La escasez de agua es una realidad que requiere de atención urgente. El campo tamaulipeco padece los embates de una extensa sequía. Tamaulipas y México en general, enfrentan desafíos por la falta de este recurso.
En medio de angostos y arenosos surcos camina diligente Jesús Alán Alanís de León, habitante de una pequeña ranchería cercana al puente internacional Anzaldúas, al poniente de la ciudad.
Cada día, antes de que se asome el sol, este campesino sale a ganarse la vida y la de su familia. Manifiesta que debe laborar desde muy temprano, pues tiene bocas que alimentar. De él dependen su esposa y dos hijos, aunque confiesa que a diferencia de anteriores épocas, ahora le cuesta más poner los alimentos sobre su mesa.
Al correoso hombre de piel curtida, cuyas manos se le miran ásperas por labrar la tierra, ya no le preocupa lidiar con las serpientes de cascabel que, asegura, no son pocas. Lo que a él le inquieta es que los campos de sorgo se miran “chaparros, sedientos y enfermos”.
Sin agua y con mucha plaga, señala que las matas no han crecido ni la mitad de lo que deberían. Estas plantas también han sido castigadas por los gusanos y por el abrumante sol que ya comienza a quemar en la frontera.
Casi toda la jornada Jesús Alán y sus compañeros se mantienen azotando su filoso azadón contra el suelo, arrancando hierbas por todos los carriles de esta parcela de ocho hectáreas, adyacente a la prolongación del libramiento Matamoros-Monterrey.
Se agacha y le enseña al reportero los tallos y las hojas maltratadas, algo que no les augura una cosecha abundante. A ese ritmo, este agricultor reconoce que tendrá que dedicarse a otra cosa. Cuando antes había cuadrillas de 15 a 20 personas trabajando, ahora solamente quedan tres: él, un anciano y una mujer.
Amenazados los cultivos por la sequía extrema, su patrón tuvo que abandonar la siembra de otros productos más redituables. El sorgo es la única opción que las queda.
“Estamos batallando mucho, tuvimos que dejar de poner maíz, porque no hay agua, son matas de temporal que como no llevan riego tienen muy poco crecimiento, ahí se mira, aparte de que estamos teniendo mucha plaga”, lamenta.
En años anteriores estas mismas tierras solían ser más fructíferas, algo que se terminó hasta que dejaron de autorizar el riego. Al igual que en el Distrito 026 del Bajo Río San Juan, en el 025 del Bajo Río Bravo, las condiciones son semejantes. Ahora se siembra para el ciclo temporal, esperando solamente el agua de las lluvias.
El entrevistado cuenta que para otras épocas ya se habría irrigado desde diciembre, que es el primer riego que se le debe dar a una parcela.
“Eso es para que cuando se siembra la semilla tenga suficiente humedad para que brote la planta. El maíz se usa para consumo humano y para forraje para el ganado, pero ahora solamente estamos trabajando con el sorgo.
“Casi todos los campesinos aquí están haciendo lo mismo, por la falta de agua y pues hay mucha gente que se mantiene de esto como
nuestras familias. De aquí sacamos un pesito para comer y ahorita la tierra se mira seca, árida, si no se compone no sabemos a qué nos vamos a dedicar, porque el sorguito ya no da mucha producción de dinero”, comenta.
Antes, estos ejidos recibían el agua de un canal cercano que luego distribuían por gravedad. Ya saliendo en su surco la cortaban para optimizar el recurso y no desperdiciarlo. Ahora ninguna gota de ese líquido les llega por sistema de riego.
“En este mes de abril también teníamos que mojar, pero está triste, no hay agua. Le estamos pidiendo a diosito que nos mande una lluvia para que nos aliviane”, afirma.
Dice saber del cambio climático, que el año pasado hubo un calor desmesurado, asfixiante y que podría repetirse en este 2024.
“Ahora sin agua pues la planta va a resentirlo mucho. Tiende a que se pueda secar. Como la matita necesita absorber con la raíz para poder aventar el producto para arriba, si no tiene humedad se queda corta o se muere.
“Por eso hacemos un llamado a nuestras autoridades federales a que nos manden el agua, que no se la quiten a Tamaulipas, porque es el medio de vida de mucha gente, no nomás los que trabajamos en el campo”, resalta Jesús Alán.
LA REALIDAD
A unos metros de él trabaja don Amador Sauceda, quien es campesino y también albañil, según mejor se le acomode. Ataviado con sus botas, pantalones de mezclilla, una gorra y su camisa a cuadros, acude a laborar para ganarse sus raciones de comida.
Tiene más de 60 años, pero no recibe ninguna clase de pensión. De cabello y bigote cano, este hombre no es letrado, solamente dice saber que éste, su trabajo, se ha visto muy mermado y el dinero que le queda no le alcanza más que para subsistir en una modesta vivienda de la zona rural de Reynosa, para irla pasando…
“Si no hay agua no hay futuro”, espeta el espigado campesino y agrega que: “no sé qué problemas se traigan Nuevo León y Tamaulipas, pero nosotros no tenemos la culpa”, considera.
Y nuevamente admite que no necesita tener estudios para saber que si se carece de agua los productos del campo y la ganadería no llegarán a las mesas de los mexicanos, pudiendo haber un caos alimentario y carestía, por eso pide atender a tiempo este problema.
“Semos personas (sic) que no podemos rajarnos. Nosotros muy temprano tenemos que estar listos al menos con café en el estómago. Y vivimos al día, pero aportamos nuestro granito de arena en la cadena alimenticia.
“La gente muchas veces no se da cuenta que gracias a esto que aquí hacemos se producen alimentos para que coman los animalitos, los cerditos, los pollitos y las vaquitas que luego nutren a los humanos. Ayudamos al país, pero la ayuda debe ser recíproca, no nomás de aquí pa allá”, compara.
Don Amador también pondera el por qué ya no se está sembrando maíz en la región, porque en sus palabras, la raíz de esta especie “tiene pata de gallo y consume mucha agua y esta otra (sorgo) es una planta diferente. Mire, ya va a querer aventar la espiga, se aferra a sobrevivir”, pero también acepta que si no hay agua por mucho que se le ayude no va a dar rendimiento, y el dinero para todos será menos.
La muchacha, por su lado, escucha solamente las preguntas y respuestas entre el reportero y sus compañeros de labranza. Observa seria de reojo y continúa trabajando con destreza. Terminada la charla los otros dos campesinos se despiden y luego le siguen a ella el ritmo, cada cual en su propio surco.
CAMPESINOS
INCONFORMES
Así como ellos, existe una gran cantidad de agricultores que se están viendo afectados por la disputa de los recursos de las cuencas. En 2023, Nuevo León cabildeó y consiguió que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no hiciera el trasvase anual de la presa El Cuchillo a la Marte R. Gómez, en quebranto a los Acuerdos de 1996 y ahora se están observando las consecuencias: la producción local de alimentos va en caída.
En su momento, la Comisión Estatal del Agua de Tamaulipas (CEAT), encabezada por Raúl Quiroga Álvarez, también fustigó la postura del mandatario de la entidad vecina, Samuel García Sepúlveda, por entrometerse en una decisión que le compete a la Federación.
Al menos cuatro mil productores del Distrito de Riego 026 resultaron afectados, pues no les dio agua y tampoco fueron indemnizados.
El legislador local Edgar Melhem Salinas, declaró que el director de la Conagua, el ingeniero Germán Martínez Santoyo, llegó a Tamaulipas “con las manos vacías”, mientras el Estado instó al diálogo.
Por su parte, el gobernador Américo Villarreal Anaya, presentó el Plan Hidráulico que incluye tres proyectos prioritarios: el Emisor de Aguas Residuales de Monterrey a la presa Marte R. Gómez, la asignación de recursos para la Segunda Línea del Acueducto Guadalupe Victoria en la capital del Estado, y el seguimiento del Proyecto Plhigon, para llevar agua del río Pánuco a las presas Cerro Prieto y Marte R. Gómez. Se signó un compromiso con la Federación, pero la crisis del agua se mantiene.
BAJOS NIVELES
Y mientras esto se resuelve, el ser humano continúa quemando combustibles fósiles y emitiendo cantidades cada vez mayores de dióxido de carbono a la atmósfera. A la par, el consumo urbano de agua también compromete el vital recurso.
De acuerdo con la Universidad de Washington (que encabeza un proyecto del blanqueamiento de las nubes marinas, con la idea de intentar mitigar la radiación solar), cada año se presentan nuevos récords de cambio climático y olas de calor, que se han recrudecido por la falta de precipitaciones pluviales.
Esto ha originado un fuerte problema de captación, pues el nivel de las presas del país, y específicamente de Tamaulipas, sigue siendo bajo. De acuerdo con datos de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), que administra los embalses de La Amistad y la Falcón, al primero de abril de 2024 el porcentaje de almacenamiento es del 21 por ciento y del 26.8, respectivamente.
Pero en otras partes del Estado el panorama es similar o peor. En el centro de la entidad, la presa Vicente Guerrero se encuentra al 9 por ciento de su capacidad, con 352 millones de metros cúbicos, lo cual ha obligado a la suspensión del servicio de agua potable en Ciudad Victoria y otros municipios que han solicitado una declaratoria de emergencia.
En el poblado de Hidalgo, la Pedro J. Méndez está también en niveles pobres. Su situación actual es del 18 por ciento de capacidad, mientras que el embalse de El Sombrero, en Aldama, está al 16.3 por ciento y el Sistema Lagunario del Chairel, en el sur de la entidad, se encuentra al 37 por ciento.
PREOCUPANTES PROYECCIONES
Climatólogos del Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), asocian a los fenómenos de El Niño y La Niña algunos de los cambios drásticos que están impactando hoy al medio ambiente dentro del hemisferio norte: el 2023 fue el año más caluroso desde que se toman registros y en el presente, 2024, el escenario podría ser semejante o mayor.
Pero advierten que en eso también tiene que ver la mano del hombre, por la depredación indiscriminada de los recursos fósiles, las emisiones de gases a la atmósfera, la contaminación urbana e industrial y el consumo acelerado del recurso más vital para el ser humano, el agua (H2O).
En México, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) publicó alertas de 30 grados centígrados en febrero pasado y nuevos récords de calor entrada la primavera. Incluso, no había habido un enero tan cálido desde 1979 (con promedios nacionales de 24.4 grados centígrados), lo cual brinda ya un atisbo del comportamiento que podría tener la extensión de la sequía para el resto del año.
Es por eso que en los ciclos venideros las perspectivas para dar de comer a millones de personas no son optimistas, pues la producción mundial de alimentos se está viendo amenazada por la falta de su principal insumo natural, lo cual podría desencadenar una crisis agroalimentaria global.
Organismos internacionales, los ministerios de 197 países afiliados a la COP, la agencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, y organizaciones no gubernamentales (ONG), cumplieron en marzo pasado tres décadas sesionando para atender las causas y efectos de los daños al ecosistema, pero lejos de mejorar, los resultados empeoran.
En América Latina este es un problema que ya compromete el abasto de agua para el campo (a pesar de que se está tecnificando), así como también para el uso colectivo de poblaciones de miles y millones de habitantes.
El escenario actual de sequía que persiste sobre el territorio nacional es alarmante. El 74 por ciento del país la padece y Tamaulipas es una de las regiones más afectadas.
Si bien en 1996 se firmó un tratado en el cual se estableció que si la presa El Cuchillo tiene un volumen superior a los 315 millones de metros cúbicos debe hacerse el trasvase a Tamaulipas, para que a su vez la Marte R. Gómez mantenga un nivel de 700 millones de metros cúbicos.
El convenio original decretó que Nuevo León y la Conagua debieron construir el Emisor de Descargas y una planta de tratamiento de aguas residuales, pero estas obras no sólo no se han concretado, sino que de acuerdo con el diputado local Edgar Melhem Salinas, presidente de la Comisión de Desarrollo Rural e integrante de las comisiones de Recurso Agua, de Energía y Cambio Climático en el Congreso del Estado, no tienen para cuándo, porque han recibido carpetazo.
¿OTRA VEZ SIN TRASVASE?
Y si ahora el campo tamaulipeco ya no resiste la falta de dicho recurso y si en 2024 otra vez no hay trasvase, el panorama podría ser devastador, afectando proporcionalmente las metas del gobernador para volver a impulsar a Tamaulipas como granero nacional.
“La verdad, yo creo que fue para salir del paso el tema de anunciar la construcción del Emisor (por parte del gobierno federal). No hay ni proyecto ejecutivo, no se ha anunciado un monto de inversión, no viene la unidad del Presupuesto de Egresos de la Federación, al igual que muchas otras grandes obras, que se han anunciado pero que no vienen en el PEF.
“Son buenos deseos y lamentablemente no ha habido una indemnización, yo lo he pedido en tribuna, porque habiendo agua, esta agua de El Cuchillo, se vende al organismo Agua y Drenaje de Monterrey (SADM), y ese recurso que Conagua obtiene debería usarse para indemnizar a los productores de Tamaulipas”, considera Melhem Salinas.
El legislador tamaulipeco aseguró que el enfoque actual por el tema del agua en general es crítico y demanda acciones urgentes.
“La verdad es que si no hay lluvias importantes en la temporada de huracanes que iniciará en mayo en el Pacífico y en junio en el Atlántico, vamos a estar en un escenario catastrófico, no nada más para la agricultura y la ganadería, sino también para la propia agua para consumo humano.
“Ahorita prácticamente todas las presas, desde el norte, lo que es la Falcón, la Marte R. Gómez; en el centro, con la Vicente Guerrero y en el sur, con el sistema lagunario (del Chairel), están en los niveles mínimos, abajo del 10 por ciento algunas y aquí no hay otra más que esperar buenas lluvias y no sólo eso, deben ser tormentas tropicales y huracanes para poder abastecer las presas y los mantos acuíferos también, que hay muchos pozos que se usaban para lo que es el tema agropecuario y pues se han secado en los últimos años.
“Realmente es un escenario muy crítico que inició desde antes del año 2000, tenemos prácticamente 25 años que no teníamos un escenario tan catastrófico y ojalá y haya lluvias suficientes, porque sino sí va a estar la situación muy difícil”, advierte.
Melhem Salinas indicó que gracias a que hubo algunas precipitaciones en el primer trimestre de 2024 han podido sembrar algunos productores de los distritos 025 y 026.
“Hubo temporales de lluvias importantes, pero en la zona centro, en el sur, la zona cañera y el altiplano tamaulipeco, la situación es más severa y pues ojalá que el gobierno federal y del Estado implementen algunos programas para la sequía, así como también en el tema de ganadería, que es donde puede haber apoyo de sales y minerales, pacas a bajo costo, alimentos procesados, para
poder hacer frente si no tenemos las lluvias esperadas”, solicita.
-¿Existe la posibilidad de que en 2024 no haya trasvase tampoco?
“Definitivamente, es un riesgo y aparte por el mal uso que ha estado haciendo el gobierno de Nuevo León y la Conagua de las aguas de El Cuchillo, al estar trasvasando a la presa La Boca, que lógicamente con eso se viola el Tratado de 1996, porque el agua de El Cuchillo es para consumo humano, no para estar haciendo trasvases para uso turístico como lo han estado haciendo, y parece ser que el gobierno de Nuevo León tuviera el manejo de la presa El Cuchillo, cuando de acuerdo a la ley, debe ser tema eminentemente de operación por el gobierno federal.
“Por otro lado, tampoco ha habido una indemnización, independientemente de que hubiera o no lluvias, de acuerdo al Tratado de 1996 que se firmó entre Nuevo León, Tamaulipas y la Conagua. Es un escenario crítico que no teníamos desde hace 25 años, un cuarto de siglo, donde tenemos las presas a los niveles mínimos y se deberán implementar medidas de restricción y no esperarnos hasta que se nos agote el líquido”, insiste el diputado.
Todo indica que el agro, las actividades pecuarias y la naturaleza en general seguirán en sequía. La falta de pastizales en los ranchos ha provocado la pérdida de cientos de cabezas de ganado en la entidad y los pronósticos siguen sin ser alentadores, una lluvia ocasional no paliará esta crisis.
Jesús Alán lo sabe: el campo se ve marchito y reseco. Trabaja duro en la labor porque su necesidad es mucha, pero el optimismo poco.
¿ESTAMOS A TIEMPO?
El director municipal de Medio Ambiente en Reynosa, Aarón Misael de la Cruz Chávez, reconoció que hoy más que nunca deben de atenderse las cuestiones del impacto ambiental y la falta del agua, antes que sea demasiado tarde.
De acuerdo con cálculos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el actual ritmo en el consumo de H2O producirá una escasez alarmante para el año 2050. Alrededor de 5 mil millones de personas no podrían acceder a ella.
“Necesitamos crear una alerta máxima de consciencia social. La realidad es que nosotros al estar, incluso, en una zona desértica, siempre tuvimos un acceso privilegiado al agua, por la cercanía del río Bravo, pero ahora estamos en una crisis generada por varios factores como el cambio climático, porque hemos crecido en urbanidad y a veces la infraestructura se va quedando rezagada y no nos damos abasto.
“Otro de los principales problemas es que no existe una medida interna de autocontrol en el consumo de nuestras casas. No hablo ni siquiera del gobierno. Es algo cultural de que me baño y no tengo un tiempo establecido de que mis duchas deben de ser de menos de 15 ó 10 minutos para evitar el desperdicio del agua. Hay quienes tienen equipos de bombeo con descargas mucho mayores y nuestro consumo es excedido.
“Son usos y costumbres arraigadas y que las desempeñamos en nuestra casa, en nuestra empresa, compañía o lugar de trabajo. Obviamente, hasta cierto punto pensamos que no es para tanto. Vemos el agua como un recurso que está a la mano de todos cuando la realidad es que hay colonias con un abasto muy pobre y donde se batalla mucho para conseguirse. No todo mundo tiene acceso al agua como normalmente creemos”, compara.
El funcionario municipal señala la necesidad de crear una base jurídica y social para poder implementar las leyes y reglamentos que ya existen, pero que ahora son muy difíciles de aplicar, porque no están los puntos bien definidos.
“Debemos empezar a entender ciertos criterios y las nuevas tecnologías que se vienen para el mejor uso del agua, como sistemas de vapor, disminución de boquillas en mangueras, el reciclado, plantas de tratamiento en los lavaderos para que podamos seguir utilizándola pero sin generar un gran gasto.
“Falta trabajar en conjunto, porque si como autoridades o gobierno implementamos una norma sin darnos cuenta de las necesidades de las personas podemos afectar en vez de ayudar. Por eso requerimos crear nuevos reglamentos, nuevas leyes o modificarlas, para que tengan un uso más pleno y difundir los programas del agua con la gente. Lavar el auto con cubeta, lavarlo solamente ciertos días. Es decir, aprovechar todos esos temas”, plantea De la Cruz Chávez.
REGULACIÓN DE FONDO
El también ingeniero ambiental por la Universidad del Valle de México (UVM), afirma que además del trabajo comunitario con las dependencias de gobierno se necesita una mejor coordinación nacional y políticas públicas congruentes, respetadas por los municipios, por los Estados y la Federación.
“Porque de nada va a servir que en Tamaulipas tengamos un mejor uso del agua, si en Nuevo León la siguen gastando de la misma manera, y si el día de mañana nos bloquean las presas para disminuir su consumo. Debemos estar todos de común acuerdo para que haya un avance y un desarrollo en temas del agua”, pide.
De la Cruz Chávez recalcó que el cambio climático es uno de los grandes desafíos para el ser humano.
“Nos llegaron tarde, pero lo ideal era habernos preparado desde antes para atender las causas en lugar de las consecuencias. Hablamos de la concientización, pero queramos o no es tardía. Se va a ver reflejada en 10 ó 15 años.
“Aunque no se debe de dejar de hacer la concientización no es la prioridad ahora, porque necesitamos generar un cambio de aplicación de leyes y normas para que la gente cambie sobre el manejo del agua. Que piense que si se excede la van a multar, que va a tener una consecuencia, porque uno de los problemas principales es que no vemos más allá y pensamos que como no nos está afectando ahorita porque nuestro tinaco nos sigue dando agua, no vemos un problema.
“Lo vemos hasta que ya duramos una semana sin el líquido, pero mientras lo sigamos recibiendo de la Comapa no lo entendemos. Entonces, si nos esperamos a que nos falte será demasiado tarde”, recalca.
El funcionario asegura que la gente tiene el derecho a que se le explique cómo debe gastarse el agua, pero si aún con eso no lo entiende se va a generar una multa.
“Las empresas también tienen un gasto enorme en cuestión de agua, pero ocupamos que también manejen de buena manera y tengan criterios para su protección y cuidado. Nos hemos dado cuenta de malas prácticas, desde huachicoleo, descargas ilegales al drenaje, de residuos que dañan la infraestructura.
“Lo que ahorita andamos revisando, temas de fugas, las atendemos, vamos, se pasa el reporte a la Comapa. Se requiere mucha coordinación interinstitucional para poder resolver estos problemas”, insiste.
LA IMPORTANCIA
DE LA DENUNCIA
El entrevistado instó a la comunidad a retomar los reportes ciudadanos.
“Nos hace falta que la gente denuncie. Bien que mal, necesitamos que nos alerten para poder avanzar. Todo lo que se haga en temas ambientales, como descargas, fugas, robo de agua. Si ven alguien que está cometiendo daños al medio ambiente se debe de avisar a la línea telefónica 911 o los atendemos en ventanilla.
“Porque por más inversión que se haga en cuidados al medio ambiente, si la gente no participa no habrá un avance. Ahorita ya tenemos las patrullas ambientales, porque queremos que haya personas cuidando el ecosistema.
“Merecemos un lugar limpio para estar cómodos y como no hay una consecuencia porque nunca me habían multado, desperdiciamos. Pero al momento que ya hay denuncias y que la gente sabe que es anónimo y sin consecuencias se generará un buen vínculo de colaboración”, garantiza.
El Código Penal de Tamaulipas establece en su artículo 479 que “al que sin causa justa altere, impida o restrinja de cualquier forma el flujo de agua destinado al suministro de los usuarios del servicio público se le impondrá de dos a seis años de prisión y una multa de 100 a 300 Unidades de Medida y Actualización (UMA’s)”. En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos también está tipificado el delito de robo de agua a la nación, en el artículo 110 del Código Penal Federal.
“Hay leyes muy fuertes, pero como están dentro de la propiedad en cuestiones de cómo proceder, hay mucho por avanzar. Estamos trabajando en gestiones, para que primero vaya a cabildo, que se mande al Congreso y pues tenemos un gobierno que está interesado en el tema del medio ambiente y le ha dado auge”, aseguró De la Cruz Chávez.
El funcionario mencionó que se van a destinar más recursos, más patrullas, más elementos, para crear una estructura grande para todo Reynosa, porque la protección al medio ambiente y el agua tiene que ser uno de los principales enfoques en la materia.
También debe establecerse la manera en mejorar la métrica de medidores, para cuidar mejor los recursos hidráulicos y regular los consumos particulares e industriales en las colonias.
“Ya estamos multando, pero por cuestión social vamos dando pasos, estamos dando difusión. Antes de hacer una recaudación lo primero que buscamos es que la gente entienda y atienda la problemática, darle un aviso y sino pues ya se aplica la infracción. Ya hemos aplicado sanciones por temas desperdicio de agua, tira o quema de basura, que tienen fugas, se les llama la atención. Hemos logrado ciertos cambios en algunos sectores”, destacó.
AFRONTAR ESTA PROBLEMÁTICA
Siendo el Medio Ambiente una de las áreas que más deben crecer en el municipio, el funcionario aseguró que también se trabaja en la infraestructura, la logística y profesionalización. Hay algunas que son muy importantes como deportes, cultura, pero ésta es fundamental.
-Y de no atenderse este problema de la falta de recursos hídricos ¿cuál sería el panorama?
“Es el problema del futuro próximo. De todas las problemáticas que podamos estar teniendo el problema del agua es un multiplicador. Si no tenemos gas podemos hacer leña y cocinar. Sin luz podemos prender veladoras, pero sin agua ni para consumo o limpieza, se pueden producir enfermedades, no habrá comida. Si ahorita hay lugares donde se pelean por el petróleo, los conflictos podrán ser ahora por el agua y haber guerras.
“Sin agua no se puede lograr una autosuficiencia alimentaria. Con tres días sin servicio los problemas son muchos, ahora uno o varios meses podría ser catastrófico. Todo utiliza
agua, la misma botella que tengo para consumir necesitó 10 ó 15 litros para ser producida; la ropa o cualquier cosa y si ésta no existe la vida como la conocemos puede desaparecer.
“Porque usualmente no medimos las consecuencias de lo que puede ocasionar un problema de sequía grande y lo que estamos viviendo ahorita son mínimas a lo que puede pasar en el futuro, pero ya se están viendo algunos destellos de lo que podría venir.
“Puede subir el calor, habrá peores lluvias, inundaciones. Cualquier cosa que ocurra sin agua es peor. Imagínense qué hubiera sido la pandemia sin este recurso, no hubiéramos podido desinfectar. Los drenajes, la polución, el desabasto alimentario, puede ser muy grave sin este recurso”, ejemplarizó.
Al final el titular de la dependencia pidió poner mayor atención a las autoridades y ciudadanía. En el mismo sentido, dijo que este departamento se encuentra abierto a recibir propuestas del mismo gobierno, de asociaciones, instituciones educativas y del público en general.
“Le estamos metiendo todos ‘los kilos’ al tema de la reforestación porque el árbol atrae el agua, la mantiene. Creemos que esto puede ocasionar un gran cambio favorable. Si a eso le añadimos los beneficios por las sombras y disminución de temperaturas, porque los pavimentos están ardiendo.
“Y ¿qué es lo que requerimos para el tema del agua? que la gente denuncie, porque así podemos resolver juntos un problema que por desidia y desatención no ha tenido seguimiento, nuestro compromiso es trabajar, cuidar los recursos naturales y estamos a sus órdenes”, concretó. v