El Partido Acción Nacional en Tamaulipas está en la lista de las 17 entidades pendientes que esperan su turno para que la dirigencia nacional meta mano en el sombrero y saque los nombres de sus candidatos a los ocho distritos federales con miras a las elecciones del 5 de julio próximo, descarándo las contiendas internas y eligiendo la designación directa, para evitar los pleitos de vecindario en busca de un hueso.
Con el dedazo del CEN del PAN, quien se lavará las manos como Pilatos en caso de escoger a los menos indicados, será su presidente en Tamaulipas, el reynosense Javier Garza de Coss, porque para nadie es un secreto que dos grupos antagonistas están tratando de imponer a sus candidatos, caso específico en el Distrito II de Reynosa y III de Río Bravo.
Si bien Gerardo Peña Flores fue el abanderado albiazul perdedor en las elecciones municipales de 2007, su tatuaje de pertenencia al grupo del corruptísimo ex alcalde Francisco García Cabeza juega en su contra. Y aunque pudiera ser una buena persona, “El Jerry” fue el contralor municipal y no fue capaz de amarrarle las manos al trío de hermanos Cabeza de Vaca que robaron hasta hartarse.
Peña Flores, sin embargo, no cantó mal las rancheras en los comicios cuando enfrentó a Oscar Luebbert Gutiérrez, pues apenas perdió por 8 mil votos, aunque influyó sobremanera el aparato burocrático y el presupuesto del Ayuntamiento y de la Comapa de Reynosa que llevaron hartos votos a las urnas.
Al ex contralor tampoco le beneficia que sigue siendo parte del equipo del corruptísimo Cabeza de Vaca y, cuando empiece la guerra sucia, será muy vulnerable, ya que en caso de que sea elegido, en el PRI se empezarán a frotar las manos, pese a las nuevas reglas del Instituto Federal Electoral (IFE) de “fair play” (juego limpio).
Y si el Comité Ejecutivo Nacional considera que Peña Flores no garantiza la victoria teniendo enfrente al priista Everardo Villarreal Salinas en el Distrito II, entonces se activaría un plan B para que la designación recayera en uno de dos: el ex diputado local suplente Eliacib Leija Garza, o bien Héctor Pérez Ibarra, ex secretario de Desarrollo Social en la pasada gestión municipal, ex candidato perdedor por el Distrito sur local en 2007.
Leija Garza sustituyó en el Congreso de Tamaulipas a Alfonso De León Perales cuando pidió licencia para buscar la interna por la candidatura del PAN a la alcaldía de Reynosa, perdiendo precisamente frente a Peña Flores. Hay que recordar que después de tanto mugrero en el proceso interno, el doctor abandonó al PAN y se enredó en la bandera del PRD.
De León Perales será de nuevo candidato del PRD, pero esta vez para la diputación federal en Reynosa, mientras Leija Garza y Pérez Ibarra están en el grupo de Garza de Coss y del senador José Julián Sacramento, éste último que busca de adeptos para cuando lleguen los tiempos para la sucesión de gobernador el próximo año.
En la lista oficial de precandidatos que dio a conocer el comité estatal, es obligado ver otros dos nombres de precandidatos en el Distrito III con cabecera en Río Bravo, donde la lucha estará entre José Ramón Gómez Leal, del grupo del senador Sacramento, y Sara González Fernández, de Cabeza de Vaca.
Gómez Leal, actual regidor panista de Reynosa, es cuñado del corruptísimo Cabeza de Vaca y todo indica –aunque los panistas son buenos para la farsa–, que hay una seria ruptura de la familia política con quien alguna vez fue el más viable proyecto del PAN hacia las elecciones gubernamentales, pero cuya ambición personal terminó en el lodazal y en la impunidad.
El joven Gómez Leal aspira llegar al Congreso de la Unión y retener el distrito que ganó el Partido Acción Nacional de pura “chiripa” en 2006 porque, nadie duda, que Omeheria López Reyna era y sigue siendo una completa desconocida en los municipios que abarca ese distrito, incluyendo Río Bravo.
Por su parte Sara González Fernández, ex delegada de la Secretaría de Desarrollo Social en Tamaulipas, juega en contra del grupo que actualmente manda en el PAN y apuesta a que los electores de ese distrito mayoritariamente rural, quieran elegir de nuevo a una mujer como su legisladora federal.
Si es José Ramón o Sara eso es lo menos importante para Edgar Melhem Salinas, quien defenderá los colores el PRI y ya mandó a uno de sus colaboradores a calentar su curul en el Congreso de la Unión.
Por cierto, Cabeza de Vaca buscará llegar al Congreso sólo por la vía plurinominal. Tomó la decisión de no ser precandidato de mayoría por el Distrito III pues no quiso arriesgarse a peder en las urnas, ya que los tamaulipecos nunca olvidarán que es uno de los políticos más corruptos de la historia del Estado. El colmo sería que fuera premiado por el CEN del PAN.
Con el fin de las precampañas, todos los aspirantes saldrán de la escena y regresarán hasta el 3 de mayo, cuando oficialmente comience la contienda con las nuevas reglas del IFE. Ya no verlos hasta en la sopa es la máxima prueba de que Dios existe.
En Matamoros el periódico Contacto trae de la cola a Oswaldo Gutiérrez Rodríguez, ex alcalde de Valle Hermoso y actual delegado municipal del PRI, al publicar una serie de notas relacionadas con un reportaje que presentó Hora Cero en 2002 cuando se exhibió al político priista por corrupto.
Sucede que en ese tiempo, con el poder de su firma en carta membretada de su empresa Korrel, S.A. de C.V., el célebre Valdo solicitó un préstamo a instituciones de McAllen, Texas, comprometiéndose a pagar más de 23 millones de pesos cuando “¡ya sea presidente municipal de Valle Hermoso!”. Cínicas y textuales palabras del susodicho.
Aquel trabajo periodístico de Hora Cero, si bien no llevó a la cárcel a Valdo, hizo que el PRI perdiera la alcaldía en 2004. ¡Aguas, Baltazar Hinojosa Ochoa!, porque parece que el delegado del tricolor fue besado por el Diablo.
Al cierre de este espacio la señora Adriana González de Hernández rindió su informe como presidenta del DIF Tamaulipas, destacando la construcción de 480 obras de infraestructura en su gestión, entre ellas el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón; además de exitosos programas a favor de la niñez, los jóvenes y los adultos mayores.
Y también el rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, José María Leal, estuvo de manteles largos al presentar sus resultados frente a la Máxima Casa de Estudios ante la comunidad académica y estudiantil.
En ambos eventos llevados a cabo en Ciudad Victoria, con llenos hasta las banderillas como dicen los taurinos –y con un día de diferencia–, asistieron la crema y la nata de la política, ansiosa de andar en pasarelas en tiempos electorales. Falta que el IFE también saque sus tarjetas rojas. Sería el colmo.