Como pocas veces en los últimos 14 años, incluyendo dos sexenios del PAN y el primer tercio del regreso del PRI a Los Pinos, la figura del presidente de la República había estado tan cuestionada como Enrique Peña Nieto.
Y obra a su favor que si bien no es el autor intelectual de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, es la figura que representa a un país entero dentro y fuera del territorio, ante otras naciones extranjeras donde la imagen de México está por los suelos.
Y si faltaba algo al rosario de calamidades de Peña Nieto, además de las instituciones incendiadas y convertidas en ceniza, así como de las autoridades llevadas a la cárcel por ser los autores intelectuales -ligadas al narco- de la barbarie contra los estudiantes, su esposa Angélica Rivera se envalentonó con un monólogo en video en las redes sociales.
No solamente fue mal aconsejada la primera dama y actriz con licencia de Televisa, sino que su actitud prepotente y de molestia que reflejó, fue la menos indicada. El resultado: la hicieron pedazos por medio de “memes” y parodias.
Rivera a nadie convenció de que la llamada Casa Blanca la pagó con 88 millones de pesos que recibió de liquidación de la televisora de Emilio Azcárraga, la misma que ayudó a Peña Nieto para aplastar a su principal contrincante en 2012, el perredista Andrés Manuel López Obrador.
Porque Televisa se presta para eso y para más, con mayor razón para ser tapadera de la primera dama cuando sea requerida por alguna autoridad fiscalizadora: inventando o falsificando un papel sobre una pseudo liquidación de 88 millones de pesos.
Ni el regreso de Peña Nieto de su recortada gira por Asia apagó los ánimos, al contrario, los incrementó con sus también desafortunadas declaraciones de que las marchas y protestas -que el jueves 20 de noviembre se hicieron en México y en otras ciudades del mundo en apoyo a los 43 normalistas desaparecidos-, es un plan para desestabilizar el país.
A pocos días de que cumpla sus primeros dos años como mandatario de México, Peña Nieto está viviendo su peor pesadilla… la que nunca se imaginó seguramente.