Amediados de la semana pasada circuló fuerte la versión de que Raúl García Vivián tenía contadas sus horas al frente del comité municipal del Partido Acción Nacional en Reynosa, versión que el jueves 14 se confirmó. Como quien dice: la caída de las últimas fichas del dominó albiazul después de las elecciones del año pasado.
En sus últimas horas como presidente local panista, el también diputado federal había resultado respondón a su jefe político y, sin duda, a quien le debe su sorprendente y vertiginosa carrera dentro del PAN: el corrupto ex alcalde Francisco García Cabeza de Vaca.
García Vivián, un priista que militó en el tricolor y saltó como chapulín al albiazul, es uno de los cuadros con más posibilidades para las elecciones de 2010, cuando su partido trate de recuperar esta frontera. La otra es, ni más ni menos, la subsecretaria federal de Salud, Maki Ortiz.
Cabeza de Vaca es otro que quiere ser protagonista en 2010, toda vez que su proyecto hacia la gubernatura se vio seriamente “averiado”, palabra textual de García Vivián en entrevista que se publica en esta edición de Hora Cero.
De ser así, el corrupto ex alcalde vería con ambición y revancha contender por la alcaldía de Reynosa, sobre todo cuando sus bonos dentro del PAN estatal están por los suelos, con la llegada a la presidencia de Javier Garza de Coss y todo un grupo de antagonistas.
En este escenario, aderezado con las declaraciones del diputado federal que ha dicho que buscará ser el candidato a la presidencia municipal, mucho le conviene irse deslindando de manera definitiva de su padrino para encontrar cobijo con la actual dirigencia estatal panista.
La política es de amores y desamores. Pero más de traiciones. Y en el PAN saben apegarse muy bien al librito. Quien no recuerda, a nivel federal, cuando Cabeza de Vaca se decía ‘calderonista’ y finalmente apoyó en Tamaulipas a Santiago Creel Miranda cuando quiso ser candidato a la presidencia de la República.
Y ya perdido el ojo azul, gritaba a los cuatro vientos que su respaldo siempre fue para Felipe Calderón Hinojosa. Sin embargo alguien muy influyente en Los Pinos nunca olvidó esa traición, y la historia es muy conocida: Cabeza de Vaca es menos que un cero dentro del PAN en el Estado.
Por eso al corrupto ex alcalde no debe extrañarse de la postura –si es cierta, porque dudas siempre habrá–, de que García Vivián resultó respondón y pintó su raya. Y lo que falta, porque García Vivián no debe descartar traicionar a Cabeza de Vaca y refugiarse en las naguas del grupo de Garza de Coss.
De esa forma su candidatura a la alcaldía estaría casi amarrada en 2010, pues a decir verdad hay escasos cuadros que puedan competirle al PRI.
Mientras tanto se mencionan ya a varios militantes con sus cuotas al corriente que traen la estaca bien clavada y ganas de ir por la revancha, humillados en el pasado reciente por Cabeza de Vaca. Y la fila es larga, no tengan dudas.
Por lo pronto hay que esperar el desenlace sobre los rumores de la salida de García Vivián del PAN municipal. O quizá ya se fue cuando ustedes lean estas líneas.