Estaba un día El Apuntador buscando entre su viejas camisetas Gucci y Ralph Lauren cuáles podrían servir para hacer unos cubrebocas, cuando un compañero le reenvió el tuit que publicó Ciro Gómez Leyva, titular del Noticiero de Imagen Televisión donde confirmaba que sus reporteros Humberto Padgett, Jafet Tirado y Miriam Moreno están contagiados de Covid-19.
Más de dos lectores se han de estar preguntando por qué El Apuntador anda abordando temas tan nacionales ¿acaso no hay nada en el ámbito local como, por ejemplo, la lluvia de despidos gandallas que se han dado en los medios locales?
A quienes preguntan lo anterior el columnista les contesta: claro que va a tratar ese asunto, es sólo que sigue recolectando testimonios y pruebas de cómo estaciones de radio y periódicos están deshaciéndose de su personal de la manera más rastrera para no pagarles las indemnizaciones que marca la ley. Así que estén pendientes que pronto saldrán nombres y datos con santo y seña.
Pero bueno, en el tema de los enfermos del Covid-19, Gómez Leyva informó en un lastimero tuit que sus reporteros están bien, en sus casas y que esperan poder regresar a sus labores muy pronto.
Sin embargo, lo que no explica el controvertido comunicador, son las condiciones en las que, al menos Padgett, se infectó con el coronavirus.
Resulta que el 29 de abril el reportero presentó en Radio Fórmula como Imagen Noticias las imágenes que logró al infiltrarse a la zona donde atienden a los enfermos de Covid-19 en el Hospital General Zona 1A del Instituto Mexicano del Seguro Social, conocido como de Los Venados, ubicado en la alcaldía Benito Juárez, en la Ciudad de México.
Quienes hayan visto la transmisión de ese noticiero (está disponible en Tu Tubo) podrán observar a Ciro muy orgulloso de la hazaña de su reportero quien encontró que, al menos en este hospital, las cosas se estaban manejando bien.
Sin embargo, el gozo se fue al pozo en unas horas cuando el reportero y sus compañeros, quienes estaban en contacto con familiares de personas enfermas de Covid-19 dieron positivos de la enfermedad.
De inmediato la ola de críticas y reclamos a Gómez Leyva no se hicieron esperar pues, la mayoría, lo acusa de haber expuesto la vida del personal a su cargo nomás para encontrar material que le permitiera seguir criticando al gobierno federal.
De poco sirvió que los reporteros enfermos salieran a decir que estaban conscientes del riesgo, que fueron voluntariamente a jalarle la cola al tigre pues es su trabajo. Para la mayoría de las personas fueron enviados al matadero por una causa inútil.
Este hecho levanta una viejísima discusión respecto a la labor de los reporteros en situaciones extremas y de peligro.
Porque ahorita estamos viviendo una pandemia con un virus infeccioso, pero antes era la inseguridad, las balaceras, el narcotráfico, los desastres naturales y muchas otras cosas… siempre hay una situación de peligro donde la prensa tiene que estar presente.
Y es cierto, a los reporteros les encanta estar en situaciones extremas, resulta muy romántica la imagen del comunicador vistiendo chaleco antibalas, escondido en los restos de lo que solía ser una casa pasando su reporte en vivo mientras las balas pasan silbando sobre su cabeza.
Escudado en aquello de que es su obligación, hay reporteros que deciden desafiar el peligro y exponerse de más al momento de ir por una nota, ponen el pecho a las balas sin temor a la muerte escudados en su idea de que su valor será reconocido a nivel mundial.
Pero ¿adivinen qué? El 99.9 por ciento de las ocasiones esa nota, esa narración en medio de la balacera, ese reporte afuera del hospital infestado de coronavirus, se muere a las 24 horas, pues siempre hay otro escándalo que llame la atención del auditorio.
Tomen como ejemplo las balaceras en la frontera. ¿Cuántos videos de enfrentamientos, soldados, delincuentes y vehículos en llamas les gusta que haya en la red? ¿10, 20, 50?
Sin embargo ¿quiénes recuerdan al reportero que hizo esos videos?
Al hacer el ejercicio mental uno se topa que por alguna extraña razón, el único video que todos recuerdan de una balacera en Tamaulipas es el de Miguel Turriza tirado de panza en el Puente Broncos y párenle de contar.
Lo mismo sucede con la nota del reportero de Radio Fórmula e Imagen Noticias infiltrado en la zona Covid-19 del Hospital del IMSS, ¿Cuántas personas van a recordar esa grabación mañana, pasado mañana?
Dios quiera y el compañero Padgett salga adelante, que se cure de la enfermedad y no le queden secuelas.
Porque, para como suceden las cosas en este país, llega a haber un funesto desenlace que nadie quiere y desea, la familia de este reportero se va a quedar en el desamparo, eso sí, con muchísimos mensajes de condolencia de Ciro Gómez Leyva y compañía.
Será ahí cuando seguramente se preguntarán ¿de qué sirve ser famoso un día?
Prudencia compañeros, los tiempos no son sencillos y este virus no respeta a nadie.
Ahora que si quieren tentar la muerte, buscar los miles de likes, el video viral y las felicitaciones por su valor al ejercer su trabajo, adelante… cada quien se muere como quiere.
Y ora sí, va la gustada pregunta de la quincena dirigida a todos aquellos que siguen confiando ciegamente en las promesa de Los Pacos: ¿ya les depositaron?