El domingo 2 de junio los tamaulipecos acudirán a cumplir con su deber ciudadano. La creencia generalizada es que lo hará de un 50 a un 60% del padrón nominal que consta de aproximadamente dos millones y medio de electores, lo que torna complicado le cumplan a Claudia Sheinbaum de que aporten a su campaña un millón de sufragios.
Pero el problema calamitoso no es el millón de votos, total, si votan 800 mil por Sheinbaum será una cifra respetable. Lo que está preocupando son las señales de humo negro que salen de Cd. Victoria, y de Nuevo Laredo a Matamoros.
Sucede que por las antedichas ciudades, el PAN con el concurso del PRI, se apresta a disputar las alcaldías con todo y que el MORENA le apuesta a la reelección en Cd. Victoria, Nuevo Laredo, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Matamoros y Altamira en el sur de la entidad.
Calculó Mario Delgado que los alcaldes reeleccionistas tienen controlados sus respectivos municipios, en los que está el 60% de la votación y con esos números prevalece la confianza de que rendirán buenas cuentas a La Jefa.
PEEERO….
Los azulejos con el refuerzo de los tricolores, tienen otros números, o más bien otros planes. Sucedió que por el tono del discurso de Marko Cortez durante su pasada gira por Tamaulipas, denunció práctica de trastupijes electorales de parte de los morenistas, pero éstos, por conducto de Carlos Víctor Peña Ortiz, denunciaron lo mismo.
Y si de antemano ya están gritando trampa, es fácil colegir que en el caso de los azulejos es con la finalidad de judicializar las elecciones, y luego vendrán acuerdos cupulares cediendo una plaza a cambio de otra.
Lo anterior no es novedad, al contrario, es práctica frecuente cuando los resultados electorales son ceñidos. Por lo que, los morenistas deben proyectar ganar por una diferencia mínima de 10 mil votos en los municipios grandes, eso evitaría pataleo.
Quien la tiene complicada es Carmen Lilia Cantú Rosas, pues en la elección municipal del 2021derrotó a Yahleel Abdala por apenas dos mil votos.
Hoy se vuelven a enfrentar y la ventaja la lleva Carmen Lilia, porque dispone de la estructura política electoral, nomás que hoy ve nubes negras que presagian barruntos.
Ya denunció presiones morales a una parte de su equipo de colaboradores de campaña, como también destrucción de propaganda electoral.
Claro que no se va amilanar, pero Yahleel anda muy animada por el espaldarazo que vino a darle Marko Cortez, con un mitin de los masivos.
El caso Nuevo Laredo, está para las apuestas políticas.
¿Y REYNOSA, APÁ?
Por aquí, el próximo 2 de junio CARLOS VÍCTOR PEÑA ORTIZ, tendrá la oportunidad de asestar la estocada mortal a FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, pues una derrota panista por una diferencia de 8 ó 10 mil votos causará la dispersión de la Manada Azul. Sería una derrota de la que no se recuperarían en el corto plazo.
De ese tamaño es la importancia de que CARLOS VÍCTOR PEÑA ORTIZ derrote inobjetablemente a LUIS RENÉ CANTÚ GALVÁN, porque equivaldría borrar de Tamaulipas a los CABEZA DE VACA.
¿SERÍA EL FÍN DEL PAN?
Por supuesto que no, pero sería el inicio del saneamiento del PAN por este pedazo de tierra del noreste mexicano. Dando paso a nuevos adalides como JESÚS NADER NASRALLAH, que por hoy es la cabeza del panismo del sur de Tamaulipas.
Y así como él, se incorporarían otras figuras con gusto por la política y pensando en el bien común, algo que fue todo lo contrario durante el Cabeziato, el que hoy está próximo a su fin si negociaciones cupulares no lo impiden.
Y hasta la próxima.