Pareciera que los Broncos de Reynosa jamás se hubieran ido. En el arranque de su segunda temporada –desde que volvieron a esta plaza– muchas son las esperanzas que están depositadas en un equipo que pinta para ser de los protagonistas por el título de la Liga Mexicana de Beisbol.
Con caras nuevas como el abridor zurdo Bryan Adams y el curazaleño Yurendell DeCaster, quien pretende llenar el hueco que dejó Marshall McDougall en la tercera base, los pupilos del mánager, Homar Rojas siguen teniendo la misma hambre de triunfo.
En un sentimiento de conexión entre los jugadores y la afición, el pasado 17 de marzo los Broncos de Reynosa salieron al terreno de juego seguros de que esta temporada que inicia será la de la consagración.
Sin olvidar el protocolo, las autoridades municipales dieron su voto de confianza al cuadro local, que posó para la foto con su nuevo uniforme junto a equipos infantiles y saludó al público que llegó para apoyarlos.
El escenario multicolor, que contó con un espectáculo de fuegos pirotécnicos, alegró a las cerca de ocho mil almas que también fueron divertidas por las ocurrencias del “Pollo Layo”, la mascota del equipo, la cual hizo su aparición montada sobre un caballo.
Tras ser lanzada la primera bola por el niño que será la imagen publicitaria de los Broncos, y recibir como invitados de honor a los peloteritos de la Liga infantil Treviño Kelly, quienes asistieron a la última Serie Mundial de Ligas Pequeñas en Williamsport, Pennsylvania, la ceremonia pasó a segundo plano, porque la gente se deshacía por ver jugar a sus ídolos deportistas.
EL JUEGO
El homónimo del cantante canadiense Bryan Adams fue quien inició el encuentro para los Broncos en la caja de pitcheo. Se le vio seguro y sin titubeos durante las primeras entradas.
Por los Tecolotes, Rosman García tenía la responsabilidad de ponchar a hombres como José de Jesús Muñoz y Francisco Arias, pero el crucigrama se complicó cuando en la parte alta de la segunda entrada Yurendell DeCaster se escapó hasta la almohadilla de home, tras un batazo de José de Jesús Muñoz para ponerse al frente en la pizarra 1-0, mientras los asistentes ovacionaban con júbilo las primeras acciones del encuentro.
Los Broncos aumentaron la ventaja en la cuarta entrada, luego de recibir base por bolas.
En la séptima, el lanzador verde-blanco salió sin decisión del encuentro y fue relevado por José Luis García.
AGUAFIESTAS
No fue sino hasta la séptima entrada cuando los Tecolotes reaccionaron por medio de Gregorio Vázquez, que colocó la pelota en el jardín central para que Yamidtt Haad anotara y se acortaran distancias, mientras en las gradas la gente disfrutaba de sus papitas, los cacahuates y el clásico hot dog.
Hubo momentos que la atención se la robó el “Pollo Layo”, quien se puso a bailar junto a un caballero con movimientos raros, al mismo tiempo que en el diamante su equipo estaba quedando a deber.
Por los visitantes Jesús Romo colocó un imparable para producir la segunda carrera para Nuevo Laredo, pero eso no era todo porque con hombre en tercera los Tecolotes consiguieron un par de carreras más a dos entradas de concluir el juego.
Los aficionados, a pesar de ver a su equipo abajo en el marcador, se mantuvieron apoyándolo a tambor batiente. Entre los asistentes se encontraba el pitcher tamaulipeco Ismael el “Rocket” Valdés, quien jugó para los Dodgers de Los Angeles, los Cachorros de Chicago y los Padres de San Diego, entre otros equipos de la “gran carpa”.
SIN LA CEREZA DEL PASTEL
La que pintaba para ser una noche de celebración se desinfló porque en la octava entrada el tecolote Carlos Morales pegó un home run en detrimento de los Broncos.
Aunque los de casa se quisieron acercar con dos carreras más por conducto de Leonardo Heras y Edgard Clemente, el juego quedó sentenciado, entre dos escuadras que se están forjando una gran rivalidad, por ser ambas de Tamaulipas.
Y a pesar que ni los nuevos fichajes de los Broncos pudieron revertir el marcador, se notó que su público les tiene confianza y la directiva cree que más temprano que tarde será reflejado el trabajo de pretemporada.
Así, con la derrota en su presentación en el parque Adolfo López Mateos, los Broncos cerraron el telón, en espera de tener un equipo más compacto que este año logre el título que la afición le demanda.