ellos, pues la educación de los niños nace en el hogar, inculcándoles valores, buenas costumbres, respeto a los demás, amor al prójimo, responsabilidad, disciplina, entre otros valores”, sentenció.
Y aunque reconoció que la preparación escolar es tarea fundamental de los maestros, se requiere la ayuda de los padres pues un maestro difícilmente podrá hacer algo por un niño grosero, conflictivo e irrespetuoso, vicios que trae desde su hogar.
“Creo que hay que cambiar de estrategia. No quedarnos en la política de la corrección; si no en la tarea de la prevención.
“¿Qué hacemos cuando un aparato electrónico se desprograma? ….pues lo reiniciamos para que tomen orden sus procesos. De igual manera sucede en el tejido social: necesitamos reiniciar el plan para que el proceso obedezca a una lógica diferente.
“Que los padres de familia tomen el rol que les corresponde en la responsabilidad de educar a sus hijos y que los maestros tengan un mejor molde para darle forma al ciudadano que la sociedad necesita”, sentenció el empresario.
Pero advirtió que ninguna estrategia será especialmente efectiva si no la sembramos a través de los niños, los padres con la obligación de educar y los maestros con la responsabilidad de equiparlos intelectualmente.