Más de 200 pequeños de escasos recursos de tres escuelas de la ciudad iniciaron este ciclo escolar con nuevos útiles y la esperanza de convertirse en lo que sueñan, gracias a una campaña que está celebrando sus 20 años de existencia.
Hace dos décadas inició esta historia que haría feliz a cientos de niños durante el regreso a clases, cuando jóvenes comunicólogos dirigidos por docentes y directivos, y apoyados por la comunidad reynosense, hicieron posible que vivieran la emoción de estrenar una mochila y útiles escolares.
Fue así que en la Escuela de Comunicación, de la Universidad México Americana del Norte, A.C. (UMAN), surgió la “Campaña de Mochilas”, como parte de una de las asignaturas de los jóvenes, en donde, además de aplicar los conocimientos adquiridos, les permitió conocer parte de la realidad de su entorno, y apoyar a personas de escasos recursos, en este caso, a niños para que pudieran seguir estudiando.
Así lo explicó Eunice Peña Martínez, coordinadora de la Escuela de Comunicación de la UMAN: “La intención es poder acercar a alumnos a realidades sociales integrando el altruismo para poder apoyar a niños de escasos recursos que tuvieran dificultades para tener útiles escolares y una mochila, y que el alumno universitario apoye para que esos pequeños no trunquen su educación por situaciones como éstas”, externó.
Agregó que esto no solamente es posible gracias a los alumnos de Comunicación, sino que también es partícipe el resto de la comunidad UMAN.
A lo largo de este tiempo, la campaña ha tenido una evolución, pues mientras que en la mayoría de sus ediciones se han recolectado útiles escolares, en otras se han entregado uniformes y artículos deportivos.
También la forma de trabajo, difusión y desarrollo de la misma se han transformado, y de esta manera es que actualmente formó parte de la materia de Comunicación Social, siendo apoyada por primera vez bajo la asignatura de Transmedia, ambas impartidas por la docente Beatriz Flores Cervantes, a los grupos de noveno y sexto tetramestres respectivamente.
Esta última formando parte de la Licenciatura en Comunicación y Gestión Digital de Medios, dando paso a una educación más apegada a las nuevas tecnologías y requerimientos actuales.
“Esta campaña les permite a los alumnos aplicar los conocimientos obtenidos ya en la vida real, fuera del salón de clases y además se busca que se sensibilicen y sean empáticos, algo fundamental para cualquier comunicólogo”, mencionó la docente.
Pero esta encomienda no solamente le permitió instruir y guiar a los alumnos en esta noble causa, sino que además, le permitió revivir algunos recuerdos de su etapa universitaria cuando como estudiante de Comunicación participó junto a su grupo, en la elaboración de dicha campaña.
“Cuando me informaron sobre la asignación de la materia y de la ‘Campaña de Mochilas’ fue como remover muchas cosas; platicaba con algunos alumnos sobre cómo fue toda la etapa de la promoción, de la recolección de útiles y su clasificación, entre otras actividades; fue ya hace bastantes añitos, así que es algo especial muy significativo, y que verdaderamente tiene un valor sentimental muy importante”, externó.
De esta manera, es que durante cuatro meses y bajo el lema “Llena mochilas, llena corazones”, para la edición 2024, los jóvenes pusieron manos a la obra para generar sonrisas en cientos de pequeños de Reynosa al poner en sus manos sus nuevos útiles escolares.
MÁS DE 200 SONRISAS
En esta ocasión se buscó apoyar a 205 niños de escasos recursos de la Escuela “Lee y Escribe Promesas”, así como de las primarias “Pedro María Anaya” y “Profesor Alberto Carrera Torres”, ubicadas en las colonias Campestre, Lampacitos y Ampliación Rodríguez, respectivamente.
Fue el 9 de agosto cuando oficialmente se cerró la recepción, logrando no solamente la meta de 205 mochilas con sus útiles destinados para cada grado, sino rebasándola de manera significativa, permitiendo entregar 59 kits adicionales.
Esto fue posible, no solamente a la labor realizada durante el tiempo de clase, sino también trabajando horas adicionales recorriendo los diferentes campus de la UMAN, realizando boteo, visitando patrocinadores, asistiendo a las instalaciones de medios de comunicación y por supuesto, buscando alternativas para adquirir los mejores útiles para los pequeños.
Gracias a los conocimientos adquiridos, los futuros comunicólogos crearon el lema, el slogan y eligieron las escuelas donde los útiles realmente serían aprovechados.
Una de ellas fue la Primaria “Pedro María Anaya”, en donde su director, Juan Ángel Reyes Ramirez, explicó que se fundó aproximadamente en 1970 y alberga actualmente a aproximadamente 210 niños, siendo una escuela con muchas necesidades y que ha sido duramente golpeada por los amantes de lo ajeno.
Aunado a eso, las instalaciones presentan serias afectaciones, pero ha sido difícil realizar las mejoras necesarias, pues gran parte de los padres de familia tienen dificultades económicas.
“Lamentablemente los papás no nos pueden aportar mucho en la cooperación que se da al inicio de ciclo, sabemos la realidad de nuestros papás y no podemos exigir más de lo que ellos pueden dar”, apuntó.
Dijo que desearían que tuvieran espacios óptimos pero lamentablemente no han podido conseguirlo.
“Se nos está cayendo el techo del comedor, y hay una frase que dice ‘nadie aprende con hambre’, pero estamos haciendo lo mejor que podemos, hay niños que tanto mamá y papá trabajan así que los niños están solitos y por eso a veces vienen sin comer; también estamos recolectando uniformes del año pasado porque lo que nos interesa es que vengan a clases”, externó.
En esta institución hay niños provenientes de diferentes municipios, todos con grandes necesidades, por lo que agradeció el apoyo recibido.
“Los niños de inmediato le darán uso a estos útiles y nuestros papás son muy agradecidos, eso nos ayudará a que podamos enfocarnos en resolver otras necesidades”, externó.
Cosme Salazar Martínez, director de la Escuela Primaria “Prof. Gral. Alberto Carrera Torres”, turno vespertino, dio a conocer que ahí se atienden a aproximadamente a 148 alumnos.
Reconoció que en múltiples ocasiones han sido testigos de las carencias de sus estudiantes, debido a que muchos no pueden llevar los útiles que les son solicitados.
“La mayoría de nuestros alumnos son de precariedad, algunos están en situación de pobreza y al momento en que les solicitamos algunos materiales no pueden cubrirlos porque en casa no hay solvencia económica”, manifestó.
Por ello, vio la labor de la “Campaña de Mochilas 2024” como un gran apoyo. “Le sacarán un máximo provecho y será de gran ayuda para sus actividades día a día y la dotación de sus artículos será de gran utilidad”, mencionó.
Fernando Amador, es el director y fundador de “Lee y Escribe Promesas”, una organización no gubernamental que atiende a 100 niños en situación vulnerable, no escolarizados, que funciona como un centro comunitario en diferentes puntos de la ciudad.
“Nos anima mucho que estén sensibles a estas necesidades, gracias a la UMAN y a la Escuela de Comunicación, que está tomando este reto, hay niños que la están pasando mal; ‘Lee y Escribe Promesas’ es una pequeña aportación a la sociedad para recuperar estos niños y que puedan regresar a sus aulas y sus aportaciones van a ser de gran ayuda”, mencionó.
FELIZ REGRESO A CLASES
Finalmente, la fecha llegó y el martes 27 de agosto, el segundo día del regreso a clases, fecha elegida (con la finalidad de evitar el caos del primer día y que todos estuvieran ya más ‘aclimatados’), fueron entregados los útiles y las mochilas reunidas.
Así fue que, como Santa Claus o los Reyes Magos, en Navidad o Día de Reyes, los alumnos recibieron los regalos que aunque no fueron juguetes, pero si útiles escolares, los llenó de felicidad y entusiasmo.
Con los brazos extendidos recibieron sus mochilas, algunos se las colgaron sobre su espalda y otros más no pudieron resistir la tentación de abrirla y ver lo que había en su interior.
Sus expresiones demostraban la felicidad que se experimenta al tener entre las manos libros, colores y por supuesto, una mochila para estrenar.
Y con una gran sonrisa disfrutaron también del show infantil de Manzanita y sus Amigos, el cual fue una aportación del joven Emir Perales, de tercer tetramestre, que aunque no formaba parte de la campaña, quiso sumarse a la causa, demostrando así que cuando la solidaridad se hace presente se pueden lograr grandes cosas.
Fue así que el recorrido realizado durante cuatro meses llegó a su fin, y lo que inició siendo una encomienda para aprobar una asignatura más, terminó convirtiéndose en toda una experiencia de vida que les permitió conocer una realidad social diferente a la suya, donde las carencias y los sueños conviven de manera conjunta.
Pero también donde la sonrisa de los niños no solamente iluminan y embellecen su entorno, sino que es capaz de decir “gracias”.