
El Hospital Civil de Reynosa “Doctor Miguel Ángel Rivera Terrazas”, que por más de 55 años prestara de forma gratuita diversos servicios de salud a miles de pobladores de esta ciudad fronteriza, muestra un total abandono y deterioro.
Al recorrer lo que fueron sus instalaciones se vuelve difícil de creer que hace dos años y nueve meses este inmueble era un nosocomio.
Y es que es tal el abandono, que se vuelve prácticamente imposible creer que las áreas donde antes se brindaba atención médica ahora estén convertidas en unos cuartos desmantelados con vidrios rotos, grafiti y un aspecto tétrico.
El 5 de agosto del año 2008 este hospital ubicado en la esquina de la calle Guerrero y 16 de Septiembre del centro de Reynosa cerró sus puertas debido a la apertura del Hospital Materno Infantil y las quejas de que en el lugar se brindaba la atención en condiciones insalubres debido a la escasez de recursos.
Cuando cerraron el hospital, las autoridades aseguraron que esta sería una acción transitoria que permitiría la evaluación y mejora de las instalaciones. Sin embargo ya han pasado tres años y todo sigue igual.
Con la idea de reactivarlo se tiene un proyecto de crear un Hospital Universitario con la participación de las facultades de Medicina y Enfermería de Reynosa.
El presidente de la Comisión de Salud en el Cabildo, José Angel Cantú Reséndez, dijo que están a la espera de que las facultades se organicen para, entonces, hacer la petición al ayuntamiento y les sea facilitado el inmueble.
“De concretarse este proyecto sería una de las cosas extraordinarias y buenas que podría beneficiar a la ciudadanía de Reynosa, la idea es que se active de nueva cuenta un centro que dio tanto a la población”, mencionó.
Por ello exhortó a las universidades que cuenten con Facultad de Medicina para que hagan una petición al Cabildo y al presidente municipal para que el hospital sea utilizado por los estudiantes.
“En primer lugar con este proyecto se tiene el objetivo de beneficiar a la ciudadanía de Reynosa con atención de primer nivel y segundo lugar para apoyar a los estudiantes que son pasantes, servicio social o años de internado por parte de los mismos muchachos que egresan de las facultades de medicina”, mencionó.
Y añadió: “También se podría involucrar a las facultades de Enfermería que pudieran utilizar este centro médico para ejercer su profesión como pasantes en servicio social”.
Cantú Reséndez recordó que desde que se cerró el Hospital Civil quienes ahí laboraban fueron reinstaladas en el Hospital Materno Infantil y en el Hospital General.
“La idea principal es que sea utilizado en forma democrática para beneficio de todas las facultades de medicina y enfermería, y primordialmente dando la atención a la población de bajos recursos económicos”, señaló el regidor.
UNA HISTORIA DE 55 AÑOS
La idea de crear el Hospital Civil de Reynosa nació en el año 1951 gracias a la visión de un grupo de médicos como Armando Puig Gárate, Javier Plata, Adolfo Calderón, José María Cantú y Roberto Pérez, quienes solicitaron al entonces alcalde Alfredo Ramírez García, un terreno en la zona Centro de Reynosa, mismo que fue gestionado ante el gobernador del Estado, General Raúl Gárate Legleu. Afortunadamente se obtuvo la donación y se inició la construcción del edificio de dos plantas que albergó al naciente hospital.
El doctor Armando Puig donó 30 mil pesos con lo que se concluyó la obra, sin embargo no inició operaciones de inmediato, ya que un grupo de damas pertenecientes al Club de Leones gestionó y obtuvo en préstamo el edificio para instalar una escuela primaria que funcionó aproximadamente dos años.
Mientras tanto el grupo que inició con esta obra observaban que día con día crecía la cifra de enfermos de escasos recursos que no tenían acceso a una atención médica digna.
Por ello nuevamente solicitaron el edificio que habían construido hasta que finalmente el primero de enero del año 1953 inició el funcionamiento del nosocomio.
En su apertura, el Hospital Civil de Reynosa contaba con una sala de hombres, una sala de maternidad, un consultorio y una sala de partos.
El mismo grupo de médicos donó 20 camas de hospital, un esterilizador, un aparato de rayos X, con lo que el hospital creció en servicios a la comunidad.
Asimismo la población correspondió agradecida con donativos, ya que los comerciantes del mercado proporcionaban verduras, carne y abarrotes varios. Además algunas boticas donaban medicamentos, mientras que varios médicos otorgaban sus servicios gratuitos utilizando su equipo de diagnóstico, su instrumental y en ocasiones, donando el material de sutura o de curación necesario para atender las emergencias que se presentaban.
Lamentablemente esta historia de esfuerzo y dedicación quedó reducida a un centro médico desmantelado, que se ha convertido en un foco de inseguridad ya que actualmente es un nido de malvivientes para pasar la noche.
Por ello se espera que pronto las universidades de esta ciudad se coordinen para que sea abierto nuevamente este centro médico y se pueda brindar la atención de primera mano que necesitan las personas de escasos recursos, rescatando la idea original de cuando fue creado.