Estaba un día El Apuntador guardando un minuto de silencio pues, de nueva cuenta, le toca reseñar el fallecimiento no solamente de una gran persona y mejor amigo, sino un ícono del periodismo en Reynosa: Erasmo Salinas Pérez.
El pasado 27 de agosto, en horas de la tarde, el iPhone 15X del columnista comenzó a sonar desaforado con los mensajes de WhatsApp y Messenger donde le confirmaban del triste deceso de “El Flaco”, como era conocido entre sus amigos.
Los reportes dicen que el 25 de agosto comenzó a sentirse mal y pidió que lo llevaran a un hospital, finalmente quedó internado en la Clínica 270 del Instituto Mexicano del Seguro Social donde le encontraron un derrame cerebral que, finalmente, fue lo que le costó la vida.
De inmediato el mundo del periodismo, la política y la actividad empresarial manifestaron su consternación por la partida de un hombre que marcó una época dentro de la redacción de El Mañana de Reynosa.
Podríamos decir que con el deceso de “El Flaco” se ha ido la triada que durante años fue la base del éxito que convirtió a El Mañana de Reynosa en el periódico que hoy es.
Junto con Arturo Cantualla Soto y Anacleto Garza de la Garza, quienes junto con Erasmo encabezaron un equipo de reporteros, columnistas y editores quienes dieron dura batalla en la lucha periodística en Reynosa.
Sus amigos de décadas, que eran muchos, recuerdan los inicios de “El Flaco” hace más de 50 años en el matutino El Noreste, donde aprendió las primeras reglas de esta hermosa profesión.
Sin embargo, fue en “El Mañana de Reynosa” donde forjó su leyenda.
En la década de los ochenta, cuando el mal recordado presidente Carlos Salinas de Gortari inició una ofensiva que buscó terminar con el periódico y que obligó a sus personajes clave a buscar refugio en Estados Unidos, Erasmo estuvo al frente de la circunstancia y aceptó gustoso el reto de quedarse al frente del periódico.
Desde ahí “El Flaco” fue fundamental para que el periódico aguantara los embates de la injusticia que la administración salinista estaba intentando ejecutar en contra del medio de comunicación… y todo por una tonta venganza.
Todos lo recuerdan como una persona tranquila, amable, justo como jefe al momento de corregir lo que estaba mal hecho.
Curiosamente siempre fue un periodista de la vieja guardia. Nunca quiso adentrarse al mundo del Internet y las redes sociales pues para él no había mejor manera de encontrar la nota que buscarla directamente en la fuente.
Más allá de su labor dentro del periódico, Erasmo fue presidente de la Asociación de Periodistas de Reynosa, desde donde pudo llevar apoyo y beneficios a los compañeros de profesión, en un tiempo cuando este tipo de siglas realmente valían algo.
Ya en la última etapa de su vida Erasmo estuvo muy cerca de Verbo Libre Editores, donde una nueva generación de comunicadores tuvo la suerte de aprender muchos de los secretos de esta profesión.
Se puede decir sin temor a equivocarse que aquellos en esta empresa que tuvieron la suerte de trabajar a un lado de Erasmo se llevaron enseñanzas que nunca van a olvidar por el resto de sus vidas.
Mucho se puede escribir de lo triste que es la partida de Erasmo y el legado que deja en el periodismo de Tamaulipas, pero existe un mensaje que resume muy bien el sentimiento de todos aquellos que estuvieron cerca de él, en sus batallas por defender el buen periodismo.
Se trata de Heriberto Deándar Robinson, director general de Verbo Libre Editores quien escribió:
“Mi más sentido pésame a la familia del gran amigo y compañero que se adelantó en el camino: Erasmo Salinas Pérez.
Toda mi solidaridad con ellos ojalá y pronto encuentren resignación.
Estoy consternado y triste. ¡Adiós compañero de mil batallas!”
RETAZOS
Pasando a otros temas mucho se ha dicho y escrito de los héroes anónimos que han surgido durante esta pandemia de coronavirus y quienes son, los médicos, enfermeras, laboratoristas, personal de intendencia y todos aquellos que no han dejado de trabajar a favor de nuestra salud.
Sin embargo, existe una persona que no es médico, no sabe poner inyecciones, no cuida enfermos y, aún así, ha cumplido una labor importantísima que ha tocado a muchísimas personas.
Se trata del amigo Daniel Torres Torres, titular de Comunicación Social del Instituto Mexicano del Seguro Social en Reynosa.
Egresado de la Universidad México Americana del Norte, el que también es conocido como “El Flaco” entre sus múltiples amistades, tuvo un paso en la reporteada en la desaparecida Stereo América allá por la década de los noventa.
Sin embargo, tras una serie de afortunados rebotes recibió la ayuda de Francisco Salazar (que en paz descanse) para ingresar a las filas del IMSS en el departamento de Comunicación Social.
Ahí ya tiene más de dos décadas de servicio donde Daniel ha demostrado que no es el típico jefe de Prensa que se dedica a elaborar y distribuir boletines.
Siguiendo la escuela de Paco Salazar, quien sabía que un cargo en el IMSS ofrece la oportunidad de ayudar a muchas personas, Daniel ha movido cielo, mar y tierra para ayudar a quien lo necesite, especialmente los integrantes de los medios de comunicación.
Es más, podríamos decir sin temor a equivocarnos que no existe editor, reportero o fotógrafo que no haya sido apoyado por Daniel en alguna ocasión en su vida.
Hoy que se viven tiempos difíciles, Daniel ha sabido aprovechar su posición para, dentro de sus capacidades y respetando el marco legal, ayudar a todos aquellos que han tenido una emergencia médica.
Incluso no duda ni un segundo para, por lo menos, servir de contacto entre médicos y familiares de una persona enferma, quienes están desesperados porque no tienen información de su ser querido.
Es por todo esto que se le manda un merecido reconocimiento a “El Flaco”, quien no duda en ayudar, cuando está en sus posibilidades.
Y no nos vamos sin dejarlos con la gustada pregunta de la quincena: que levante la mano la persona que ha recibido algún tipo de apoyo por parte de “Los Pacos” en estos difíciles momentos. ¿Alguien? ¿Nadie?
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