
El sueño mundialista de la futbolista reynosense, Dinora Lizeth Garza Rodríguez se ha cumplido: está considerada dentro del grupo de jugadoras que participarán en el próximo Campeonato Mundial de la Especialidad a celebrarse en Alemania.
La jugadora, de 23 años, forma parte de la media cancha nacional que representará a México en el más importante torneo internacional de futbol de mujeres.
El campeonato dará inicio el próximo 26 de junio de 2011 cuando el Grupo A entre en actividad. La Selección Mexicana iniciará el campeonato el 27 de junio cuando se enfrente a Inglaterra, posteriormente el 1 de julio se medirá ante Japón y cerrará la fase de grupos el martes 5 de julio ante su similar de Nueva Zelanda.
El técnico nacional, Leonardo Cuéllar, fue el encargado de dar a conocer la lista de las jugadoras que participarán en el Mundial que arranca el 26 próximo de julio.
El estratega reconoció que decidirse por las chicas que asistirán al torneo no fue sencillo pues todas cuentan con un gran nivel, además de que el grupo ha conseguido tal unión que fue difícil cortar a alguna.
“Ayer, fue un día de tensión con un fuerte impacto emocional para el grupo. Pero todas se comprometen a enfocarse a representar a nuestro país de la mejor manera”, dijo.
Sin embargo, aclaró que la decisión de quién va y quien no fue tomada en la cancha, buscando lo mejor para el grupo para cumplir con el compromiso de dejar el nombre de México muy en alto.
Agregó que a diferencia de otras ocasiones, México cuenta con un equipo competitivo que puede aspirar a la Copa del Mundo.
“El nivel de la Selección esta para pelear contra cualquiera, hemos tomado el compromiso de jugar todos nuestros partidos como si fueran del Mundial.
“En el último juego de preparación, hemos defendido muy bien y hemos tenido suerte porque Estados Unidos llegó mucho, el mensaje fue claro, jugamos bien pero no logramos sacar el resultado, estamos creciendo pero tenemos que sacar los resultados positivos y hemos estado evolucionando constantemente, estamos conscientes que tenemos que mejorar. Estamos a tiempo de corregir”, sentenció.
Cuéllar reconoció que el compromiso que tienen es grande, pues de la actuación que tengan en Alemania puede depender el futuro del futbol femenil y su apoyo de la afición.
“El futuro del futbol femenil dependerá de los resultados de este mundial.
“La expectación con esta Selección Femenil ha crecido, por lo hecho en el Mundial Femenil Sub 20, estamos enfocados en el partido contra Inglaterra y definitivamente queremos lograr un Mundial igual o mejor, creemos en la posibilidad de llegar muy lejos, hemos tenido nueve partidos de preparación y sólo hemos perdido contra uno de los candidatos a Campeón del Mundo”, expresó.
El técnico mexicano solicitó a la afición y los medios darse cuenta de lo importante de que la Selección Nacional esté en Alemania.
“Llegar al Mundial es muy difícil, son 16 selecciones que conforman un grupo élite en el que los países que participan realmente se lo merecen tenemos que confirmar en la cancha que podemos estar en una copa del mundo”, finalizó.
UN SUEÑO CUMPLIDO
En una anterior entrevista con Hora Cero, la seleccionada nacional recordó los años cuando aún siendo una niña, comenzó a correr detrás de un balón en los polvorientos campos de futbol amateur de Reynosa.
“Lo que sucede es que todos en nuestra familia jugaban futbol amateur, entonces los fines de semana mi marido se llevaba a la niña a los campos para que viera los partidos y en los entretiempos la niña comenzaba a patear el balón”, recordó.
Desde entonces, la pelota se convirtió en la fiel compañera de esta chica, quien olvidando tabúes y prejuicios, prefirió las rodillas ensangrentadas y los tiros a la portería que las muñecas y los juegos de té.
“A los niños no les importaba, ellos venían por mí a la casa y nos íbamos a los campos a jugar todo el día, luego cuando se hacía de noche y ya no había luz nos veníamos a jugar a la calle hasta como las once de la noche que era cuando mi mamá me decía que nos metiéramos”, expresó.
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas, pues Dinora ha sentido en carne propia lo difícil que es representar a México en una competencia internacional y, al mismo tiempo, cumplir con las obligaciones de una estudiante universitaria.
Y es que esta joven sabe que aunque el futbol le ha regalado grandes satisfacciones, no es una profesión con futuro.
“Es muy difícil, en Estados Unidos quebró su liga femenil y apenas están resurgiendo con apenas uno o dos equipos aún cuando son una potencia mundial, entonces pueden comprender cómo está de difícil la situación”, dijo.
Ante ello, decidió cursar la carrera de Licenciada en Deportes en la Universidad Autónoma de Nuevo León, lo que fue un verdadero reto, pues así como debía de cumplir con sus entrenamientos en el seleccionado nacional, también debía hacerlo con sus responsabilidades en la escuela.
“Siempre hablé con mis maestros de la situación en la que me encontraba y ellos me dieron todo el apoyo, eso sí, les mandaba mis trabajos, hacía mis exámenes por Internet”, indicó.
Dinora y sus compañeras no pueden evitar lamentarse por el olvido que existe por el futbol femenil, donde no existen ni los contratos millonarios o comerciales de televisión que protagonizan los hombres.
Cuando reflexiona sobre este tema, la jugadora mexicana intenta entender cómo si entre sus compañeras existen quienes tienen el mismo talento que los hombres (o en ocasiones más), no pueden recibir los mismos beneficios.
“Independientemente de todos los logros que hemos tenido no somos personas que vendan camisetas, no somos un producto que los patrocinadores pudieran considerar atractivo y por eso mismo en muchas ocasiones la Federación no nos voltea a ver y no nos da los mismos incentivos que a los hombres”, sentenció.
Tan grande es esta indiferencia, que los uniformes que las muchachas utilizan para las competencias oficiales son los mismos que se diseñaron para los hombres, la única diferencia es que vienen en tallas más pequeñas.
“Es el mismo uniforme, sólo le pegan el escudo del torneo en el que participas, pero nada más”, relató.
La jugadora se mostró segura de que si la gente se diera cuenta lo mucho que tienen que trabajar para representar al país en competencias internacionales, les darían el reconocimiento que se merecen.
“Mucha gente no sabe de los sacrificios que debemos de hacer, tenemos concentraciones de un mes y medio de duración para luego descansar unos 10 días y volver a trabajar, entonces extrañas tu casa y tus amigos pero sabes que tienes que estar ahí porque las concentraciones son constantes”, sentenció.
Esta indiferencia no se refleja solamente en los sueldos de las jugadoras nacionales, sino también en el apoyo que recibe el futbol femenil, donde existe un verdadero semillero de jugadoras profesionales.
“No hay organización, no es como si en las escuelas existieran ligas o torneos regionales donde pudieran salir nuevas jugadoras, estoy segura que en el llano podemos encontrar mucha calidad, pero el problema es que no hay una manera de encontrarlo, mucha gente no sabe la entrega y el sacrificio que hay en estas ligas, pero aún así no les quita nada de la calidad para jugar”, apuntó.
Sin embargo, este olvido también tiene su parte positiva, pues a diferencia de los hombres, las seleccionadas nacionales no tienen que soportar la presión de los medios de comunicación, patrocinadores, federativos y aficionados.
“No sientes tanta presión de la gente y los periódicos, además como ya estamos acostumbradas a que la mayor parte de la gente no cree en nosotras, entonces si perdemos no pasa nada, regresamos a entrenar y a intentar mejorar, aún así creo que nos va a ir muy bien porque tenemos un muy buen equipo”, aseguró.
Esto les ha permitido a las chicas desarrollar un proceso de preparación al Mundial tranquilo, que les permite concentrarse en el objetivo de representar con dignidad a nuestro país.