
Estaba un día El Apuntador buscando en internet una planta eléctrica barata para poder sobrellevar su vida, con aquello de que los cortes de luz están a la orden del día, cuando se sorprendió con la noticia que acaban de dar los compañeros de la revista Proceso.
Quienes aún no estén enterados, resulta que los directivos de una de las publicaciones más prestigiosas en el periodismo mexicano dieron a conocer que la revista ya no será el semanario al que México estaba acostumbrado, sino que ahora saldrá una vez por mes.
La idea, explicaron, es fortalecer la página de internet y responder a las demandas de los nuevos lectores, quienes están más al pendiente de las redes sociales que los medios impresos.
De acuerdo a los directivos de Proceso, durante años intentaron soportar los embates de las nuevas tecnologías, pero fue la piratería la que vino a matar cualquier posibilidad de
dejar las cosas como estaban.
Porque no están para saberlo, pero este columnista sí para contarlo, que ese PDF que semana a semana recibían en sus grupos de WhatsApp era pirata y no contaba con la autorización de Proceso.
La difusión masiva de dicho archivo con la edición impresa de la publicación hizo un daño enorme a los ingresos de la revista pues, después de todo, ¿por qué se iba a seguir pagando por algo que llegaba gratis a los grupos del WhatsApp?
No hay duda que el anuncio de que Proceso impreso será mensual marca el fin de una era en el periodismo mexicano, donde los medios de todo el país tienen que empezar a adaptarse a las nuevas tecnologías, y las nuevas vías de difusión que han rebasado a las que estaban acostumbrados.
Porque está claro que los auditorios (salvo contadísimos segmentos), ya no quieren leer y prefieren informarse por medio de videos de minuto y medio de duración como los que existen en plataformas como TikTok.
Es aquí donde la prensa tiene que irse preparando, pues pocos, muy pocos medios de Tamaulipas han aprendido a utilizar las nuevas plataformas que tienen sus propios lenguajes y sus propias reglas.
En términos generales, los medios siguen con sus publicaciones en Facebook (que ya nadie ve), sus cadenas de WhatsApp y sus videos de 20 minutos de duración que ya nadie aguanta completos en YouTube.
Así que como dice el viejo y conocido refrán: “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.
Pasando a nuestra sección de los viajeros de los medios hay que reportar que la que anduvo bastante activa por los Estados Unidos fue ni más ni menos que nuestra compañera Andrea Jiménez.
Andrea, acudió como enviada especial a Los Ángeles para cubrir tanto la ceremonia del Balón de Oro, donde se premia a lo mejor del futbol mexicano, como el encuentro del Campeón de Campeones entre Tigres y Pachuca.
Pero no vayan a creer que tuvo mucho tiempo para pasear por Rodeo Drive y Beverly Hills, pues resulta que la mandaron con los tiempos bastante limitados y apenas le dio tiempo para cumplir con su chamba.
Quien acaba de salir de una situación bastante complicada es el compañero Hugo Reyna, que sufrió de una serie de ataques especialmente en sus redes sociales.
La situación fue tan grave, que se interpuso una denuncia penal, atendida por la Policía Cibernética, que tuvo que realizar un análisis digital a las redes del compañero.
Afortunadamente la autoridad está interviniendo y todo parece indicar que los ataques han cesado.
Un abrazo y toda la solidaridad a Hugo ante esta complicada situación.
Y antes del punto final de esta columna se recibió una carta del director editorial general de este changarro titulada: Agradecimiento y aclaración, en referencia a un editorial publicado por David Dorantes en febrero pasado en www.expreso.press que lleva por nombre ¡Qué tiempos Héctor Hugo Jiménez!
El autor del editorial hace una remembranza de cuando conoció a Héctor Hugo en 2010, cuando hizo una gira por ciudades de Tamaulipas presentando un video que lleva por nombre El Botín, sobre las corruptelas de Francisco García Cabeza de Vaca como alcalde de Reynosa.
Dorantes, actualmente director editorial de Posta, trabajaba en Nuevo Laredo en el periódico Líder Informativo, asistió a la presentación del trabajo documental, presencia que detalla con bastante buena memoria y conserva el DVD, detalle que agradece Héctor Hugo.
Sin embargo, el director editorial general de Hora Cero quiso aclararle a Dorantes unas líneas de su editorial alejadas de toda realidad cuando se refiere al “cierre permanente de Hora Cero en esa ciudad fronteriza (Reynosa), por lo que tuvieron que emigrar a Monterrey, Nuevo León”.
“Nuestro periódico jamás cerró por su confrontación con Cabeza de Vaca. Ese fue un rumor que muchos compraron, pero que lamentablemente muchos se creyeron sin tomarse la molestia, o no quisieron, de preguntar a la fuente directamente señalada (Hora Cero). Las ediciones quincenales impresas de Tamaulipas-Valle de Texas salieron a la calle puntualmente, y el punto.com ha estado activo como también las redes sociales”, aclaró Héctor Hugo.
Sobre la migración a Monterrey a la cual se refiere Dorantes “fue a sugerencia personal al dueño de la empresa Heriberto Deándar, que a la postre resultó una exitosa estrategia para reforzar la edición de Nuevo León que ya pasó los 18 años de vida. Y también nació Hora Cero Encuestas como empresa privada en 2015 con reconocimiento nacional”.
Dorantes extendió una invitación para tomarse un café, a la cual Héctor Hugo respondió que está en la mejor disposición para reiterarle el agradecimiento por el editorial que escribió. “Claro que me dará gusto saludarte”, aceptó.