La enorme cantidad de personas que solicitan un trámite en el Consulado General de Estados Unidos en Matamoros, provocó que el Departamento de Estado norteamericano aprobara la construcción de una nueva sede consular, misma que será edificada en el predio que ocupa el Gran Hotel Best Western Residencial, ubicado en la avenida Alvaro Obregón de esta ciudad.
El cónsul de los Estados Unidos en esta ciudad fronteriza, Thomas Mittnacht, anunció la construcción del nuevo edificio.
De esta forma llega a su fin una historia que inició hace casi 60 años, cuando el ex presidente de la República, Adolfo López Mateos, decidió crear el Programa Nacional Fronterizo, que buscaba brindarle un nuevo rostro a las ciudades limítrofes con Estados Unidos.
Con este programa se edificaron una serie de obras como el puente internacional Puerta México y el Gran Hotel Residencial.
Andrés Florentino Cuéllar Cuéllar, cronista de la ciudad, recuerda que en el lugar donde está este hotel, se encontraba la escuela primaria “Miguel Sáenz González”, misma que fue reubicada.
Indicó que el hotel sufrió penurias durante más de 20 años, y tuvo que ser rematado por el gobierno en la década de los ochenta, cuando fue adquirido por la familia García.
“Al parecer los García tuvieron mucha habilidad para administrar el hotel, ya que muy pronto se convirtió en el centro principal de reunión de la elite de Matamoros.
“Estoy seguro que en su restaurant se decidió quién gobernaría a esta ciudad, desde diputados, senadores, hasta el presidente municipal”, dijo el cronista.
Además, el hotel fue sede de las principales reuniones que se efectuaban en esta ciudad, como el Festival Internacional de Otoño y las fiestas charras.
“Era el sitio idóneo para pasar una noche inigualable” dijo Cuéllar.
Dentro de las estrellas nacionales que se presentaron en este lugar destacan Lupita D´Alessio y Raúl Vale.
Uno de los factores que influyeron en la grandeza que tuvo el hotel, fue el cierre de una importante cafetería denominada Dry Beans, donde se realizaban los actos más importantes de la ciudad.
Cuéllar indicó que la familia García fue una de las primeras en darle a la sociedad una generación de empresarios que se dieron cuenta que manejar un hotel no sólo significa brindar una habitación y buena comida al transeúnte, sino también ofrecerle un servicio a la comunidad, al contar con salones para festejos privados.
“Imagínate ¿Cuántas bodas no se efectuaron en ese lugar?, ¿Cuántos cumpleaños, Quinceañeras, bienvenidas para un recién nacido o la celebración por el embarazo de una mujer tuvieron lugar en los salones?”, dijo.
Los clubes Rotarios formaron una parte importante en la vida del hotel, pues realizaban sus reuniones en este lugar.
Otro de los factores que lo hacían atractivo, era su tarifa de hospedaje por noche, de alrededor de mil 500 pesos.
Además de artistas, por el Best Western desfilaron personajes de la política como Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien en una visita a esta ciudad sostuvo reuniones donde se propuso la remodelación del Parque Olímpico.
El sábado 6 de abril del 2013, fue el último día en que el salón del hotel recibió un evento público.
A pesar de los altibajos en la economía que ha sufrido el mundo entero, el Hotel Residencial jamás fue sacudido e, incluso, pudo expandirse a un nuevo edificio ubicado en la calle Pedro Cárdenas.
El hotel sirvió a la familia García para consolidarse con más negocios del ramo gastronómico.
EL FIN
Fue hace un par de semanas cuando se dio a conocer que el Hotel Residencial ya no formaba parte de la comunidad matamorense, pues será demolido entre mediados de julio y principios de agosto.
Las tres hectáreas que ocupa pasarán a formar parte del Gobierno de los Estados Unidos, que ha pagado aproximadamente 100 millones de pesos por él.
Aún y cuando no se cuenta con la fecha exacta para el arranque de la construcción del nuevo consulado, se espera que inicie entre el primero de octubre de este año y el 30 de septiembre del entrante, dijo el cónsul Thomas Mittnacht.
Resaltó que en el proyecto sobresale la construcción de un auditorio en el cual se puedan realizar eventos y conferencias.
“Estas son buenas noticias para los matamorenses. La construcción del nuevo consulado es una muestra del compromiso que tenemos con Matamoros.
“Vamos a tener la infraestructura adecuada para poder ofrecer mejores servicios a la población”, señaló.
Las actuales instalaciones del Consulado serán vendidas.
SU ESTRUCTURA
Y aunque Matamoros ha sido azotado por tormentas, nevadas y fuertes huracanes, ni la más fuerte tempestad logro vencer la estructura del Residencial.
Todo buen diseño perdura por años y el hotel no fue la excepción, pues su estructura es la misma desde 1959.
La fachada agradó tanto a la gente, que los dueños decidieron no remodelar su exterior.
Además, la familia García estaba tan interesada en su negocio, que constantemente cambiaba el mosaico interior, de esta manera cuando un huésped ocupaba de nuevo una habitación, se daba cuenta de que algo había mejorado.
Sin embargo, el temor por la inseguridad que existe, provocará que las nuevas instalaciones consulares sean protegidas por altas murallas, lo que cambiará la fisonomía de la avenida Alvaro Obregón.
Desafortunadamente, se espera que lo que antes era una calle tranquila, se convierta en un área de congestionamiento vial, provocado por todas las personas que buscarán realizar un trámite consular.
Por otra parte, el lugar en el que se instalará el consulado está considerado como un punto estratégico para la derrama económica de este municipio.
De hecho es posible que la economía de la zona florezca con la instalación de negocios relacionados con el trámite de la visa a Estados Unidos, como lo son centros de copiado, restaurantes y oficinas de asesoría.
Si bien es cierto que la demolición y construcción del nuevo consulado provocará un repunte al empleo en la industria de la construcción, también representará un revés, indicó el sub delegado del IMSS, Gerardo Rodríguez Puente.
“Esperamos que incremente el índice de desempleados por parte del hotel” dijo.
Sin embargo, no todos estarán sin empleo, pues la mayoría de empleados de confianza serán reinstalados en el hotel Best Western de la calle Pedro Cárdenas.