
Aunque existen diferentes formas de medir el dolor, una de las más utilizadas por los médicos es una escala numérica donde el cero representa: “sin molestias” y el diez: “dolor incapacitante”. En Reynosa, existe una clínica dedicada exclusivamente a atender a las personas que reportan sufrir con una dolencia que encuentra entre un ocho y un diez en esta tabla.
Su nombre no puede ser más obvio: la Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos.
Este centro médico, operado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es el único que existe en el Estado de Tamaulipas, por lo que debe de brindar servicio a los derechohabientes de toda la entidad.
Sergio Méndez Acuña, quien está al frente de la clínica desde hace cinco años, indicó que el objetivo de este centro es brindar medicamentos paliativos a personas con dolores agudos y que son rebeldes a los tratamientos convencionales.
Explicó que la mayoría de los que acuden a este lugar son pacientes de Oncología (tratamiento del cáncer), Trauma y dolor agudo de la columna vertebral o la rodilla, quienes sufren de una dolencia permanente y resistente a los medicamentos convencionales.
Méndez Acuña, quien es anestesiólogo con sub especialidad en Algeología (rama de la medicina que estudia el dolor), expresó que esta clínica atiende a un promedio de nueve personas diarias quienes, sin excepción, tuvieron que ser remitidas por su médico quien, tras analizar su caso, determinó que los tratamientos normales no son suficientes para detener el sufrimiento.
Aclaró que el objetivo de este centro de atención no es curar a los pacientes, sino ofrecerles el tratamiento paliativo que les permita tener una calidad de vida aceptable.
Para ello ofrecen diferentes tipos de atención, como lo es la dotación y combinación de analgésicos, coadyuvantes, opioides débiles y fuertes y el intervencionismo por medio de bombas y catéteres.
Además, se busca aplicar tratamientos de Ozonoterapia (que, como su nombre lo indica, utiliza el gas ozono para la regeneración de las células) y Proloterapia (que por medio de la inyección de células nuevas permite la regeneración de tendones o ligamentos).
El encargado de esta clínica, quien realizó sus estudios de especialidad en el Centro Médico Siglo XXI, indicó que atienden a personas con niveles tan altos de dolor, que ni siquiera tienen fuerzas para gritar o quejarse.
Tras una evaluación, se decide qué tipo de tratamiento es el que se le va a proporcionar, mismo que se divide en cuatro niveles.
El primero contempla la aplicación de analgésicos, si esto no es suficiente entonces que aplican analgésicos y un coadyuvante (que es el nivel dos), si es necesario entonces se pasa al nivel tres que contempla el suministro de opioides que van de leves hasta fuertes. En todos estos casos es el medicamento es inyectado directamente en el área afectada y para ello existen diferentes tipos de agujas y que van desde las que miden apenas un par de centímetros hasta las que alcanzan más de 20.
Cuando todo lo anterior falla, entonces se interviene intravenosamente, lo que quiere decir que se realiza una pequeña operación quirúrgica en la que se coloca un catéter o una bomba con el medicamento necesario directamente en el cuerpo del paciente.
Entre los medicamentos que se aplican en esta clínica se encuentran algunos derivados de la morfina como la buprenorfina, el dextropropoxifeno y los tricíclicos, mismos que funcionan como neuromoduladores.
Desafortunadamente, dijo el médico, la morfina no se aplica en las clínicas del IMSS debido a problemas presupuestales.
“Tenemos más de cinco años de estarla solicitando pero no nos la han proporcionado”, lamentó.
Aún así los tratamientos que aquí se aplican son tan fuertes –y por ende tan efectivos–, que las personas que llegan en una crisis pueden salir de la clínica por su propio pie y con una gran mejoría.
“Han llegado pacientes en crisis de dolor y después de los tratamientos salen con sus molestias controladas. Estamos hablando de personas que están en una crisis incapacitante y nosotros con el trabajo que realizamos tenemos buenos resultados el 90 por ciento de las ocasiones”, dijo.
Méndez Acuña apuntó que todo el tratamiento que se ofrece en esta clínica es ambulatorio, por lo que el paciente puede continuar con su vida normal, si su enfermedad se lo permite.
“Lo que les proporcionamos a nuestros pacientes –y creo que es lo más importante–, es calidad de vida”, sentenció.
El período de estancia de una persona dentro de la clínica va de los 45 minutos a una hora, que es el tiempo que transcurre ente el momento en el que se le aplica el medicamento y comienza a sentir mejoría.
Sin embargo, también hay otros factores que impiden que las personas puedan quedarse más tiempo.
“No hay mucho espacio, apenas tenemos disponibles entre cuatro y seis camas para todas las personas que acuden con nosotros y como son pacientes de todos los puntos del Estado, pues somos la única clínica de este tipo en la entidad, entonces tenemos una muy pesada carga de trabajo”, apuntó.
Durante los cinco años en los que ha estado al frente de este centro médico, Méndez Acuña ha visto todo tipo de reacciones de personas que sufren de dolores insoportables.
Por ello siente que la labor que realiza es importante, pues le permite a los pacientes de una enfermedad poder seguir con su tratamiento de manera cómoda y sin sufrimiento.
Y es que en ocasiones las personas que requieren de atención en esta clínica sufren de tal forma, que se han dado casos de quienes han preferido suicidarse a continuar aguantando.
Por eso además de recibir tratamiento en la Clínica del Dolor, los pacientes son apoyados por psicólogos y psiquiatras que los ayudar a superar la depresión en la que llegan a caer por su enfermedad.
“Muchas personas caen en depresión debido al cambio que sufren en su vida por su enfermedad, entonces es cuando requieren el apoyo psicológico”, apuntó Méndez Acuña.
Y aunque podría pensarse que la mayor parte de las personas que se atienden en este lugar son adultos o adultos mayores, el rango de edad de quienes aquí llegan es mucho más amplio.
“Hemos visto personas de hasta 18 años que llegan con nosotros necesitados de atención”, dijo.
Como en este lugar se aplican medicamentos controlados, se han dado casos de “simuladores”, personas que buscan drogarse con estas medicinas aunque no las necesitan.
“Con el tiempo hemos aprendido a detectar esos casos, generalmente ‘los simuladores’ se espantan cuando ven las agujas que utilizamos, pero también por eso trabajamos en conjunto con los médicos, ellos son los que nos tienen que enviar a las personas a las que vamos a tratar”.
“Básicamente con los departamentos que más trabajamos es con Oncología, Cirugía y Trauma, quienes son los que nos envían los pacientes que requieren de nuestro apoyo y quienes se encuentran en tratamientos que son tan fuertes que requieren de los paliativos que aquí aplicamos”, sentenció.
Otro de los sectores beneficiados con la labor de esta clínica es el productivo, aseguró Sánchez Acuña.
“Cuando uno revisa las estadísticas, se sorprende por la cantidad de personas que necesitan incapacitarse por dolor crónico en la espalda baja. Estas incapacidades se dan muy frecuentemente en la región y significan una gran cantidad de recursos y días laborables perdidos”, aseguró.
NUEVAS OPCIONES
Buscando mejor la atención hacia sus pacientes, el encargado de la Clínica del Dolor ha buscando ofrecer nuevos tratamientos encaminados a aliviar las dolencias de quienes aquí llegan. Es por ello que se está ofreciendo las opciones de la Ozonoterapia y la Proloterapia.
Méndez Acuña expresó que en el caso de la Ozonoterapia, se ha descubierto que el uso de este gas es efectivo para la regeneración de células, lo que permite reducir los niveles de incomodidad en las personas.
Explicó que el uso del ozono en el organismo humano para la desinfección de heridas comenzó a aplicarse en Alemania durante la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, investigaciones realizadas en los últimos 20 años han encontrado que este gas también permite la liberación de una mayor cantidad de oxígeno a los tejidos, lo que les permite “respirar” más rápido y captar una mayor cantidad de glucosa y un aumento en el flujo sanguíneo.
Además, este gas provoca una disminución del colesterol y los triglicéridos, es capaz de promover la regeneración de diferentes tipos de tejido, por lo cual resulta de gran utilidad en la cicatrización de lesiones de difícil curación.
En esta clínica la Ozonoterapia se utiliza pues se ha encontrado que es una herramienta útil para aliviar el dolor, pues aplicado localmente, el ozono neutraliza los mediadores neuroquímicos de la sensación dolorosa además de que elimina bacterias, hongos y virus.
En el caso de la Proloterapia, Méndez Acuña explicó que se trata de un método médico poco conocido pero altamente efectivo en el tratamiento de la debilidad crónica de los ligamentos y tendones.
Con la Proloterapia, las áreas débiles son inyectadas con una solución proliferante que estimula directamente el crecimiento, robustez y fuerza del tejido. El proceso de curación puede esperarse alrededor de las seis semanas después de iniciado el tratamiento.
“Esta terapia ha sido usada exitosamente por más de 50 años por médicos alópatas y osteópatas. Actualmente, en los Estados Unidos de Norteamérica hay un número reducido de doctores en medicina y osteópatas usando este tratamiento terapéutico, número que paulatinamente se ha ido incrementando en los últimos años en todas las partes del mundo”, dijo.
Agregó que la Proloterapia permite rehabilitar un tendón o un ligamento por medio de la inyección de células nuevas, lo que también permite reducir los niveles de dolor del paciente.
Se espera que en unas semanas se autorice la instalación del equipo necesario para la aplicación de estas dos terapias que, en algunos casos, han ayudado incluso para curar algunas enfermedades.
Méndez Acuña indicó que en lo personal ha tomado cursos sobre estas especialidades, por lo que ha descubierto los beneficios que pueden ofrecer a las personas que atienden.
Además, en la región solamente existe un médico que ofrece estas terapias y se encuentra en la ciudad de Matamoros, por lo que sería de gran beneficio para la región que se autorizara este equipo para la Clínica del Dolor.