
Además de ser considerado uno de los paraísos del “shopping” (compras) en la frontera, el valle del sur de Texas es el escaparate de la clase pudiente de Nuevo León y Tamaulipas y uno de los lugares más recomendados de la región para vivir y hacer negocios; sin embargo, su tranquilidad e imagen podrían verse amenazadas luego de una serie de atracos residenciales que han originado angustia en la comunidad.
Se trata de allanamientos de morada con armas de fuego, en los cuales los delincuentes someten a las víctimas dentro de los hogares y las despojan de sus pertenencias.
Esta modalidad de robo comienza a ocupar las páginas de los periódicos y medios de comunicación del sur de Texas.
Hasta hace poco, los asaltos domiciliarios se presentaban con mucho menor frecuencia en la zona metropolitana del sur de Texas, un territorio apto para los inversionistas, el turismo comercial y la adquisición de bienes raíces. De hecho, empresarios mexicanos han elegido esta zona como su lugar de residencia y el de sus familias.
Tan es así, que la Corporación para el Desarrollo Económico está impulsando el programa de inmigración EB-5, que mediante la inversión de un millón de dólares le permite a los capitalistas extranjeros obtener un permiso de residencia permanente en Estados Unidos (Hora Cero 327).
No obstante, la reciente serie de robos en propiedad ajena empieza a alarmar a la comunidad, principalmente por la violencia con la que los agresores están perpetrando sus despojos en suelo americano, llegando a asesinar a sus víctimas.
Ni siquiera en la vecina ciudad de Reynosa, afectada por diversos hechos de inseguridad, se observan invasiones armadas a los hogares, de acuerdo con periodistas de esa localidad.
Para René Guerra, fiscal del Condado de Hidalgo y una autoridad muy prestigiada de Texas en términos legales, el delito de robo en propiedad a mano armada ha repuntado en los últimos años dentro de su circunscripción.
Un indicativo, dijo, es el número de expedientes y de casos que cada vez más se integran a su despacho, en el cual tiene bajo su cargo a 49 abogados especialistas para desahogarlos.
“Han aumentado los asaltos de gente en los hogares, lo vemos en los citatorios y en la mayor parte de estos asaltos –que son invasiones de la vida privada– normalmente muchos están asociados a bandas del crimen.
“Son el perfil de personas que andan asaltando casas, tanto para hurtar pertenencias, como para robar drogas o el dinero que tengan de las ventas de las drogas”, mencionó.
A pesar de lo peligroso que resulta hacerle frente a los maleantes, añadió que hay quienes deciden defenderse antes de dejar que desconocidos se metan sus casas.
“Lo preferible es que la gente no se ponga a confrontar a sujetos armados, porque muchas veces no están preparados para un ataque de esa naturaleza y se ponen en peligro ellos mismos y a los demás de la familia; no obstante, cuando están capacitados para pelear, la ley permite la defensa propia para detener esa clase de asaltos”, manifestó Guerra.
Este funcionario, quien fue reelegido para representar un periodo más a la entidad, recordó que en un principio, cuando comenzó a ejercer la abogacía, este tipo de agresiones era muy aislada en el Condado de Hidalgo.
“Sin embargo, cuando yo vi la primera de estas causas sabía que venían muchas más, porque la delincuencia estaba aumentando y sabía que si éramos lentos para atacar este delito íbamos a pagar con mucha gente tratando de hacer la misma cosa.
“Y ahora, en ciertas ocasiones, hemos visto que ha muerto gente por un asalto agravado, desgraciadamente son cosas que están sucediendo”, mencionó.
Documentos oficiales evidencian que en el municipio de Mission –conocido por tener lujosos sectores residenciales como el de Sharyland Plantation y Cimarron– se registraron el año pasado 482 casos de allanamiento de morada y se presentaron 46 denuncias por robo agravado, una tasa nada alentadora.
Por su parte, estadísticas dadas a conocer por el FBI (Buró Federal de Investigaciones), recolectadas para el último censo de vivienda, establecen que en 2009 hubo dos mil 312 asaltos a casas habitación en cinco localidades: en Hidalgo, 32; en McAllen, 796; en Alamo, 264; en Pharr, 842 y en San Juan, 378.
Mientras tanto, en lo general, el Condado de Hidalgo rebasa la media nacional que establece que por cada 100 incursiones ilegales a domicilios, que se registran en promedio en Estados Unidos, en su zona distrital se presentan 137.
SEGURIDAD VULNERADA
El sur de Texas es una de las regiones que cuentan con mayor custodia en el estado, pues aparte de las policías locales y del Departamento de Seguridad Pública (DPS, por sus siglas en inglés), existen más agencias guardianes como los Marshalls y la propia Patrulla Fronteriza, entre otras, que pueden intervenir si una situación de emergencia así lo requiere.
Sin embargo –pese a la presencia de muchos agentes–, los robos a mano armada no ceden en este territorio, es por eso que los establecimientos que venden mecanismos de seguridad para casas habitación son cada vez más solicitados.
Tamatha Main, jefa de mercadotecnia de la empresa de seguridad Argus (filial de ASG Company), la cual tiene tres décadas operando en el Valle del Río Grande, admitió que ha habido un incremento en la compra de accesorios de vigilancia para hogares y negocios, desde sistemas muy sencillos hasta los más sofisticados.
Relata: “Puede ser muy simple, pero algo con lo que las personas se sientan protegidas. Lo que se está solicitando mucho hoy en día es un combo que incluye un tablero de contraseñas, contactos para las puertas y ventanas, así como también detectores de movimiento”.
La especialista dijo que éstos últimos normalmente se colocan en la recámara principal y en la sala. Cuando dichos aparatos registran una vibración envían señales a una central de la compañía.
“Si recibimos uno de esos avisos el procedimiento es llamar por teléfono a la casa para verificar que no sea una falsa alarma y se le solicita al cliente su código de seguridad, para cerciorarse de que todo marcha en orden y de ahí se decide en la estación que hacer, dependiendo la situación. Si no contestan o si no nos dan una respuesta certera le solicitamos a la policía que haga una inspección”, dijo.
Por su parte, Ida Cabrera, quien es agente de ventas de Argus, explicó que uno de los instrumentos de seguridad tradicionales son las cámaras de video, porque resultan muy efectivas. Añadió que hay clientes que las piden dentro de sus propiedades o fuera de éstas para mirar quien se acerca.
“Algunos las necesitan para ver a los bebés, cuando se encuentran las nanas en la casa o para cuidar sus negocios, arriba de las cajas registradoras. Incluso, en los estacionamientos, pues se ha dado el caso de gente que dice que se cae (para poner una demanda y obtener algún provecho económico), cuando en realidad no es así.
“Nosotros como representantes de ventas le hacemos a los clientes un sistema de vigilancia a su medida, no sólo le damos el equipo porque sí. Les preguntamos cuáles son sus miedos y qué áreas quieren proteger más”, ilustró.
OJOS A DISTANCIA
Pero ante la ola de asaltos y robos domiciliarios, una de las novedades que los residentes del Valle de Texas están comenzando a utilizar, obviamente para mantenerse más seguros, son los sistemas a control remoto, pues desde un teléfono celular o computadora pueden monitorear la presencia de personas extrañas; activar o desactivar alarmas y solicitar ayuda urgente.
“Esto permite que la gente pueda ver en su teléfono inteligente, como el iPhone o BlackBerry, lo que sucede en el entorno de su domicilio. También se puede controlar su sistema de seguridad a distancia. Es ideal para cuando vas de viaje, estás haciendo las compras o si dejaste a uno de tus hijos en la casa. También se recomienda para quienes poseen negocios:
“El dispositivo te manda un mensaje de texto si tienes visitas inoportunas en tu casa o si por ejemplo, uno de tus empleados no está abriendo la tienda a la hora adecuada; puedes estar viendo si se encuentra trabajando o si se quedó dormido.
“Si te saliste de la casa y olvidaste armarlo, lo puedes poner desde el lugar donde te encuentres. Se puede dejar una notificación para accionar y desactivar el sistema a ciertos horarios, como cuando tienes a tu niño que va a llegar de la escuela. Son cosas muy modernas que se pueden instalar”, subrayó Tamatha Main.
Su compañera Ida, agregó que por si esto fuera poco existen los llamados “rompevidrios”, los cuales son sensores que se activan cuando precisamente se quiebra algún cristal de la casa.
Ambas comentaron que el precio para garantizar la seguridad depende de los servicios que la gente quiera, porque hay desde sistemas contra incendios y antirrobos, hasta los de vigilancia continua.
“Lo que podemos decir es que pueden gastar alrededor de 500 dólares hasta dos mil o tres mil dólares, pero también hay dispositivos muy económicos que funcionan con las líneas telefónicas y que cuestan unos 200 dólares y una mensualidad de 15 dólares, incluida la cobertura policiaca. Son en términos generales algunos costos”, mencionó.
Debido a la creciente delincuencia las entrevistadas señalaron que hay vendedores dentro de la compañía a quienes les contratan hasta 10 servicios a la semana y que en días festivos estos tienden a incrementarse.
“La demanda aumenta en el verano, porque es cuando más gente se está cambiando de casa o se va de vacaciones”, afirmó.
Dijeron que para los asaltos existen los llamados “botones de pánico”, parecidos a los que se colocan en los bancos.
“Incluso los clientes pueden llevarlos consigo en un collar o accesorio de la ropa. En la casa los podemos tener en los controles remotos, como en los del carro, con la capacidad de armar, desarmar y ponerlos en estado de pánico.
“Además, los sistemas que vendemos nosotros vienen con un código que se puede marcar para que nuestra estación central sepa que es algo serio. Cuando pones ese número no hablamos a los domicilios ni tampoco suenan las sirenas, sino que inmediatamente mandamos a la policía, porque es un código para situaciones muy graves”, detalló Ida Cabrera.
Este último equipo de seguridad, dijeron, es de mucha utilidad para advertir los asaltos, los secuestros y los robos a casas habitación de una manera efectiva.
CADENA PERPETUA
Sin embargo, para frenar la escalada de delitos del orden estatal y federal en Texas, más que emplearse la benévola tecnología de punta, se aplica todo el peso de la ley.
Abogado por la Universidad de Texas en Austin y de la Universidad Panamericana en Edinburg, René Guerra explicó que su labor como fiscal del Condado de Hidalgo requiere mucha responsabilidad, pues su cargo es un pilar en la impartición de justicia.
“El trabajo mío es representar a Texas y mandar a esta gente a la prisión; si no, darles la pena de muerte, si es que la merecen.
“Yo con los abogados que tengo de mi despacho (49), presentamos las causas al gran jurado y luego las representamos en las 11 cortes que tenemos de distrito para pelear con equidad y firmeza.
“Siempre en favor de las víctimas, pero si en verdad son víctimas los represento, pues el deber mío es buscar la inocencia y si las personas son libres de culpa los tengo que excluir de la presentación a la corte”, especificó.
Guerra subrayó que el apoyo jurídico otorgado a la comunidad es completamente gratuito y añadió que desde que una persona es aprehendida, el proceso penal puede prolongarse varios meses antes de dictarse una sentencia definitiva.
“A veces la persona no alcanza fianza y se queda en la cárcel. A veces va a la corte en 90 días, aunque hay unos que se tardan más: seis meses y otros más, un año.
“Todo depende si hay exámenes físicos de ciencia forense, como muestreos de sangre, drogas y pistas que la policía somete al laboratorio del Estado, para ver si pueden conectar el incidente con el individuo que lo provocó.
“En estos momentos los laboratorios están hundidos de peticiones de policías para examinar cosas que ellos creen que son evidencias en los casos”, ilustró.
SE INTENSIFICAN ASALTOS
Con casi cuatro décadas de experiencia en los juzgados, René Guerra argumentó que hace unos cuatro o cinco años el número de trámites para litigios que entraban por la puerta de su oficina era sustancialmente menor a comparación de ahora.
Aunque definió que por el formato en el que corre el sistema de cómputo del condado es difícil de desglosar las clases de transgresiones cometidas, considera que las cifras escalaron al menos tres cuartas partes.
“Yo digo que estos antecedentes aumentaron como en 30 causas al año, a lo mejor un poquito más. Digamos que pasaron de 25 a 100 por año, aunque hay muchas pesquisas que no son solucionadas y muchas otras no son reportadas.
“El que anda mal y lo roban no va a informar a la policía. Los que andan mal se arreglan entre ellos mismos, pero cuando se presentan reportes de balazos, la mayoría de las veces son reportados, especialmente cuando hay heridos.
“De esta manera es difícil determinar que hace cinco años hubo sólo 25 casos en todo el condado, porque posiblemente existieron muchos más, pero quedaron en el anonimato”, abundó.
Guerra dijo que con normalidad los afectados son personas inocentes cuando se da aviso a la policía desde el lugar donde se cometió el delito.
“Los datos que te doy son aproximados, porque las computadoras de nosotros no están actualizadas en ese sentido. Sólo nos aparece el rubro de robo.
“Esos 25 eran por año y ahorita estamos hablando de más de 100 historias semejantes. Lógicamente, los casos con más sensacionalismo van a salir en la televisión más pronto”, arguyó.
Este especialista comentó que el móvil de los asaltos en la mayoría de las veces está motivado hacia objetos que se puedan vender con mayor rapidez.
“Un ejemplo es la droga, porque no la puedes detectar tan sencillamente; con algunas joyas es más fácil hallar a los dueños que con el dinero en efectivo.
“El oro se puede derretir y vender en otros condados; se puede desaparecer, aunque algunas joyas se pueden rastrear”, explicó.
El entrevistado afirmó que un caso raro en el que le tocó trabajar fue el de un ladrón que robaba excentridades, entre las cuales se encontraban animales exóticos.
Negó conocer el número aproximado de las bandas que operan en el Condado de Hidalgo, pues considera que: “cuando se quiere dos o tres pueden formar una grupo delictivo, aunque muchos erróneamente consideren que son pandillas”. Admitió que “los delincuentes más organizados son pocos”.
TACTICAS DELINCUENCIALES
Sobre la tendencia de utilizar disfraces policiacos para tenderle una trampa a las víctimas el fiscal Guerra aseguró que es precisamente éste un “modus operandi” de las bandas de asaltantes en el sector.
“Es que hay muchos lugares donde se pueden conseguir los uniformes de la policía y en veces se los van a robar también y los van a tratar de usar para ir a examinar casas cuando no tienen el derecho.
“Normalmente se debe tener una orden de cateo para ingresar a una propiedad; si no, se debe sonar la puerta y pedir permiso. Los que tumban las puertas de las casas deben tener una autorización legal, pero de lo contrario lo más probable es que sean delincuentes”, manifestó.
El armamento, añadió, también es relativamente sencillo de obtener, pues “si las personas no tienen delitos en Estados Unidos y si son mayores de 21 años pueden adquirirlo sin mayor problema. De cualquier tipo, siempre y cuando no tengan un récord negativo y sean ciudadanos americanos”.
Aseguró que él no podría pedirle nada al gobernador de Texas, pues él ya ha hecho su parte, en relación a la llegada de más efectivos ante el crecimiento de delitos estatales y federales.
Define: “El no me puede ayudar para combatir el crimen. Creo que ya tenemos suficientes fuerzas armadas para ir contra los delincuentes, todo lo demás es política”.
Lo que sí admite Guerra es que debido a la hilera de robos domiciliarios la gente está tomando sus precauciones, como instalar más cámaras de vigilancia y otros dispositivos de seguridad.
“Muchos están viviendo en prisiones, porque les ponen barras a las puertas y a las ventanas. Eso empezó a pasar aquí en el condado hace tiempo. Normalmente la gente tiene cámaras ante incidentes de esa clase para tratar de parar a la persona que va a hacer eso y que lo piense dos veces antes de cometer el delito. Es más fácil para pescar a los rateros con las grabaciones”, indicó.
Afirmó, al igual que los representantes de Argus, que la contratación de sistemas de alarmas para casas también ha aumentado significativamente, pero eso no exime a la población de ser sorprendida por los maleantes.
El tiempo de respuesta ante una señal de alarma domiciliaria, consideró, puede variar de acuerdo con la ubicación de la vivienda asaltada. La policía de la ciudad se tarda no más de cinco minutos en aparecer, mientras que el Departamento del Sheriff mucho más.
> En su experiencia profesional ¿cómo ve el panorama?, ¿esta situación se va a poder controlar? o ¿cree que los robos domiciliarios a mano armada se van a incrementar?
“Yo no creo que se vaya a poner peor, porque tarde o temprano le vamos a ganar al delincuente armado más peligroso, lo vamos a parar. De que haya otros que le van a seguir, sí, así es, porque es imposible parar a todos, pero tarde o temprano y con el apoyo de la población se va a mermar el delito.
“Algo que hay que destacar es el uso prohibido de drogas, porque su consumo es el que está manejando este barco…, pero si no fuera por los testigos y por la gente que quiere proteger sus comunidades, el trabajo de nosotros fuera mucho más difícil”, analizó.
INDOCUMENTADOS VINCULADOS
El fiscal René Guerra reveló que le preocupa el rango de personas sin documentos legales que están participando en los asaltos a las casas de los residentes en el Valle de Texas, pues asegura que de los casos que llegan a la Corte del Condado la mayoría son latinos y alrededor de la mitad “mojados”.
Cuenta: “Yo digo ahorita que casi la mayor parte de los delitos de esa altura son cometidos por hispanos y de los que me toca atender hay muchos que vienen sin documentación. Es mucho más grande la cantidad de lo que teníamos antes, yo digo que aproximadamente el 50 por ciento, porque yo he visto a muchos que son mexicanos. Eso se determina cuando son identificados con la policía al momento de ser arrestados.
“No puedo decir que son un 70 por ciento, yo no le quiero echar todo a los indocumentados, porque no son criminales, son gente que viene a trabajar y la mayoría son buenas personas, desgraciadamente no tienen permiso, pero de los delincuentes y los más peligrosos hay muchos que son personas sin documentación”.
Agregó que la pena por ingresar armado a una casa a robar es de cadena perpetua o mínimo de 35 a 99 años de prisión.
> ¿Es gente que no piensa lo que está haciendo, que está arruinando sus vidas?
“Muchos no van a reaccionar bien porque andan drogados y son adictos, porque de lo contrario, no se metieran a ese trabajo y es lo que la gente no quiere comprender. Muchos dicen que el uso de la marihuana no deja víctimas, pero lo que no saben es que de la marihuana suben al consumo de otras sustancias tóxicas cada vez más agresivas.
“El comentario es para los padres de familia, para que cuiden más bien a sus hijos y vigilen con quienes se juntan. Hay que exigirles que se junten con buenos niños y niñas, porque hay muchos que frente a sus ojos les están sacando a sus hijos de las casas y los están haciendo bandidos”, advirtió.
Cabe señalar que desde que una persona es detenida por invasión violenta de propiedad se remite a la cárcel del Condado, donde se escucha su caso. Ese proceso se tarda de 30 a 60 días y luego se refiere al indicado a las cortes del distrito para que se juzgue. Esto último puede demorarse 90 días o alargarse más de año y medio.
“Unos de los casos que recuerdo en este año es el de una balacera donde mataron a una persona en su domicilio y otro donde asaltaron a una señora y la atacaron sexualmente. Lamentablemente la violencia ha estado aumentando”, finalizó Guerra.
Algunos ejemplos
Recientemente se dio a conocer el caso de un hombre residente de Mission, quien fue brutalmente golpeado cuando, a la fuerza, cinco sujetos ingresaron a su vivienda en busca de dinero, en el número 2901 de la calle Tulipan (a una milla aproximadamente de la autopista 83 y de la avenida Conway).
De acuerdo con los reportes de prensa, el ofendido y su familia se preparaban para dormir al momento que recibieron la inesperada visita de los ladrones. Según Noticias 48 uno de los agresores portaba un arma larga con la que intimidaron a los ocupantes de la casa, antes de llevarse solamente una bolsa con monedas.
Tras ese acontecimiento, Leo Longoria, entonces jefe de la Policía de Mission, declaró a medios locales la importancia de solicitar al gobernador, Rick Perry más fondos en la frontera, para que las agencias de seguridad pudieran reclutar mayor número de personal.
Recomendó que cada vecindario debería tener un programa de vigilancia, para no darles oportunidad a los criminales de cometer esa clase de ilícitos.
Poco tiempo después las autoridades de esa ciudad efectuaron un operativo donde detuvieron al presunto líder de una banda de delincuentes, a quienes responsabilizan de haber entrado a varios hogares de la zona con lujo de violencia.
Uno de estos ataques se dio el pasado 22 de julio, cuando los integrantes del grupo allanaron abruptamente una vivienda de Mission, disfrazados de agentes de la DEA (Drug Enforcement Administration), la agencia antidrogas norteamericana.
Estas personas intentaban secuestrar al dueño de la propiedad, pero fueron sorprendidos por la policía, a la que recibieron a tiros, según detalla un diario de Texas.
Otra historia no menos sorprendente le corresponde a un niño de 11 años de Edinburg, quien enfrentó a tres asaltantes, hiriendo a uno de ellos de gravedad con la escopeta de su padre, cuando éstos irrumpieron en su domicilio de forma violenta.
José Luis Ortega es el nombre del detenido, quien también disparó en contra del menor, al que lesionó en la cadera.
El atraco fue frustrado y la madre del pequeño solicitó ayuda de emergencia. Los servicios de rescate atendieron al niño y a Ortega, quien tenía una trayectoria de bala en el cuello.
Tras su convalecencia un juez del Condado lo requirió para fincarle cargos, uno por robo agravado y otro más por intento de homicidio.
El sujeto estuvo internado grave una semana en un hospital de San Antonio, por el arma que accionó el menor en defensa propia.
Reveló, en la declaración preparatoria, que su manera de operar era reclutar compañeros sin conocerlos para posteriormente desligarse de complicidades al ser atrapado algún miembro de la banda, según informó el Sheriff (alguacil) del condado, Guadalupe Treviño, quien estuvo a cargo de la investigación.