
Estaba un día El Apuntador buscando en nuestra extensa biblioteca una edición original de Pedro y el Lobo, pues una noticia que nos acaba de llegar nos hizo recordar el citado cuento infantil.
Por si no recuerdan, queridos lectores, la fábula habla de Pedrito, un güerco bastante malhora quien se la pasaba asustando al pueblo con aquello de “ahí viene el lobo, ahí viene el lobo” y cuando finalmente apareció la bestia, a nadie le importó.
Esta historia nos hace recordar el asunto de la llegada de el Expreso a Reynosa, pues no están ustedes para saberlo, pero nosotros sí para contarlo, resulta que ahora sí ya se va a instalar en la ciudad.
Que nadie se espante, no están leyendo una colaboración del año 2012. En agosto de 2014 los jefazos de el Expreso juran y perjuran que ya van a comenzar a operar en la capital de las papas asadas y el caldo de conejo.
Para probarlo, le andan diciendo a todos los que los escuchen que ya se trajeron una super duper prensa modelo KM30,000 capaz de imprimir chorrocientos mil periódicos en 30 segundos.
Ooooootra vez andan asaltando las redacciones de los periódicos en Reynosa, prometiendo las perlas de los Piratas del Caribe y un cachito de la luna a los “suertudotes” que reciban la invitación de unirse a sus filas.
Según ellos, la construcción de las instalaciones de el Expreso en la colonia Rodríguez van muy avanzadas, y es cuestión de días que llegarán a Reynosa los escritorios de caoba y aluminio que le van a poner a su personal.
Dicen los jefazos de el Expreso que para diciembre, el primer número del matutino estará saliendo a las calles caleras, y que va a ser tal su éxito, que va a sacar de la circulación a dos o tres matutinos.
¿Ahora si entienden porqué nos acordamos del cuento de Pedro y el Lobo?
Porque para nadie es un secreto que los jefazos de el Expreso no han tenido los mejores meses de su vida en el último año. Su principal fuente de ingresos (diiiiicen), o sea, el ex gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba, sigue escondido bajo las barbas del Tío Sam buscando librarse de las acusaciones de narcotráfico y otras linduras.
Tan tristes andan las finanzas en el grupo que edita este matutino en Matamoros, Tampico y Ciudad Victoria, que este año ni siquiera tuvieron para pagar las utilidades a su personal.
Por lo tanto, a menos de que algún jefazo de el Expreso se haya sacado la lotería, o haya encontrado un baúl lleno de monedas de oro al final del arcoíris, habrá que ver de dónde van a sacar la lana para respaldar todas las promesas que le andan haciendo a quien sea que los quiera escuchar.
Pero tampoco se espanten, amiguitos de el Expreso, en Reynosa andan dos que tres ardidos con su actual empleo que estarían más que felices con venderle el alma al Diablo con tal de cambiar de aires.
Pero bueno, ojalá y llegue el Expreso a Reynosa, el pueblo necesita competencia entre los medios de comunicación, y si llegara a darse, los únicos beneficiados serían los lectores de la ciudad.
RETAZOS
La verdad, a estas alturas del partido da flojera hacerlo, pero no podemos sustraernos de la sagrada responsabilidad de ponerle un coscorrón a Patricia Ortiz (como que ya está muy grandecita para llamarla Paty, ¿no creen?), quien cobra (que no es lo mismo que trabaja) como jefa de prensa del Sistema DIF en Reynosa.
Ya todo mundo sabe que Paty es como la líder de un clan que cada día se está quedando con menos integrantes, pero eso no le impide continuar con sus prácticas excluyentes y elitistas a la hora de realizar su chamba.
No lo negamos, en este espacio hemos señalado en dos o tres ocasiones lo absurdo que resulta que Patricia sea juez y parte al fungir como regidora y vocera del DIF, al mismo tiempo en que conduce un espacio informativo matutino en NotiGape.
Es verdad, en esta columneja hemos reproducido las voces que reprueban que Patricia y sus amigas sean unas porristas de todo lo que huela al PRI, y sin ningún empacho se tiren a la yugular contra los partidos de oposición, principalmente en tiempos de campaña.
Por todo lo anterior, podemos entender que Patricia y sus amigochas nos odien más que Mafalda a la sopa, pero eso no la exime de su responsabilidad de hacer su trabajo sin distingos.
En los últimos días, reporteros de Hora Cero, el noticiero La Voz, y nuestro Benjamín, Media Hora, han buscado a Patricia para obtener información de eventos del Sistema DIF, sin que la vocera haya podido o querido proporcionarlos.
Aquí vale la pregunta ¿este boicot hacia todo lo que huela a Hora Cero es orden de Elvira Mendoza de Elías, presidenta del Sistema DIF, o es una puntada de Patricia Ortiz?
Como sabemos que la señora Elvira es muy decente y no anda comprando pleitos ajenos, le apostamos a que todo se trata de una bilis de la vocera.
En otros temas, queremos darle la bienvenida a Reynosa a la compañera Anabel Lerma, una joven promesa del periodismo originaria de Matamoros, y quien acaba de aterrizar en la redacción de Hora Cero y Media Hora en Reynosa.
Anabel cuenta con experiencia en medios impresos y televisión, y estamos seguros de que va a hacer un buen trabajo acá en la tierra de la Cuenca de Burgos y los Broncos de Reynosa.
Y ahora, en nuestra sección “cuando la perra es brava, hasta a los de casa muerde”, le mandamos un sólido coscorrón a todo el personal web de Hora Cero que no tuvieron el cuidado de checar el resultado del partido entre Barcelona y León.
Penosamente, subieron la nota y compartieron en Facebook que el encuentro había terminado 5-0, cuando en realidad los culés le habían ensartado seis pepinos a los panzas verdes.
Ooooooobviamente, la raza del Facebook, que son más malos que la carne de puerco en Cuaresma, pescaron el error y se nos tiraron a la yugular. Que sirva este espacio para ofrecer una sincera disculpa a Messi, Neymar, Iniesta y compañía por haber cometido el imperdonable error de robarles un golecito.
Y no nos vamos sin dejarlos con la gustada pregunta de la quincena, ¿qué necesidad tiene el columnista Angel Solorio de andar en una conferencia de prensa del secretario de Gobernación con pavorosos lentes oscuros?, y ¿qué esperaba? ¿que la gente de seguridad no lo fuera a ver sospechoso?