El brote global de Coronavirus no sólo ha provocado estragos en la salud de cientos de miles de personas (en un rango de más de cuatro millones que hasta ahora contrajeron la enfermedad), paralizando de facto a las economías del planeta, sino que colateralmente está llevando a sus habitantes a un nivel de tensión que también propicia la complicación de otros padecimientos, que deriva en muertes y problemas psicosociales.
La falta de dinero, la desesperación por la pérdida del empleo, las preocupaciones para pagar las cuentas de la casa (como colegiaturas, alimentación y servicios básicos), los conflictos de pareja e hijos; el encierro por el confinamiento domiciliario, la psicosis a los contagios y hasta el cansancio por utilizar cubrebocas y desinfectantes, por citar algunos ejemplos, le están pasando muy altas las facturas a la sociedad en general.
Los especialistas advierten que un mal manejo de cualquiera de estas situaciones puede tener consecuencias catastróficas.
María Fernanda Hernández Rocha es psicóloga por la Universidad Valle de México (UVM). Confiesa que a su consultorio están llegando cada vez más pacientes con circunstancias que, de una u otra forma, se asocian o se han agudizado con la problemática actual de la pandemia de Wuhan.
“No cabe duda que el Covid–19 está costándonos a todos de diferentes maneras, pero aquí lo más importante que debemos tomar en cuenta es cómo vamos a responder para sobrellevarlo.
“En primer lugar es primordial que todos nosotros establezcamos medidas de autocuidado para prevenir y disminuir los riesgos de impacto a nuestra salud mental que el coronavirus pueda traer, pero también estar atentos a los signos que nos está dando nuestro cuerpo por el impacto de la pandemia”, enfatizó.
Aunque siempre se encuentra implícito, ahora más que nunca el estrés ha pasado a convertirse en un común denominador en la elaboración de los diagnósticos psicológicos, porque actualmente la gran mayoría de los cuadros que presentan los pacientes tienen que ver en buena parte con el tema del Covid–19 como protagonista.
Y el problema es cuando la preocupación y las discusiones escalan a un plano peligroso, reconoce la experta, porque algunas personas no están clínicamente muriendo o enfermando por la infección, pero sí por ataques cardiacos, eventos cerebrovasculares, accidentes domésticos y hasta por conflictos sociales desencadenados por la pandemia. Pero entonces ¿de qué manera se debe manejar esta situación?
“Cuando hablo de medidas de autocuidado me refiero a las acciones que son importantes que realicemos para mantener una buena salud en general, iniciando con las de nuestro cuerpo como lo es dormir suficiente, realizar alguna actividad física, comer saludable; por otro lado adoptar las medidas que protejan nuestra mente como limitarnos a toda la información que aparece medios de comunicación o redes sociales, mantenernos ocupados intentando realizar nuestras actividades lo más normal que sea posible o, inclusive, crear una rutina temporal que se ajuste a nuestras necesidades y por último, estar en contacto con las personas o idear formas para sentirnos conectados con los demás”, recomendó Hernández Rocha.
TOMARLO MUY EN CUENTA
La entrevistada hizo hincapié en la necesidad de realizar –individualmente y como sociedad– los cambios positivos que se requieran para evitar más conflictos a raíz del virus que está afectando a todo el mundo.
“Tan real es este tema que en la población en general estamos viendo casos de frustración,
angustia, malestar emocional, sensibilidad, irritabilidad, miedo inexplicable, soledad, apatía, pero principalmente algo que es preocupante son los niveles de ansiedad y depresión que se ven hoy en día.
“Lo complicado de esto es que la mayoría de la población no es consciente de eso y como consecuencia no se está haciendo nada al respecto. Inclusive presentan cuadros de malestares corporales debido a la ansiedad y el estrés o somatizan síntomas relacionados al Covid–19”, especificó.
Ante la pregunta obligada acerca de que si ¿está la sociedad realmente preparada para este nuevo tipo de vida, cuando hace cuatro o cinco meses lo del coronavirus parecía el escenario de una película?
“A pesar de que tuvimos poco tiempo para prepararnos ante esta pandemia no todos los mexicanos contamos con las herramientas para afrontar la problemática actual. Yo creo que es clave asumir que esta cuestión no será permanente, y que por ahora es momento de adaptarnos poco a poco y de manera temporal.
“Recordemos que debemos priorizar e identificar en qué aspectos podemos influir y en que otros no tenemos ningún control. Y encontrar desde qué lugar somos más capaces de contribuir a que esto acabe pronto, ya sea quedándonos en nuestros hogares o en el caso de los trabajadores que no pueden hacer su aislamiento social, tomando todas las medidas de precaución para disminuir los contagios”, agregó.
La especialista abordó desde el punto de vista psicológico cuáles son las patologías o secuelas que podrían causar los problemas derivados del coronavirus, ya que normalmente los pacientes van a consulta por una o más situaciones personales, pero esta vez podrían ser más razones juntas.
“Definitivamente el confinamiento o la incertidumbre podría generar a largo plazo trastornos de tipo emocional como ansiedad y depresión o por estrés postraumático. Pero también debemos de considerar las secuelas que pasan desapercibidas en la sociedad como la violencia intrafamiliar y el alcoholismo o drogadicción”, refirió.
De hecho, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud federal, Hugo López–Gatell, admitió que que tras el prolongado aislamiento por la emergencia sanitaria habrá una epidemia de salud mental.
“Tenemos el compromiso y la responsabilidad de trabajar para atender la segunda crisis que vendrá después de la epidemia y que es, precisamente, la del estrés postraumático relacionado con el confinamiento, con la experiencia de vivir una pandemia y con la pérdida de seres queridos”, declaró el funcionario cuando la cifra de defunciones era de tres mil 465 y 35 mil 22 los casos confirmados de Covid–19 en territorio nacional.
PEDIR AYUDA
María Fernanda Hernández Rocha hizo énfasis en la importancia de buscar la asistencia de un profesionista antes que dejar que los problemas sigan creciendo y así ayudar a toda la familia.
“Algunos desconocen que los psicólogos son personas preparadas para escuchar, analizar y mostrar alternativas para solucionar problemáticas diversas. Nuestro objetivo es acompañarte en el proceso de cambio y mejorar tu calidad de vida.
“En la actualidad existen aún prejuicios sobre el acudir a terapia psicológica, porque hay quienes siguen creyendo que esto es para la gente ‘débil’ pero, al contrario, es un proceso de mucha valentía, donde te das la oportunidad de confrontarte a ti mismo y reestructurar esos pensamientos o conductas que ya no son funcionales.
“Es recomendable ir a terapia cuando hay una situación que supera las fuerzas que tienes en ese momento para solucionarla provocándote malestar y sufrimiento, impidiéndote vivir de la manera en que desearías. Todos están invitados a acudir a terapia si hay algo en lo que deseen trabajar, sobre uno mismo o sobre cómo nos relacionamos con los demás”, manifestó.
Y es que, a decir de la entrevistada, no existe propiamente un manual o protocolo para hacerse fuertes mentalmente ante una problemática como la se está observando hoy en día, la cual se originó en China a finales de 2019.
“No existe un libro mágico ni píldora milagrosa que te haga automáticamente fuerte, y más porque esta situación nos ha venido a impactar a todos con algo que no habíamos vivido antes, pero es momento de utilizar la contingencia para identificar nuestros recursos internos y conscientizarnos de nuestras emociones y sentimientos. Si consideras que se te ha hecho muy difícil y te está costando mucho trabajo vivirla puedes buscar la ayuda profesional de algún psicólogo que te acompañe en este proceso”, recomendó.
Hernández Rocha reconoció que es común encontrarse con personas que están experimentando un miedo desmedido, que se lo están transmitiendo a sus hijos y las preocupaciones son tales que en algunas partes del país ha habido suicidios a causa del pánico por el coronavirus.
“Hay que recordar que no estamos solos y que no eres el único al que esto le está exigiendo todo su potencial. Es muy importante que nos comuniquemos, que busquemos formas de mantenernos en contacto con los demás y no asumamos que las personas saben lo que necesitamos, mejor hay que pedirlo.
“No nos dejemos llevar por las redes sociales, rumores o por información falsa sino que primero debemos confirmar las fuentes de donde lo estamos leyendo. Otro punto importante es que estemos pendientes de nuestra salud emocional, si nos damos cuenta de que estamos irritables identifiquemos el por qué y no permitir que las emociones nos consuman. Los mecanismos de autocuidado son tus mayores aliados en esta contingencia, mantente activo”, aconsejó la psicóloga.
Aunque su trabajo está más relacionado con el comportamiento individual es indudable que las vicisitudes del coronavirus están teniendo injerencia a nivel grupal y en los campos sociales.
Más que un sociólogo, el psicólogo es quien puede estar en contacto directo con con las personas.
“Durante la contingencia nuestra labor es informar a la comunidad sobre los cambios emocionales que pudieran llegar a suscitarse. Al nosotros estar enterados adecuadamente sabemos qué esperar y cómo reaccionar, además de que disminuye la probabilidad de no sentirse que están solos en esto y buscar una solución”, ponderó.
Al final Hernández Rocha advirtió la importancia de aprender a manejar factores como el estrés, el miedo y la ansiedad, debido a que pueden llevar a alguien hasta la muerte.
“Anteriormente creíamos que el concepto de salud sólo abarcaba la física, pero con el tiempo nos hemos dado cuenta de la gran relación que hay de mente y cuerpo. En múltiples ocasiones lo que la mente no expresa de manera correcta se ve reflejada en la salud física, provocando enfermedades reales.
“Con esta contingencia debemos ser conscientes que estamos sintiendo y viviendo algo que nos está generando mucha angustia, ansiedad y estrés, los cuales de no ser canalizados pueden dejar secuelas a largo plazo. Es por eso que los invitamos a recibir atención psicológica, además que es uno de los procesos más satisfactorios y beneficiosos que el ser humano puede tener”, remarcó.
Así pues, la mejor forma de enfrentar la transformación que está sufriendo la sociedad a causa de un virus que ha cobrado la vida de al menos 295 mil personas en el mundo –en los últimos cinco meses–, es pedir ayuda profesional para sobreponerse a las preocupaciones, superar los traumas, disminuir el estrés y obtener ideas para organizarse de mejor manera.