
La historia de “José” es difícil de entender para muchos. A pesar de contar con un buen trabajo y una familia que lo quiere, constantemente tiene pensamientos suicidas o depresiones agudas que lo llevan a creer que es mejor estar muerto.
“José” que aparenta tener una vida estable, desconoce la razón por la que se siente sin fuerzas para seguir viviendo. Según los expertos, el perder las ganas de vivir puede deberse a problemas familiares, económicos y patológicos.
En el caso de “José” su trabajo lo distrae por varias horas al día, sin embargo al llegar a casa sólo busca estar encerrado en su recamara, aislado o dormido, sin compañía alguna; situación que preocupa a su esposa e hijos que algunas veces pierden la paciencia y ya no saben qué hacer para tratar de motivarlo.
No obstante, siendo un hombre de más de 50 años de edad, con una carrera profesional y status social estable, constantemente habla de la muerte y el descanso eterno.
Con frecuencia, externa sus ganas de morir o quitarse la vida. Incluso en dos ocasiones ha intentado hacerlo sin lograr su cometido.
Ante estos problemas, “José” está siendo atendido con antidepresivos y terapia psicológica para tratar de salir adelante y evitar que intente de nuevo quitarse la vida.
A diferencia de “José” existen muchas personas que no entienden qué les sucede y, por miedo o pena, no buscan ayuda profesional.
En Reynosa, durante el primer semestre del año, se han incrementado el número de intentos de suicidio, principalmente entre niños y adolescentes, según las estadísticas dadas a conocer por el Sistema DIF local.
El psicólogo del DIF, Emilio Soto Rubio, aseguró que en esta frontera se ha presentado un incremento en el número de niños y adolescentes que intentan suicidarse.
Explicó que estos menores presentan marcas en muñecas y cuello, siendo el resultado de un intento fallido de quitarse la vida.
“Muchas veces es por sentirse solos, que nadie los quiere o que no pueden encontrar una solución a un vacío que tienen en su existencia. En otros casos es por padecer una depresión que no se identifica o no atienden a tiempo”, dijo.
En este tipo de casos, añadió, se les brinda terapia psicológica y medicamentos.
“Si la depresión no se atiende a tiempo, ellos piensan que ya no tienen salida a lo que están viviendo y toman esta trágica decisión de quitarse la vida, dándose estos casos en niños y adultos”, comentó.
El psicólogo del DIF dio a conocer que los factores que orillan a una persona a terminar con su vida son decepciones amorosas, falta de empleo, crisis económica o trastornos psicológicos.
Por ello, cuando toman la decisión de quitarse la vida es porque traen consigo un gran sufrimiento que los ha llevado a considerar la opción de matarse.
“Muchas veces el suicida antes de tomar la decisión lo piensa y tiene ideas de que alguien lo salve, incluso avisa y está hablando contantemente de eso como pidiendo ayuda a los demás”, señaló.
Expresó que la persona que pretende suicidarse siempre busca que alguien lo rescate, por ello sus palabras y acciones siempre denotan sus intenciones.
“Todos estos son avisos que se deben de tomar en cuenta para otorgar ayuda psicológica”, indicó.
LAS MUJERES, MAS PROPENSAS
Para el especialista en psiquiatría, Amadeo de León, las mujeres son las que intentan con mayor frecuencia suicidarse, pero, al mismo tiempo son quienes menos lo logran. En el caso de los hombres existe una menor incidencia pero mayor probabilidad de conseguirlo.
“Los cuadros depresivos generalmente se manifiestan en adultos generando tristeza, abatimiento e incapacidad de sentir placer; en cambio los adolescentes a veces no presentan estos síntomas, pero se muestran retraídos, con irritabilidad y presentan disminución de aprovechamiento escolar”, mencionó.
Añadió que lo lamentable es cuando a los cuadros depresivos en los adolescentes se les agregan los conflictos de padres, familias disfuncionales o violencia intrafamiliar, aunada con alcoholismo o drogadicción, situaciones que desencadenan ese deseo de querer morirse o intentar quitarse la vida.
El entrevistado recordó al grupo de jóvenes denominado “Emos” donde predominan este tipo de conductas y hay quienes se provocan lesiones en el cuerpo.
Incluso, agregó, realizan competencias entre ellos mismos para saber quién logra autolesionarse con mayor rigidez lo que ha provocado una “moda” entre estos jóvenes de querer sacrificarse o morirse.
De León dijo que algunos médicos que no están enfocados en la psiquiatría subestiman estos casos, principalmente cuando se presentan entre los adolescentes.
“En estos casos los doctores los catalogan como ‘chiflados’ pero no es así, ya que lamentablemente cuando no se les otorga la atención debida llegan a lograr su objetivo”, señaló.
El especialista explicó que el gesto suicida es prácticamente un chantaje y sucede después de un conflicto que podría ser como cuando un joven se toma unas pastillas porque sus padres no lo dejaron salir.
En cambio cuando el suicida no presenta señales de alerta evidentes, es cuando hay más posibilidades de que logre su objetivo.
“En estos casos algunas veces demuestran señales como por ejemplo el dormir mucho tiempo, constantemente externan que no vale la pena vivir, se mantienen aislados e incluso llegan a programar su muerte”, comentó el especialista.
Y agregó: “En este tipo de situaciones es necesario dar atención porque la mayoría de las veces hacen comentarios, sin embargo los familiares o amigos los minimizan ya que piensan que no lo van hacer, y lamentablemente algunos sí logran quitarse la vida”.
Es por ello que el psiquiatra recomendó a los padres que cuestionen a sus hijos sobre cómo ven la vida, si quieren o piensan en morirse, incluso si lo han deseado, ya que estas son las alertas más sencillas de identificar.
“Para esto hay un proceso que algunas veces los familiares no se atreven a descubrir, lamentablemente en algunos casos son hechos que pudieron evitarse. Generalmente tienen miedo preguntarle a un familiar si han tenido esos pensamientos, sin embargo una vez al verbalizar el problema se les ayuda a salir adelante y mejorar sintiéndose comprendidos”, explicó.
Otro factor importante es cuando existen antecedentes de familiares que se hayan suicidado o que lo hayan intentado.
Los pacientes con estos pensamientos traen mucho sufrimiento dentro, la persona que decide suicidarse es porque ya no puede seguir sufriendo.
“Es un sufrimiento emocional tan fuerte que no puede soportalo, por ello toma la decisión pero en ocasiones se necesita mucho valor para hacerlo. Algunos pacientes me dicen que les falta valor para culminar un pensamiento así, otras veces son los hijos lo que evitan que suceda, es decir que hacen que el prospecto a suicida se frene”, apuntó.
Otros casos son por problemas emocionales de pareja, enfermedades terminales o cuados patológicos.
Al combinar estos problemas con alcohol o drogas, sobre todo en jóvenes, estas sustancias entorpecen un poco los sentidos y ya no analizan las consecuencias y se hace más fácil salir por la puerta falsa.
El entrevistado recordó que en el 2009 en esta frontera se registró el más alto número de suicidios, presentándose uno por semana, sin embargo actualmente son de dos a tres por mes, en adultos y jóvenes.
La mayoría fueron hombres entre los 20 y 30 años, pero también se han visto niños.
De León afirmó que existe un tratamiento o terapias psicológicas para tratar los cuadros depresivos.
“Hay soluciones médicas y terapéuticas para controlar esto, sin lugar a dudas el intento suicida es alto cuando la depresión es severa, en estos casos la atención farmacológica apoyada con el tratamiento psicoterapéutico son fundamentales, finalizó.
ALERTA EN TAMAULIPAS
En los últimos cinco años se han incrementado en Tamaulipas el número de suicidios entre la población de entre 10 y 19 años de edad. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el año 2009 se registraron 207 suicidios, de los cuales seis de ellos corresponden a niños de entre 10 y 14 años, mientras que 43 más tendrían entre 15 y 24 años de edad.
El Jefe Regional de Servicios Periciales en Reynosa, Alfonso Fernández Esparza, dio a conocer que en el primer semestre del año se tienen registrados 13 suicidios en esta jurisdicción.
La mayoría de las personas que lograron culminar con su suicidio utilizaron el ahorcamiento como método de suicidio para privarse de la vida.
Detalló que en enero dos personas de sexo masculino se suicidaron, sin embargo en el mes de febrero solamente se presentó un hecho de este tipo siendo una persona del sexo masculino.
“En marzo fueron cuatro hombres que se privaron de la vida, en abril un hombre quien decidió salir por la puerta falsa”, dijo.
En el mes de mayo dos personas tomaron esta decisión y en el pasado mes de junio se registraron tres casos.