El progreso del Valle de Texas no se detiene y McAllen, su corazón financiero, sigue demostrando que tiene fuerza para atraer inversiones inteligentes y aplicar los avances tecnológicos sin importar el tamaño o su grado de complejidad.
Y es que esta ciudad será pionera en la Unión Americana en el uso de la energía verde para el traslado urbano de personas, bajo un esquema respaldado por la Oficina de Vehículos Ecológicos (OLEV), perteneciente al Departamento Nacional de Transporte.
Esto quiere decir que a partir de 2013 quienes circulan por la Ruta 4 del Metro Express Transit (que cubre la zona de los hospitales y las tiendas de la calle 10) podrán abordar camiones anticontaminantes, silenciosos y ahorradores en tiempo, dinero y mantenimiento.
Hasta hace un par de años la utilización de estas unidades no era factible para fines comunitarios, debido a la necesidad de hacer prolongadas recargas eléctricas cada determinado momento, pero gracias a un nuevo invento del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea del Sur (el Kaist), ya es posible realizar trayectos de forma ininterrumpida mediante la transmisión de energía inalámbrica que proporciona un campo magnético instalado debajo del pavimento, sin que esto represente un peligro para la población.
“Acabamos de recibir casi dos millones de dólares (alrededor de 27 millones de pesos mexicanos) por parte del gobierno federal para poder lanzar este proyecto nuevo de autobuses eléctricos. Entonces, vamos a convertir tres unidades que actualmente trabajan a base de diesel para que funcionen con electricidad.
“Es algo bien novedoso que viene de Corea del Sur y las estaciones de carga son como unos cuadritos que se construyen bajo el suelo y poseen un sistema magnético que permite a la unidad recorrer su ruta sin ninguna dificultad. Cuando ésta llega a su parada, mientras la gente desciende o sube, el camión está recibiendo alimentación de energía. Es muy interesante y estamos muy emocionados”, refiere Elizabeth Suárez, directora de Transporte Público de McAllen.
Explica esta funcionaria que “el plazo para aterrizar el bosquejo es de un año, todo depende de qué tan rápido firme el contrato el gobierno federal”. Los trámites se tardan entre 30 y 60 días, agrega.
“Esta es una innovación tremenda, es algo que esperamos va a impactar favorablemente a nuestra economía, porque es la primera vez que la industria utilizará camiones eléctricos en Estados Unidos. En todo el país seremos los primeros”, menciona orgullosa esta ciudadana de origen mexicano.
EL INICIO DEL PROYECTO
Por décadas se ha especulado sobre el verdadero potencial de la energía corriente para sustituir como fuente de movilización vehicular al petróleo, un combustible fósil que ha infligido irreversibles daños a la naturaleza. Revistas especializadas como “Popular Mechanics” han dedicado páginas enteras a este tema.
En sus justas dimensiones y ante metrópolis como Nueva York, Los Angeles, Chicago, Philadelphia, Boston, Dallas y Atlanta, por citar algunas, pocos habrían imaginado que una comunidad al sur de Texas se convertiría en el umbral de una tecnología que podría propagarse rápidamente por toda la nación.
Elizabeth Suárez comenta que gracias a un viaje de trabajo al continente asiático que hizo Kaith Patridge, director de Desarrollo Económico de McAllen, pudo comprobar la eficiencia del transporte electromagnético, mismo que apenas fue puesto en operaciones el 9 de marzo de 2010 por científicos coreanos en ese país y que es impresionantemente amigable con el medio ambiente.
“El se subió a un autobús y descubrió que era muy distinto a los que tenemos nosotros, con un letrero que enseña la manera en que va cargando la batería y cuanta energía va ahorrando.
“Se dio cuenta que la unidad era muy calladita (como los carritos de golf), todo lo contrario a lo ruidoso que es el sistema diesel. Le impresionó mucho, empezó a preguntar. Le explicaron que la universidad (el Kaist) tenía dos años operando este tipo de vehículos y que querían traerlos para Estados Unidos. Fue así como nació todo.
“Cuando Patridge volvió tuvimos una junta, lo platicamos más y nosotros fuimos la agencia pública que dijimos, vamos a patrocinar este proyecto y ver si el gobierno federal nos respalda con un dinero mediante un programa de bonos denominado ‘Ticket Grand’. Fueron matriculadas cientos de aplicaciones, 46 fueron aceptadas y de éstas sólo cuatro localidades en el Estado de Texas recibieron dinero, entre las cuales se encuentra McAllen”, relata.
Tras su aprobación, al municipio le tocó participar con el 10 por ciento de la inversión adjudicada por el gobierno norteamericano para sumar un monto total de 2 millones 118 mil 787 dólares (más de 28 millones de pesos).
En ese sentido, Suárez detalla que una empresa de Massachusetts, será la encargada de echar a andar los camiones eléctricos a corto plazo en esta zona.
Arguye que las exigencias mundiales en términos ambientalistas obligan a pensar en buscar fuentes de energía alternativas que sean menos dañinas para los seres humanos.
“En lo que a nosotros respecta reduciremos el consumo porque en realidad no vamos a gastar diesel para nada y eliminaremos un 60 por ciento el humo de nuestros autobuses.
“Desde el punto de vista económico también es muy bueno este proyecto, porque nos va a ahorrar el 80 por ciento de nuestro gasto en cuestión operativa”, define.
Para darse una idea de lo que esto significa, actualmente el consumo de combustible de la Ruta 4 para un sólo camión es de 40 mil dólares anuales (algo así como 550 mil pesos), pero con el nuevo sistema el gasto será solamente de 10 mil dólares en electricidad (unos 135 mil pesos) en el mismo plazo de 12 meses. El resto es ahorro.
EL PARTEAGUAS
Aunque aún no han comenzado los trabajos de ingeniería de campo, lo cierto es que quienes están impulsando los autobuses eléctricos no dudan que McAllen será el modelo a seguir de otros centros urbanos de Norteamérica y naciones del hemisferio.
“Es muy importante, porque al funcionar aquí no sólo se instaurarían en nuevas rutas, sino que este proyecto sería adoptado en otras ciudades de Estados Unidos y diferentes partes del mundo”, expresa.
Sin embargo, no todo ha sido miel sobre hojuelas para el ayuntamiento local, para OLEV, para el Colegio del Sur de Texas y para la Corporación de Desarrollo Económico, que también están patrocinando la utilización de vehículos ecológicos.
Según describe Elizabeth Suárez, ha sido un esfuerzo de largos años para cambiar la idea que se tiene sobre el transporte público, catalogado como un servicio para las clases bajas.
“Nosotros como transportistas consideramos que este medio tiene un impacto en la economía muy grande y es bien difícil probar esa idea, porque mucha gente no quiere invertir. Aquí en Estados Unidos desafortunadamente hay una mentalidad de que el autobús es para la gente pobre y cuando tú estás hablando con personas del gobierno usualmente como que no les gusta mucho la idea de continuamente tener que invertir en el transporte público; prefieren construir carreteras, autopistas, a comprar un autobús, a manejar el sistema urbano y a expandirlo.
“Nosotros siempre les decimos, si tú a nosotros nos das un dólar con ese dólar yo puedo bajar mucho más dinero federal; si ustedes están dispuestos a invertirlo en el transporte vamos a llegar a un punto en que ya no vamos a poder continuar haciendo carreteras para cumplir con los requisitos de la población, pues estamos creciendo muy rápidamente.
“Este proyecto demuestra mucho una capacidad más profunda de invertir poco dinero local, mucho federal y ofrecer un servicio que llegue a un nivel bueno, para tener a una población diversa utilizando ese sistema”, sostiene.
Es por ello que Suárez agradece el liderazgo de las autoridades que gobiernan McAllen y reconoce que hay un mismo sentir en este territorio, con una idea visionaria que permite generar beneficios colaterales.
“Imagínense: siendo el primer municipio en Estados Unidos que va a manejar este proyecto, nosotros esperamos que van a llegar muchos transportistas del país a ver este piloto, a estudiarlo, a investigarlo, no nada más porque es el primero, sino porque somos una de pocas agencias que recibieron el dinero.
“Estas personas arribarán aquí en un avión a la ciudad de McAllen, se van a hospedar en un hotel en la ciudad de McAllen, van a comer en los restaurantes de la ciudad de McAllen y va a haber un impacto económico para la localidad muy rápido que un año comenzaremos a notar”, destaca.
Asegura que existe la enorme posibilidad de manufacturar en la región los autobuses eléctricos, así como su infraestructura. Las plantas de la frontera mexicana no están descartadas en la participación.
“Yo digo que en Reynosa, ¿por qué no?, pero con oficinas aquí en McAllen. Desde luego que habrá un impacto a largo plazo, al construir todo aquí, el camión, etcétera”, sugiere.
ENERGIA BAJO EL SUELO
Gracias a los avances de la industria eléctrica ahora es posible transportar electricidad de manera subterránea, lo cual permite proteger la red de suministro ante fenómenos meteorológicos destructivos.
En el caso de los camiones ecológicos, la instalación de su fuente de poder bajo las calles de la ciudad no representa mayor problema.
“Esta va a ser por abajo del asfalto y no se requiere romper mucho para colocarla. Es algo bien fácil. Nos platican que son barras rectangulares y yo lo que tengo entendido es que estarán a no más de 30 centímetros de profundidad”, subraya.
Suárez cita que en 1997, cuando dio comienzo el sistema de transporte urbano en McAllen, muchos dudaron de la capacidad de éste. Inclusive, para el año 2000 se encontraba estancado, con cifras de 10 mil personas en promedio viajando al mes.
Pero en 2011 ha alcanzado números históricos de 485 mil pasajeros, mientras que en los últimos cinco años el incremento ha sido del 28 por ciento. Antes de concluir el mes de diciembre se espera terminar en 500 mil y para 2016 se pretende llegar al millón de usuarios, algo que en un principio era impensable.
“Cuando yo llegué al Metro de McAllen ya había tenido la experiencia de haber vivido en San Antonio y normalmente me desplazaba en transporte público, por lo que aquí encontré una necesidad muy grande que tenía que ser suplida, pero no había mucho dinero para invertir en esto.
“Ahora nos sentimos muy orgullosos, tuvimos una rueda de prensa, vino el congresista Henry Cuellar, el alcalde, Richard Cortez, estuvieron todos los medios de comunicación y digo yo, hace 10 años no podíamos hacer esto, nadie nos tomaba en cuenta.
“Cómo convencer a las autoridades era el chiste. Ha sido mucho trabajo y mucho esfuerzo, no nada más mío, sino de todo el equipo y el orgullo más grande es que tenemos un personal bien joven. Todo este grupo viene con unas ideas muy buenas y creo que la juventud tiene cosas muy positivas que traer a la mesa”, matiza.
De esta manera McAllen entra con el pie derecho al mundo tecnológico de las energías verdes y el nuevo atractivo de esta ciudad (que tiene mucho que ofrecer) serán sus camiones eléctricos y silenciosos de la Ruta 4.
Un servicio limpio
Algunas de las ventajas del transporte público eléctrico
:: Los vehículos pueden circular permanentemente sin necesidad de enchufarse a una fuente de poder.
:: Con circular 200 metros por las líneas eléctricas se adquiere una autonomía de 800 metros fuera de ellas.
:: Este tipo de tecnología ya se utiliza en los parques de atracciones con los típicos trenes turísticos.
:: Los centros de recarga también pueden ser instalados en paradas y en semáforos, mientras esperan luz en verde.
:: El costo de instalación no es elevado ni requiere grandes obras.