El cadáver del pequeño Jonathan Francisco de León Sánchez fue encontrado dentro de una caja de cartón. A sus escasos tres años murió a manos de su padrastro, Rafael Cordero Bastos.
La historia de su trágica muerte es tan simple como brutal. Su padrastro lo golpeó hasta dejarlo agonizante para luego tirar su cuerpo inerte en un terreno baldío de esta frontera.
Paradójicamente mientras Jonathan fallecía, su madre Alma Delia de León, daba a luz a su tercera hija, producto de la relación que mantenía con el ahora asesino confeso de su primogénito.
Los hechos se suscitaron el pasado 6 de octubre en la calle 16 de Septiembre de la Zona Centro de esta ciudad cuando, según describió el mismo autor del crimen, le propinó al niño varias patadas y golpes en el estómago hasta que lo mató.
Este hombre de 38 años de edad y de origen veracruzano, atribuyó el ataque al menor a la desesperación que el infante le provocó por no hacerle caso, además de los problemas económicos por los que atraviesa.
“Entré en un rato de desesperación pues estoy desempleado, debo la renta, además del parto y no hay para pagar, no tengo ingresos ahora. Descargué parte de lo que sentía por tanta preocupación”, dijo con una actitud de frialdad al ser entrevistado en las celdas de Seguridad Pública.
En su declaración el asesino confeso cayó en contradicciones al mencionar que antes de que él lo atacara, el menor había estado jugando con otro niño y se había golpeado en la cabeza tras una caída.
Sin embargo, los reportes de la autopsia revelaron que Jonathan presentó tuvo estallamiento de vísceras a causa de los golpes que recibió en el estómago, además de lesiones internas múltiples y diversas fracturas en las costillas y en el cuello.
“Jonathan comenzó a convulsionar, me dio miedo y por eso me salí de la casa sin auxiliarlo, me dirigí al Hospital Materno Infantil donde Alma Delia se había aliviado”, describió.
En ese momento la madre de Jonathan ni siquiera imaginaba que su primogénito estaba muerto, ya que Rafael le hizo creer que el menor estaba desaparecido.
“Le comente que el niño se había salido del departamento que rentamos, lógico, no le iba a decir la verdad”, señaló.
Posteriormente el agresor retornó a su domicilio en la Zona Centro y encontró a Jonathan sin vida, por lo que ante el temor de ser descubierto, introdujo el cadáver en una caja de cartón que tiró en los patios del Bolerama Fronterizo, en la colonia Ribereña.
“En una caja de cartón lo metí y me fui caminando hasta Bolerama y ahí lo deje, dentro de un monte en un costado de las instalaciones, luego me fui a reportarlo como desaparecido”, relató.
Por miedo a ser acusado, el asesino acudió mostrando gran preocupación y tristeza hasta la Casa Hogar del DIF Reynosa, a la Cruz Roja y al Departamento de Seguridad Pública asegurando que Jonathan se había perdido.
El inculpado aseguró no consumir ningún tipo de droga o alcohol y no estar bajo los efectos de alguna sustancia al momento de atacar al indefenso niño. Además, dijo estar “en sus cinco sentidos” cuando cometió el brutal crimen, atribuyendo que los hechos a un momento de desesperación.
“Si acaso le daba sus nalgadas y uno que otro cinturonazo, pero tampoco en un grado de quererlo matar o lastimar, en esta ocasión no me detuve y no medí las consecuencias, se me pasó la mano, eso fue lo que sucedió”, indicó.
El macabro hallazgo fue denunciado por el velador del lugar, Eusebio Fidencio Rodríguez Moreno, quien al realizar un rondín de vigilancia se percató que en un costado del edificio estaba el cadáver del niño.
“No me imagine nada, cuando observe la caja creí que habían venido a tirar basura o un animal muerto, pero me sorprendí al mirar que era un niño y me asuste, por lo que llame a las autoridades de Seguridad Pública para que investigaran los hechos”, describió.
Relató que al revisar la caja se sorprendió al ver el cuerpo del niño golpeado.
“Me asuste mucho pero no lo mire más porque no quise mover nada para no entorpecer las averiguaciones de las autoridades”, dijo el velador.
UNA VIDA QUE APENAS COMENZABA
Un pequeño ataúd en color blanco, como la inocencia de este niño, era parte del escenario que se hacía más trágico con el llanto, la tristeza y el coraje de los familiares que exigen justicia.
En la humilde casa de sus abuelos construida de madera y láminas en la colonia La Nopalera de esta frontera, fueron velados los restos de Jonathan Francisco.
La tía del infante, Teresa de León Sánchez solicitó a las autoridades caiga todo el rigor de la ley en contra del asesino del pequeño.
“Queremos que lo refundan en la cárcel, que le den sentencia de por vida al maldito, porque no tuvo que haberse desquitado con un niño chiquito de solamente tres añitos y no tuvo que hacerle eso… yo pido todo el peso de la ley para que lo dejen ahí y ya no salga jamás”, dijo entre lágrimas.
Teresa denunció que tanto el niño como su madre llevaban una vida de intimidaciones y agresiones por parte de Rafael.
“En una ocasión mi hermana aún embarazada fue golpeada por Cordero Bastos y aunque la familia le aconsejó levantar una denuncia en contra de su agresor, Alma Delia no hizo nada ya que la tenía amenazada con quemar la casa de sus padres.
“Mi hermana llegó una vez aquí en la noche, ella estaba embarazada de la niña y llegó golpeada por ese maldito, insistí que levantara una demanda pero ella nunca quiso decir nada, porque la tenía amenazada. Ella me comentó que tenía miedo de demandarlo ya que la había amenazado con quemar a la casa y hacerle algo a mi papá que tiene embolia y a los niños”, narró.
Entre sollozos, Teresa señaló que su hermana se encuentra destrozada por los acontecimientos, e incluso no ha podido atender a su hija recién nacida por la fuerte impresión de la muerte de su primogénito.
“Si tanto coraje le tenía contra la familia se hubiera desquitado conmigo pero no con un niño pequeño, decía que nos daría en lo que más nos doliera cuando estábamos en el hospital esa tarde, pero él ya había matado al niño”, recordó.
Los restos del menor fueron sepultados el pasado sábado 9 de octubre en el panteón municipal de la ciudad. Mientras tanto la madre de Jonathan, Alma Delia, tendrá que superar esta tragedia para sacar adelante a los dos hijos que le sobreviven.
AUMENTA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR EN TAMAULIPAS
Según las estadísticas de la Dirección General del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en lo que va del presente año han registrado tres mil denuncias de violencia familiar en el Estado.
Los municipios de Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y Victoria son los que presentan el mayor número de casos de violencia en contra de mujeres y menores de edad.
Por ello, se está trabajando con el objetivo de impulsar la cultura de la denuncia, pero sobre todo de la protección que deben de tener los niños, ya que lamentablemente son quienes más sufren las consecuencias de una vida rodeada de violencia.
El asesinato de Jonathan es el cuarto que se presenta en menos de tres años en Reynosa, donde otros tres pequeños murieron a manos de algún familiar.
El procurador de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia del Sistema DIF del Reynosa, Carlos Eduardo García Juárez, dijo que este es un caso muy lamentable.
“Aunque lamentamos los hechos tan aberrantes también tenemos que hacer conciencia para que casos como el de Jonathan Francisco y como otros que lamentablemente han ocurrido no se vuelvan a repetir en la ciudad”, mencionó.
García Juárez señaló que en varias ocasiones este pequeño había sido reportado como perdido y rescatado por la Policía Preventiva, quienes lo llevaban a la Casa Hogar del DIF.
“Hace mes y medio la señora Alma Delia había recibido una llamada de atención, además se le ofrecieron los servicios del Sistema DIF, pero lamentablemente no fue tomada por ella terminando esta historia con la muerte de su hijo mayor”, explicó.
El procurador del Sistema DIF del Reynosa dijo que el asesino confeso del menor trató de distraer a las autoridades acudiendo como en otras ocasiones a las instalaciones de la Casa Hogar llorando y mostrando gran preocupación.
Sin embargo, cuando acudió a la Policía Preventiva y fue interrogado, cayó en contradicciones hasta que finalmente confesó su culpa.
García Juárez añadió que existe otro hijo de la señora Alma Delia, que afortunadamente no presenta rasgos de violencia y que se mantendrá en la Casa Hogar mientras se orienta a la madre.
A la vez consideró que es necesario denunciar este tipo de casos para que no queden en la impunidad, por lo que solicitó a la ciudadanía no tener temor de pedir ayuda al Sistema DIF y la Dirección de Seguridad Pública, pues casos como el de Jonathan pueden prevenirse.
“Muchas veces el temor a que el hombre es muy violento o están amenazadas provoca que este tipo de problemáticas no se denuncien y se atiendan a tiempo, pido de favor a la ciudadanía que no sienta temor ya que actuamos con estas denuncias de manera anónima”, señaló.
LOS FACTORES DE LA VIOLENCIA
Problemas maritales, inestabilidad económica y adicciones al alcohol o drogas, son factores determinantes para se cometan actos de violencia en contra de los hijos.
La coordinadora de Psicología y Trabajo Social del DIF Reynosa, Alejandra Martínez Bahena Jaén, señaló que la violencia familiar tiene muchos factores económicos, sociales y de autoestima.
“Creo que los más importantes son la cuestión económica, el desempleo, los problemas que se generan por la presión, además la ansiedad que se genera y el cansancio que se va acumulando”, dijo la entrevistada.
Agregó que la violencia muchas veces también es un patrón aprendido ya que algunas de estas personas en su infancia sufrieron violencia.
Indicó que las víctimas de la violencia intrafamiliar viven con una autoestima muy baja, que les fue provocada por la agresión que han sufrido a algún trauma.
Este padrón de conducta es muy común en la región fronteriza según reflejan las estadísticas del Sistema del Desarrollo Integral de la Familia.
En el mes de julio y agosto se registraron veinte casos de violencia, abandono y abuso sexual hacia menores de edad en esta frontera, mientras que en lo que va de 2010 existe un registro de tres mil denuncias en Tamaulipas.
El padrastro de Jonathan, Rafael Cordero Bastos, fue trasladado al Centro de Ejecuciones y Sanciones de esta ciudad para ser consignado por homicidio calificado ante el Juez de lo Penal para recibir la sentencia mayor por estos lamentables hechos.